marzo 28, 2024

Especialistas de Culturas realizan registros para salvaguarda de la Festividad de las Ñatitas

UNICOM, MCyT .- El Ministerio de Culturas y Turismo, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y la Unidad de Patrimonio Inmaterial, realizó labores de actualización del registro de las manifestaciones culturales que forman parte de la Festividad de las Ñatitas, que constituye un valioso patrimonio cultural inmaterial en Bolivia.

“Esta actualización de registro es una oportunidad para sensibilizar a la población en general y a los devotos sobre el valor y la importancia de mantener estas manifestaciones tradicionales y transmitirlas a las futuras generaciones, en toda su integralidad y autenticidad”, señaló Patricia Álvarez, directora de Patrimonio Inmaterial, tras visitar el Cementerio General de la ciudad de La Paz, donde se reúnen los fieles y tiene lugar la fiesta principal.

La veneración de las Ñatitas o Calaveras es una festividad que se celebra en la octava de Todos Santos, el 8 de noviembre de cada año. Es un culto de fe y devoción sincrética, de carácter pagano/católico. Se basa en la veneración a las calaveras o cráneos que, según los creyentes, realizan milagros, conceden favores y juegan un papel de protectores de sus apoderados y de los bienes materiales e inmateriales de éstos.

De acuerdo con Álvarez, el culto a las Ñatitas es una práctica religiosa ancestral que se reconfigura en un ámbito urbano. Al igual que en la época prehispánica, las familias conviven en el hogar con un difunto que se vincula a la familia como protector y benefactor, cuidando la casa, preservando a la familia de males y ayudando a la prosperidad de los negocios.

“La fiesta de las Ñatitas es considerada por algunos estudiosos como una ‘resistencia cultural’, ya que supera la visión judeo-cristiana que la sociedad hereda de la época colonial y nos vincula con costumbres prehispánicas que conciben la muerte como parte de la vida”, explicó.

El culto a las calaveras es permanente. Los poseedores las bautizan, las ch’allan, les prenden cigarrillos entre los dientes y las adornan o visten con gorros, sombreros, cascos, gafas de sol, aretes, adornos de piedras y metales preciosos, les rellenan con algodón las órbitas oculares, las coronan con flores, les construyen altares especiales en sus casas, les encienden velas y arman vitrinas en las que las llevan al cementerio el día de su fiesta.

Además, las personas que no son poseedoras de Ñatitas asisten al cementerio con fe para rezarles y pedir favores a cambio de regalos, cigarrillos, flores o algún tipo de ofrenda. Es una festividad muy común en ámbitos populares.

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