Voy a proponer a los trabajadores de Bolivia y de nuestra región que hagamos memoria histórica de uno de los aportes más importantes que nos dejo el intelectual revolucionario Karl Marx en su trabajo titulado “Salarios, Precios y Ganancias”. Documento que debemos tomar en cuenta a la hora de nuestras luchas contra el capitalismo que nos somete a la explotación y la pobreza estructurales.
Tanto Salarios como Ganancias y los precios de los productos que permiten la reproducción de la clase trabajadora, son aspectos de la economía política del capitalismo que, debemos entender a cabalidad, para diseñar nuestras estrategias de lucha permanente en contra de nuestro enemigo principal, el capitalismo depredador y el trabajo asalariado.
El aporte de Marx al que nos referimos hace las afirmaciones siguientes:
- Un aumento general de los salarios no daría como resultado el incremento de los precios, sino la disminución de la tasa de ganancia de los capitalistas.
- Los capitalistas siempre se resisten al incremento de los salarios.
- El salario siempre puede ser mejorado a costa de la ganancia de los capitalistas.
- Desde el punto de vista de los capitalistas el salario representa una disminución a sus ganancias.
- Si el incremento salarial llegaría a anular la ganancia, el capitalista ya no estaría dispuesto a jugar su papel de explotador.
Estas afirmaciones hechas en este escrito nos muestran que la relación positiva entre salarios y precios no es un hecho automático, sino que está mediado por las decisiones de los capitalistas.
Por eso cuando los economistas, que por cierto están formados para defender a los patrones y propietarios del capital, nos dicen que un incremento salarial afectara a un incremento de los precios de los bienes que compramos con nuestros salarios, no hay que confiar en ellos, porque nos están explicando, o mejor están repitiendo lo que sus libros y manuales de economía dicen. Los economistas de nuestro medio tienen formaciones parciales y no tienen la capacidad de investigar el fondo de los fenómenos.
El documento de Marx, afirma que los precios se incrementan por una decisión de los capitalistas que no quieren que sus ganancias sean disminuidas al ser obligados a incrementar los salarios que pagan a sus trabajadores.
Un aumento real de los salarios debía darse a expensas de una disminución de las ganancias, puesto que así lo planteaba el padre de los economistas burgueses, el escoses Adam Smith. Este economista padre del liberalismo económico, según lo reconocen los economistas, afirmaba que el capitalismo debía progresar hasta un estado en el cual los salarios aumentarían y las ganancias disminuirían, esa era la sociedad capitalista que pregonaba. A estas alturas de la historia nada de eso ha sucedido.
Es por estas razones que el revolucionario Marx afirma que la lucha de los trabajadores debe tener otra orientación y no la de enfrascarse en luchas meramente salarialistas. Otras afirmaciones que se extrae del documento citado dicen:
- En momento de auge, los trabajadores intentan recuperar el valor de su fuerza de trabajo.
- En general solo en estos momentos los trabajadores podrían obtener conquistas.
- En momentos de crisis, cualquier mejora se encuentra amenazada.
Es decir que cuando la economía está en momentos de boom o de auge, como está ocurriendo con la economía boliviana, la lucha por el incremento salarial tiene como objetivo la recuperación de lo que se perdió en el periodo de las crisis económicas. Estos son los momentos en los cuales los trabajadores tendrían que arrancar al capitalista incrementos salariales importantes. En momentos de crisis el mecanismo del capitalismo frena cualquier mejoramiento del salario, amenazando con despedidas y cierres de empresas.
Lo anterior nos explica los límites que tiene la lucha por el incremento salarial. Entonces el dedicarse exclusivamente a esta lucha tiene sentido si es que, por parte de los trabajadores, se defienda al estado actual de cosas. Entonces como que la lucha por el salario resulta ser conservador y no revolucionario.
Por su parte el capital tiene por objetivo crecer y crecer, mediante la acumulación. El proceso de la acumulación no se frena nunca, apenas se modifica. En momentos de auge económico los capitalistas se expanden, se fortalecen porque logran buenas y jugosas ganancias, es el caso de los empresarios de la agroindustria boliviana que además de estar favorecidos por las subvenciones en el diesel, también se favorecen por el incremento de los precios de la soya y sus derivados. En momentos de crisis, muchas empresas tienen que cerrar para dar pasos al potenciamiento de monopolios que se prepararan para el próximo periodo de auge, esto es lo que se llama el proceso de concentración y centralización del capital.
Tanto en periodos de auge como en los de crisis el capital se beneficia y como el salario para él es un costo, entonces utiliza todos sus mecanismo de poder, como su Estado, para lograr que los trabajadores tengan siempre bajos salarios, esta es la manera más cínica de presentarse en el mercado como competitivos.
Entonces esta lucha por los salarios resulta ser un desgaste de fuerzas que pretenden cambiar, parcialmente, los efectos del funcionamiento del capitalismo y no sus causas, es una lucha por la forma y no por el contenido. En un proceso como el que nos plantea Marx, se corre el peligro de que los trabajadores estén tras el fetiche del salario.
Entonces la conclusión es que la lucha debe ser por abolir las casusas que mantienen estos círculos viciosos en el funcionamiento del capitalismo. El Propio Marx advierte a los trabajadores, lo siguiente.
“la clase obrera debe comprender que el sistema actual, aun con todas las miserias que vuelca sobre ella, engendra simultáneamente las condiciones materiales y las formas sociales necesarias para la reconstrucción económica de una nueva sociedad”
En vez del lema conservador “un salario justo para una jornada de trabajo justa”
Deberá inscribir en su bandera: “Abolición del trabajo asalariado”.
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