por: Rolando Gómez
El bloqueo económico, político y mediático impuesto por los Estados Unidos que Cuba resiste invicta, desde hace más de cincuenta años, es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos que provoca daños, carencias y sufrimientos pero no ha impedido la igualdad de oportunidades, la equidad en la distribución de la riqueza, ni la justicia social. El persistente empeño norteamericano en imponer un “cambio de régimen” al pueblo cubano, es una grave violación a su derecho a la autodeterminación y no ha podido impedir la participación activa, democrática y directa de sus ciudadanos en la edificación del orden constitucional, en las decisiones de gobierno ni en la elección de sus autoridades. Cuba es un país sin personas desprotegidas, ni privadas de dignidad, donde no hay niños sin educación de calidad, enfermos sin esmerada atención médica o ancianos sin protección social. Una nación donde no existen trabajadores, campesinos, intelectuales o estudiantes cuyos derechos no estén protegidos por la ley. Un lugar con seguridad ciudadana, sin crimen organizado, ni drogas, un pueblo unido, con profunda cohesión social. Un Estado sin un solo ejecutado extrajudicialmente, torturado ni desaparecido, sin secuestros ni cárceles secretas. En los últimos años, se han producido cambios significativos en la economía y la sociedad cubanas. Se ha avanzado en el proceso de perfeccionamiento institucional, se continuó profundizando en la participación y el control ciudadano como fundamento de nuestra democracia y se sostuvo el empeño por alcanzar un desarrollo sostenible con justicia social. Cuba sigue comprometida en su decisión irrevocable de avanzar en su desarrollo socialista, autóctono, original, democrático y libremente participativo. Nuestro país no pretende que se considere su socialismo un modelo para nadie. Tampoco acepta que exista un modelo único o universal de democracia y mucho menos la imposición del sistema político de los países industrializados de occidente, que ha entrado en crisis. Rechaza asimismo la manipulación política, la hipocresía y el doble rasero, frecuentes en el debate sobre los temas de derechos humanos. La Asamblea Nacional del Poder Popular adoptó Lineamientos Económicos y sociales que constituyen un conjunto de decisiones esenciales de actualización del modelo económico y social cubano y un programa de gobierno. Fueron adoptados tras un amplísimo debate popular en el que millones de cubanas y cubanos formularon, con absoluta libertad, más de 400 mil enmiendas que modificaron dos tercios del proyecto y votaron sobre cada uno de sus doce capítulos. Fue esta una experiencia peculiar de consulta directa a los ciudadanos para obtener consenso sobre las políticas económicas, monetarias y sociales del gobierno, y las medidas para superar los efectos de la crisis económica global y los problemas de la economía cubana sin recetas neoliberales de austeridad, sin salvar bancos a costa de injustos recortes sociales. Se han adoptado nuevas normas que amplían la base legislativa de los derechos humanos, como las relativas a la seguridad social, la vivienda, el empleo y el trabajo por cuenta exclusivamente personal, la entrega de tierras en usufructo, entre otras. A su vez, se viene avanzando en el perfeccionamiento y actualización del sistema jurídico del país, a través de la aplicación de un grupo de modificaciones que se corresponden con las necesidades de la sociedad cubana y los más elevados estándares internacionales en la materia. Entre ellas destacan las enmiendas a la Ley de Migración, que han tenido gran impacto y favorecido las relaciones de la Nación cubana con su emigración pese a la constante manipulación política del tema migratorio. El sistema de protección jurídica de los derechos humanos en Cuba no queda restringido a su formulación constitucional. Está debidamente desarrollado e implementado en otras normas sustantivas y procesales vigentes, acorde con los derechos reconocidos en la Declaración Universal y en los demás instrumentos internacionales de derechos humanos. Cuba ha obtenido significativos avances en la realización de los derechos económicos, sociales y culturales. A pesar del bloqueo de Estados Unidos y su inmenso costo económico y social, Cuba es de los pocos países que han cumplido gran parte de las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Cuba ya ha alcanzado el Objetivo Nº 1 que trataba de erradicar la pobreza extrema y el hambre; el Nº 2, de lograr la enseñanza primaria universal; y el Nº 4 que planteaba reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años. Igualmente avanza de manera importante en el cumplimiento del Nº 3, sobre promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer. Cuba es un país de alto desarrollo humano, que ocupa el lugar 51 entre 187 países, de acuerdo con los Informes de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Adicionalmente, según el “Índice de Desarrollo Humano No Económico”, se encuentra en el puesto 17 a nivel mundial, siendo el país en desarrollo con mejores resultados. La educación alcanza cobertura universal y es gratuita en todos los niveles de enseñanza. El Estado cubano garantiza, a través de sus diversos programas, que cada niña, niño y adolescente tenga la posibilidad y el derecho de estudiar en el Sistema Nacional de Educación y llegar en su formación, con igualdad de oportunidades, hasta donde sus capacidades y esfuerzos le permitan. El Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros fue investido como autoridad para la protección y supervisión de los derechos de la niñez. El derecho a la educación se asegura a todo niño y joven con cualquier discapacidad mental o física a través de la Educación Especial, cuando no es posible la integración plena de la persona con capacidad diferente en las instituciones de enseñanza general. La atención a estos niños y jóvenes se realiza en cada rincón del territorio nacional en diferentes modalidades y en todos los niveles de enseñanza. El más reciente Informe Mundial de la UNESCO sobre el Seguimiento de la Educación para Todos (2012) posiciona a Cuba en el lugar 16 por su índice de desarrollo educacional. La UNESCO reconoció a Cuba como el país latinoamericano y caribeño que destina la proporción más elevada de su presupuesto nacional a la educación. Bajo la prédica martiana “ser cultos para ser libres”, Cuba se destaca por su desarrollo cultural, el pleno acceso de la población al arte y la literatura, por la preservación y defensa de nuestra cultura y el enriquecimiento de nuestros valores espirituales. Cuba sigue promoviendo el enfoque preventivo en materia de educación y reinserción social para evitar la delincuencia. La labor preventiva en las escuelas se enfoca en la lucha contra el uso de las drogas y psicofármacos, la eliminación de conductas sociales inadecuadas, el buen uso de la lengua materna, la educación en valores éticos y el desarrollo de una conducta sexual responsable. Se desarrollan servicios de Línea Ayuda en la prevención del consumo de las drogas y la educación de la sexualidad con enfoque de género y derechos. Cuba es igualmente reconocida por sus destacados resultados y la elevada calidad de su sistema de salud pública, con cobertura universal y asistencia gratuita. Con una tasa de mortalidad infantil de 4.2 por cada mil nacidos vivos y una tasa de mortalidad materna de 21,5 por cada 100.000 nacidos vivos, Cuba ha consolidado indicadores que superan a los de muchos países industrializados. Con un médico por cada 137 habitantes, Cuba es, según la Organización Mundial de la Salud, la nación mejor dotada en este sector. El país cuenta con más de 130.000 médicos graduados de 1961 a la fecha. Hoy más de 95.000 estudiantes de Ciencias Médicas estudian en el país, con 13 carreras de nivel superior, y 24 en el técnico. El Programa de Vacunación de la Isla garantiza una de las más amplias coberturas de inmunización en el mundo, permitiendo la prevención de 13 enfermedades. Ello ha contribuido a la eliminación de la malaria, poliomielitis, difteria, tosferina, sarampión, rubéola, síndrome de rubéola congénita, tétanos neonatal y meningitis tuberculosa. El 80% de los enfermos del SIDA no mueren. Se profundiza la investigación de vacunas para los virus del cólera, el dengue y el VIH, entre otros. Más de 19 371 madres de hijos con discapacidad severa reciben protección por parte de la seguridad social. La atención al adulto mayor es una prioridad y para ello se realiza un trabajo multidisciplinario e intersectorial, que garantiza la calidad de vida de este creciente sector poblacional. La esperanza de vida al nacer alcanza los 78 años como promedio. En la próxima década, más del 87% de los cubanos sobrevivirán los 60 años. Los derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona, se sustentan en el principio de respeto a la dignidad humana, y constituyen pilares en la actuación de las autoridades cubanas y del funcionamiento de toda la sociedad. Cuba reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa sin discriminación alguna. En el país están presentes alrededor de cuatrocientas religiones e instituciones religiosas. Las libertades de opinión, de expresión, de información y de prensa son reconocidas a todos los ciudadanos. El elevado nivel educacional y cultural del pueblo, el carácter social y público de los medios de información, la inexistencia de emporios financiero-mediáticos que en otros lugares imponen intereses económicos y políticos, la ausencia de publicidad comercial que es generalmente embrutecedora, y el ejercicio del poder popular facilitan las condiciones materiales para su disfrute. El bloqueo impide a Cuba conectarse a los cables submarinos cercanos, encarece los servicios y dificulta el acceso de la población a estos, prohíbe a proveedores internacionales suministrarnos servicios, software o tecnologías. A nuestro país se le niegan diversos servicios de Google, por ejemplo, o el acceso a plataformas tecnológicas internacionales. En Cuba, la igualdad y la no discriminación están plenamente garantizadas. Los avances logrados en materia de género son sobresalientes. El gobierno cubano sigue aplicando múltiples leyes, políticas y programas dirigidos a la afirmación de esos. Como resultado de las estrategias gubernamentales dirigidas a promover a las mujeres a cargos públicos, la proporción de cubanas en la Asamblea Nacional del Poder Popular es del 48.86%. En términos proporcionales, Cuba ocupa el segundo lugar a nivel mundial por la proporción de mujeres parlamentarias. Dos mujeres son Vicepresidentas del Consejo de Estado y estas constituyen, además, el 41.9% de sus miembros. Un tercio de los Ministerios están encabezados por ellas. Las mujeres cubanas alcanzan más del 42,4% en cargos de dirección y representan más del 65,6% de la fuerza profesional y técnica del país. En la fuerza laboral activa son el 47,3%. Por primera vez, fue erradicado el racismo institucional, se brindaron amplias posibilidades de superación y beneficios reales a los sectores más desfavorecidos y se lucha por asegurar una completa y efectiva igualdad de oportunidades a sectores históricamente desfavorecidos o familias disfuncionales. No han sido aún superados ciertos prejuicios y estereotipos raciales que sobreviven del pasado colonial de la esclavitud y un régimen neocolonial que entronizó el racismo y la segregación racial. Como complemento al esfuerzo gubernamental y a la completa protección que dan nuestras leyes, se ha decidido encargar a un Vicepresidente del Consejo de Estado del seguimiento y la supervisión de la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Otro tema en el que se avanza de modo sostenido es la lucha contra la discriminación por motivo de la orientación sexual. El Programa Nacional de Educación Sexual ha incorporado una estrategia educativa permanente por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, estableciéndose múltiples espacios de intercambio sobre la base de los principios de igualdad y no discriminación. Con relación al fomento y la garantía de realización de los derechos de las personas discapacitadas, se ha logrado que la mayoría de ellas puedan estudiar e incorporarse al trabajo. Se les brinda apoyo en las más disímiles esferas de la actividad social. El Sistema Penitenciario Cubano se sustenta en el principio del mejoramiento humano. Cuba cumple los preceptos de las Reglas Mínimas Internacionales para el Tratamiento a los Reclusos y privilegia el enfoque preventivo a través de numerosos programas sociales, entre ellos los dirigidos a convertir las prisiones en centros de educación. Todos los reclusos tienen garantizada su atención médica y estomatológica gratuitas y en condiciones de igualdad al resto de la población cubana. Reciben salario igual por el trabajo que realicen. En Cuba, 27 095 internos, aproximadamente la mitad del total, se encuentran incorporados al estudio en los diferentes niveles de enseñanza, incluido el universitario, en cada establecimiento penitenciario del país. Muchos de ellos se capacitan además en algún oficio. Este sistema educativo ha ayudado a los internos en su reincorporación a la sociedad, incluido el trabajo. Nuestro pueblo, pese a carencias y dificultades, ha compartido y comparte desinteresadamente lo que tiene con otras naciones, contribuyendo solidariamente a la realización de los derechos humanos de otros pueblos del mundo. Hoy Cuba cuenta con más de 56 200 colaboradores cubanos que brindan servicios en 101 países y 4 territorios de ultramar. Más del 70 % pertenece al sector de la salud. Se forman en Cuba como becarios más de 29 300 jóvenes de 115 países. De ellos más de 18 800 becarios son de América Latina y el Caribe. Se han graduado en Cuba más 55 200 jóvenes de 134 países y de 5 Territorios de Ultramar. El programa “Operación Milagro” cuenta con 63 Centros Oftalmológicos, 84 Posiciones Quirúrgicas y 821 colaboradores cubanos en 16 países. Desde el 2004, ha devuelto la visión a decenas de miles de ciudadanos y realizado cirugías oftalmológicas gratuitas a 2,4 millones de personas de 34 países de América Latina, el Caribe y África. Desde el 2005, el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias (“Henry Reeve”) ha brindado asistencia médica a más de 3 millones de damnificados. Ese Contingente ha realizado más de 33.800 intervenciones quirúrgicas y ha contribuido a salvar 468.000 vidas. Estudios clínico genético y psicosocial a personas con discapacidad en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela han tenido gran impacto para la identificación de personas discapacitadas con programas de atención a las mismas. Se mantiene la cooperación en Haití, hermana nación del Caribe que necesita recursos para la reconstrucción y el desarrollo. Han trabajado allí más de 12 mil colaboradores cubanos. A partir del 2004, se ha ampliado la cooperación en los procesos de alfabetización y post alfabetización mediante los programas cubanos “Yo, sí puedo” (Premio UNESCO/Rey Sejong), “Ya puedo leer y escribir” y “Yo, sí puedo seguir”. Hasta noviembre de 2012, se habían graduado del programa “Yo, sí puedo” 6,9 millones de personas y 976 mil del “Yo, sí puedo” seguir en 28 países. Particular importancia revisten en el país las buenas prácticas en la prevención y mitigación de los desastres naturales que provocan serias afectaciones en el país. Gracias a ello, se ha logrado limitar todo lo posible la pérdida de vidas humanas durante el paso de huracanes. Así ocurrió en el 2008 cuando Cuba fue impactada por 3 huracanes de gran intensidad y 2 tormentas tropicales, que causaron daños por 10.000 millones de dólares, pero la pérdidas de vidas es significativamente inferior a las que se producen en los propios Estados Unidos, a pesar de la diferencias de medios. Cuba es Estado Parte en 42 tratados internacionales de derechos humanos y cumple con sus disposiciones. Otros instrumentos de derechos humanos, incluidos ambos Pactos, continúan bajo consideración por las autoridades correspondientes. * Embajador de Cuba en Bolivia |
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