marzo 28, 2024

Retorno la COB: ahora a recuperar el programa de la izquierda revolucionaria

La izquierda en Bolivia no puede leerse exclusivamente en tesitura leninista. La realidad concreta de cada formación económica y social siempre será única, pues tendrá articulaciones, formas y sistemas irrepetibles por la forma en cómo se dieron en la historia concreta de cada pueblo.

Por eso para analizar a la izquierda en Bolivia debemos acunarnos en la segunda tesis de Marx en sus Tesis sobre Feuerbach y mostrar la verdad práctica en la terrenalidad del pensamiento:

En Bolivia la izquierda revolucionaria ha tenido cuatro formas de organización y práctica: la sindical, la clásica partidaria, la de grupos intelectuales con capacidad de incidencia en la política y actualmente la que se expresa a través de los denominados movimientos sociales.

Unas con posiciones de transformación estructural manifiestas y otras con un dejo más reivindicativo coyuntural, lo cierto es que esas son las expresiones históricas de las diferentes formas orgánicas en que se expresan las corrientes de las tendencias anticapitalistas y antiimperialistas en nuestro país.

Las diferencias entre estas formas y hasta al interior de cada una de estas es también evidente. Sin embargo y pese a las diferencias, la unidad en la acción no es una cuestión ideal, sino que ya se materializó en diferentes coyunturas en nuestra historia.

Sin embargo, al igual que ocurre en la derecha, una unidad monolítica de la izquierda es algo casi imposible de lograr. Al interior de la izquierda ortodoxa y testimonial, significaría expresar la voluntad de renunciamiento personal de tradicionales dirigentes, cosa que no es moneda común entre los líderes políticos en nuestras sociedades.

La unidad que si es posible alcanzar es la unidad programática, donde las diferentes tendencias manifiesten sus programas y proyectos de país y donde la lucha anticapitalista, antiimperialista y anticolonial se exprese en un conjunto de realizaciones posibles.

Esa es la unidad posible y por eso mismo unidad revolucionaria que es preciso construir en el proceso de cambio. Ese es el desafío de las cuatro formas de izquierda que existen al interior del proceso de cambio, y que hasta el momento, no han materializado una tendencia revolucionaria que orgánicamente aporte con ideas y proyectos para la profundización y su transformación en proceso socialista comunitario.

Es tiempo de debatir los programas de estas expresiones y a partir de ello, alcanzar los denominadores comunes que permitan construir esa unidad de izquierda, unidad programática, unidad no coyuntural y menos electoral.

Saludamos y vemos en la práctica, que el retorno de la COB al Bloque Sindical Revolucionario no fue un acto simbólico.

Su presencia el 1ero de Mayo en La Paz y ahora en Santa Cruz con motivo de la reunión del G77+China, no es un dato menor. Felizmente se está retomando la fuerza de movilización de masas que diera origen a este proceso de cambio. Felizmente esas acciones evitan un mayor grado de incidencia de la derecha que en algunas de sus expresiones pretende seducir al proceso y llevarla por sus derroteros.

Está bien el retorno, sin embargo no es suficiente.

A esta capacidad de movilización es preciso ayudarle a construir su mapa, su recorrido, sus metas que intuitivamente están presentes, pero que aún no se han transformado en conciencia revolucionaria. Es preciso que desde dentro del proceso se radicalice, profundice y dinamice el proceso de cambio. De lo contrario, su posibilidad de burocratización, pesadez política y hasta de corrupción se materializará, como ocurre en todo proceso revolucionario que aún no concluyó su revolución moral e intelectual entre los nuevos sujetos que detentan el poder.

Construyamos la tendencia unitaria de la izquierda al interior del proceso de cambio. Atrevámonos a discutir el programa de unidad que oriente su accionar. ¿Seremos capaces de lograrlo? Creemos que sí. Es hora para los revolucionarios de los sindicatos, movimientos sociales, partidos y grupos intelectuales, de estar-estando en el proceso de cambio. De materializar sus programas. De aportar orgánicamente a la transformación socialista de nuestro país.

Es el desafío y la responsabilidad histórica a asumir. Hagámoslo!


* Fernando Rodríguez Ureña es zoociologo, con maestría en quimeras. Hizo su doctorado en la pluriversidad de Los Sauces en Lian Ma He Nan Lu. Alguna vez fingió como diplomático.

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