No existe nada más evidente que las constantes masacres en Gaza para afirmar rotundamente que la humanidad se encuentra en una de sus crisis civilizatorias más profundas. Israel es la muestra de la deshumanización más vil, con el sólo razonamiento de la conquista territorial y el exterminio de un pueblo.
Los instrumentos de paz que la humanidad “civilizada” ha creado, han demostrado su incapacidad para poner freno a las masacres ¿por qué ocurre este fenómeno? Hace ya tiempo que la organización de Naciones Unidas no es el instrumento idóneo para una cordial relación entre los estados, el desprecio por las Naciones Unidas demostrada por los Estados Unidos marcó la pérdida de credibilidad y su sometimiento a las políticas imperiales de EE.UU.
El apoyo incuestionable de Estados Unidos a Israel es una muestra del carácter de expansión del pensamiento de dominio imperial, es la forma concreta de la existencia de un nuevo eje mundial que protege los intereses del nuevo colonialismo.
La crisis de valores ha llegado a tal nivel que, ni el Jefe del Estado del Vaticano, ha tenido la capacidad de influir en el mundo católico para frenar el genocidio, seguramente los acuerdos entre la Iglesia Católica apostólica y romana y su par judía, no le permiten conmoverse con las declaraciones de muerte y genocidio realizadas abiertamente por legisladores y miembros del gobierno israelí.
Es la primera vez, desde que Hiroshima fue arrasada por la bomba atómica, que vemos cómo la población civil, especialmente niños, es el blanco de las mortales armas del expansionismo sionista. Pero por otra parte, también con la misma tenacidad del pueblo vietnamita, los hermanos palestinos resisten, y resisten los feroces ataques producto de los bajos instintos, cobijados en un discurso de la sinrazón.
Los pueblos del mundo debemos tomar las calles para demostrar nuestra solidaridad con los hermanos palestinos y llegado el caso engrosar las brigadas internacionales de resistencia. No podemos esperar que la razón y el pensamiento humanista pueda caber en los cerebros carcomidos de odio que hoy tiene el gobierno en Israel.
En 1937 en un día gris de abril, Guernica fue destruida por la aviación alemana para favorecer la dictadura de Franco, hoy no podemos ver impávidos la destrucción de Gaza, son las mismas razones, son los mismos monstruos, son los mismos niños, son las mismas muertes.
Gaza es el símbolo de dignidad que aún hoy el mundo entero puede conocer, de su triunfo o derrota depende el futuro de la humanidad como civilización.
* Camilo Katari, es escritor e historiador potosino
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