marzo 29, 2024

Bases para una reforma a la Justicia ¿Y ahora qué?

Una revolución en la justicia supone pensar que la justicia se desarrolla en muchos más espacios que los tribunales. Las personas llegan a los tribunales cuando no poseen justicia, cuando no tienen más remedio que pagar a un abogado en busca de que éste le de algo de esperanzas en que podrá tener justicia.

Para muchos el momento clímax de la política se encuentra en el día de las elecciones. Para otros este día es sólo una parte incluso muy pequeña del fenómeno político, mucho más con el escenario electoral que se tiene en Bolivia. Entonces los grandes retos del fenómeno político empiezan este 13 de octubre.

La dupla Evo – Álvaro ganó las elecciones con una amplia mayoría y ahora el campo de lucha política se traslada al interior del Movimiento Al Socialismo (MAS). Desde el 13 de octubre al 22 de enero de 2015 se articula un nuevo escenario legislativo y también se desarrollan cambios y modificaciones al nivel del Ejecutivo.

El 22 de enero del 2015 el presidente Morales presentará su nuevo gabinete como resultado de la configuración de las alianzas que realizó el MAS a momento de montar su campaña. Los grandes retos y los grandes temas serán los que caractericen la forma y estructura del nuevo gobierno de Morales. Con una nueva correlación de fuerzas de oposición en el legislativo, los retos exigen a esta oposición político partidaria la virtud de lectura del fenómeno político en curso, de lo contrario la oposición será una vez más una oposición contradictoria y sin la mínima posibilidad de iniciativa.

Algunos de los grandes temas tienen que ver con la administración de los espacios de conflictividad, algunos que se arrastran desde el 2006 y posteriormente con la implementación de la nueva Constitución Política del Estado, otros que serán emergentes del momento y tiempo político en curso.

Repasemos el gran tema que tiene ante si el nuevo gobierno y oposición: la justicia.

Justicia como servicio a la población

El gran tema de esta gestión de gobierno será responder a la pregunta de cómo mejorar el desempeño de las instituciones de Justicia. Será necesario no sólo concentrarse en la forma de elección de las altas magistraturas, sino en lograr que la Justicia deje de ser un juego de poder y pase a convertirse en un servicio a la población.

Si bien se puede discutir mucho sobre cual es la mejor forma de elegir a las altas magistraturas, la justicia que la población siente y con la que se relaciona no es la de estos grandes tribunales. La población sufre el encuentro con el diseño institucional mismo de la administración de justicia. Primero porque no accede mínimamente a ella y segundo porque cuando lo hace se encuentra en un espacio de exacción y corrupción peor que el de una novela de Kafka.

La revolución de la justicia es necesaria y supone un cambio en la manera de comprender la justicia.

Esto implica:

a. Empezar con una amnistía universal que permita vaciar las cárceles de presos sin condena, sin la necesidad inquisitiva de buscar a los responsables de este fenómeno, sino simplemente avanzar a un garantismo penal en el cual la libertad sea la regla y la detención preventiva la excepción, esto supone evitar la tentación de penalizar todo y avanzar a un minimalismo penal;

b. Una apuesta por los medios pacíficos y alternativos de resolución de controversias, es decir la generación de espacios de justicia de paz en la que los ciudadanos sean los protagonistas de la resolución de sus conflictos para que de esta manera el procedimiento judicial sea el último recurso. Esto supone una desabogadización de los conflictos. La nueva justicia debe preguntarse ¿por qué se ha pensado que sólo los abogados son capaces de resolver los conflictos cuando en la práctica no lo han hecho?

c. Procedimientos judiciales más expeditos, rápidos, sencillos y gratuitos en busca de que la población pueda comprender de cabo a rabo el estado de su proceso, y se encuentre con instituciones de justicia al servicio de la población;

d. Una apuesta al principio de “buena fe” en la administración pública en busca de lograr una mayor ejecución que supone también lograr que el Estado realice sus tareas y fines sin que una docena de abogados se encuentren amedrentando a los servidores públicos con la amenaza de un proceso administrativo por la compra mal hecha de una caja de clips. Dicho de otra manera que el parámetro sean los resultados;

e. Una constitucionalización del ordenamiento jurídico y de las instituciones estatales, es decir una progresiva adecuación a los principios y normas establecidas en la Constitución de toda la legislación boliviana y de todo el actuar de las instituciones estatales, la Constitución tiene que tener la fuerza de invadir y expandirse por todo el sistema de administración de justicia;

f. Una apuesta a lo plurinacional, lo cual supone un mayor desarrollo del pluralismo jurídico, de las autonomías en sus distintos niveles y a la vez de gestión de conflictividad local a partir de una descentralización de la justicia.

g. Un nuevo diseño de Tribunales Supremos y de Tribunal Constitucional. Se debe de modificar la aplicación de instancias como una forma de demorar y ralentizar la administración de justicia. El Tribunal Constitucional Plurinacional debe adoptar el principio de restricción judicial en buscas de seleccionar y admitir sólo un conjunto limitado de acciones que le permita marcar una jurisprudencia obligatoria para todos los demás Tribunales.

h. Generar mayores mecanismos de garantía a la independencia de las instituciones judiciales, desde la instauración de una carrera judicial claramente meritocrática a la reforma de los espacios de justicia.

Una revolución en la justicia supone pensar que la justicia se desarrolla en muchos más espacios que los tribunales. Qué es más, las personas llegan a los tribunales cuando no poseen justicia, cuando no tienen más remedio que pagar a un abogado en busca de que éste le de algo de esperanzas en que podrá tener justicia.

El Presidente Morales ha sido el primero en llamar a una revolución en la justicia, ese es el mejor síntoma de que están dadas las posibilidades para empezar esta revolución.

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