“Las lógicas de composición del Gabinete obedecen a la necesidad de concreción de políticas de Estado –como el caso de la Agenda Patriótica 2025 para Vivir Bien–, por lo que la búsqueda de colaboradores del Presidente responde a miradas de largo aliento más que exigencias sectoriales y coyunturales en torno a cuotas particulares de poder”.
El golpe de timón del Presidente frente al pragmatismo político de algunos
La conformación y posesión del nuevo Gabinete del Presidente Evo Morales el pasado 23 de enero de 2015 confirmó un golpe de timón previsible del Gobierno, luego de las pasadas elecciones nacionales de octubre de 2014. Si bien la campaña electoral nacional estuvo marcada globalmente por los resultados del desempeño gubernamental de los últimos años (producto de una economía saneada y estable,) un extenso programa de obras públicas e inversión social, además de los esfuerzos de la reconstrucción del aparato productivo y la institucionalidad del Estado (lo cual dejó fuera de competencia electoral a la oposición política nacional) también estuvo contrastada (según algunas fuentes cercanas al oficialismo de Gobierno) con altas dosis de “pragmatismo”.
Dicho pragmatismo se podía constatar en octubre pasado en los medios de comunicación bajo la denominación de “entronque público – privado” [1], argumentando los ideólogos proclives de este acercamiento hacia los sectores empresariales y privados, que era un requisito para la conquista electoral del oriente. La confirmación del entronque público – privado no solo se manifestó en la composición de algunos nombres en las listas de candidatos invitados por el MAS (en Santa Cruz, por ejemplo), sino también en un programa nacional de análisis político, cuando un asesor de marketing político del Gobierno a título personal sostuvo: “El MAS fue fuerte estratégicamente porque giró hacia el centro”, considerando dicha oscilación hacia el centro como un indicador positivo a contracorriente de la expresa preocupación de muchas de las organizaciones políticas y sociales que conforman el bloque social en el poder, quienes argumentan la necesidad de “extender el proceso de cambio hacia el oriente” y veían con recelo el acercamiento a los privados cruceños.
Esta suerte de pragmatismo político que tiñó el clima electoral nacional de fines de 2014 también se unió con una fuerte carga de desgaste de las figuras de algunos de los Ministerios del Gabinete Presidencial, siendo los casos más emblemáticos el del Ministerio de Salud, por la controversia entre el saliente Ministro Calvimonte con el magistrado Cusi, además del desgaste estructural que sufrieron (entre otros/as) las Ministras de Comunicación (Amanda Dávila) y de Justicia, (Sandra Gutiérrez) por la naturaleza de sus respectivas carteras y las actuales coyunturas políticas.
Un gabinete político, por encima de lo técnico, jurídico y económico
Entre las afirmaciones más sobresalientes del discurso del Presidente Morales el pasado 23 de enero, en ocasión de la posesión de los nuevos y ratificados Ministros de Estado, destaca el énfasis político que dio al Gabinete: “Este Gabinete, por encima de lo técnico, de lo jurídico y de lo económico, es un gabinete político. Aquí hay que responder políticamente frente a las agresiones internas y externas”.
Además del mantenimiento de los Ministros David Choquehuanca en Relaciones Exteriores, Juan Ramón Quintana en el Ministerio de la Presidencia y Luis Arce en el Ministerio de Economía y Finanzas –quienes constituyen los “decanos” entre los ministros–-, el carácter político del gabinete también se manifiesta por el nombramiento de Hugo Moldiz en el Ministerio de Gobierno, ya que Moldiz no sólo fue cofundador de la Coordinadora Nacional por el Cambio – CONALCAM (instrumento político de vanguardia y defensa del proceso de cambio), sino también uno de los ideólogos cercanos al Gobierno, quien participó en la elaboración de la Agenda Patriótica, entre otras cosas (algunas fuentes internas en la CAINCO manifestaron preocupación por el nombramiento de Moldiz, siendo militante comunista, guevarista y muy cercano a la Revolución Cubana y Boliviariana de Venezuela, al considerarlo “muy radical” en sus posiciones y línea política). La incorporación de Moldiz Mercado al Gabinete del Presidente Morales es sin duda una de las mayores señales políticas, tanto hacia las oposiciones nacionales, regionales, como hacia el interior de la estructura de Gobierno y del instrumento político.
Renovación y promoción de cuadros políticos
Otro de los elementos a destacar en este nuevo Gabinete con énfasis político es la renovación y promoción de nuevos cuadros políticos, como el caso del ex Concejal cruceño por la alianza MAS–ASIP, Hugo Siles, quien asumió el Ministerio de Autonomías en lugar de la también cruceña Claudia Peña. El caso de Hugo Siles muestra la búsqueda de equilibrios políticos de parte del Presidente Morales, ya que entre 2010 y 2014, como concejal Siles había ejercido un solitario rol de fiscalización al Alcalde cruceño opositor Percy Fernández, iniciándole más de una treintena de juicios en la fiscalía local. Producto de su rol de opositor al Gobierno municipal de Santa Cruz de la Sierra, este resultó ser uno de los posibles nombres que se manejaban para candidato a Alcalde del MAS. Dicha candidatura no prosperó, más el trabajo político y el perfil profesional de Siles Núñez del Prado no pasó desapercibido. El nombramiento de Ariana Campero como la nueva Ministra de Salud o María Alejandra Moreira como la Ministra de Medio Ambiente también responde a la búsqueda de renovación y promoción de cuadros políticos desde el interior de la estructura del Gobierno.
Cualidad técnica
Además del perfil político, la cualidad técnica pesó en el reclutamiento de los nuevos Ministros, como ser el caso de la nueva Ministra de Transparencia, Lenny Valdivia, quien se desempeñó como Directora Ejecutiva interina de la Autoridad de Fiscalización del Sistema Financiero (ASFI) desde 2011 o la flamante Ministra de Desarrollo Productivo, Ana Verónica Ramos, quien fue gerente general de Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y catedrática de la UMSA. Lo propio con el Ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, ex Vicepresidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), colaborador de Carlos Villegas, conocedor de la problemática de hidrocarburos y con una larga carrera al interior de la petrolera estatal.
Representación regional versus relación orgánica con los movimientos sociales
Si hacemos un poco de memoria y análisis histórico, en la etapa de la democracia pactada existía el antiguo habitus clientelar de exigir cuotas de representación partidaria en el Gabinete –habida cuenta que ningún Gobierno alcanzaba mayoría absoluta electoral–, motivo por el que se conformaban heterogéneos gabinetes ministeriales en el marco de acuerdos interpartidarios, del cual no escapaban embajadas y prefecturas. Pero también en ese habitus clientelar se exigían cuotas de representación regional, llenadas por las estructuras corporativas de los empresarios privados, quienes tenían acceso privilegiado a las carteras ministeriales de economía, finanzas y comercio exterior, entre otras.
En reflejo de este habitus de la democracia pactada, la Gobernadora cruceña, Ruth Lozada, criticó la composición del nuevo gabinete señalando que “no existía equidad por regiones, porque no todas estaban representadas”. [2] Sin embargo si observamos con más profundidad la composición del (y de los) Gabinete de Ministros del Presidente Morales, podemos observar que prácticamente desaparece esta suerte de dictamen que sigue muy presente en la mente de algunas autoridades o funcionarios públicos departamentales, analistas políticos y medios de comunicación.
Al contrario de ver cuotas de representación regional en la lógica corporativista cruceña, lo que se puede observar en las nuevas lógicas de composición del Gabinete son reclutamiento de Ministros/as que provienen de la militancia, activismo o trabajo orgánico con los movimientos sociales o de sectores de la sociedad civil organizada, como es el caso de la ratificada Ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, quien está en el Gabinete Presidencial por ser parte de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Originarias y Campesinas Bartolina Sisa (quienes son fundadoras del Pacto de Unidad), además de su trabajo territorial con las organizaciones campesinas en tierras bajas y no por ser “cuota cruceña”. También, por su lado, el nuevo Ministro de Trabajo, José Gonzalo Trigoso, fue parte del Directorio de la Corporación Minera de Bolivia – COMIBOL, vinculado también con la Central Obrera Boliviana (COB); además se podría destacar la presencia indígena originaria en la figura de la Ministra de Justicia, Virginia Velasco Condori.
El concepto de “crisis política” en decadencia
Otra manera también vinculada a los habitus de la democracia pactada tiene que ver con el concepto de “crisis política”, cuando se anunciaban cambios en el gabinete presidencial del Gobierno de turno. Se entiende el contexto en el que se da tal afirmación habida cuenta de que armar un Gabinete de Ministros en aquellas épocas suponía ensamblar un rompecabezas, intentando equilibrar cuotas de poder e intereses políticos, corporativos y regionales. Por tal motivo, los balances y equilibrios al interior de tales estructuras políticas eran frágiles y efímeras, basadas en las aspiraciones particulares (coyunturales) de cada organización y no en una visión de conjunto. Para ejemplificar lo anterior, tomamos el caso de uno de los gabinetes ministeriales de Gonzalo Sánchez de Lozada durante su segundo mandato, en el cual participaban neoliberales, socialdemócratas, conservadores y populistas de derechas, reservando para su partido (MNR), 9 de los 16 ministerios de entonces. En tal sentido, se entiende que las contradicciones entre los “aliados” eran comunes, provocando disidencias y demandas al interior de las estructuras de Gobierno, por lo que los cambios, desplazamientos, enroques y movidas no solo eran frecuentes, sino que provocaban amenazas a la gobernabilidad. Por ende, los cambios en el Gabinete Presidencial se conocían comúnmente como “Crisis de Gabinete”.
Gabinetes a largo plazo; la búsqueda de eficiencia y estabilidad
Traigo esta pequeña cápsula histórica para contrastar con el presente: amén de que el actual gobierno tiene nítida mayoría absoluta y manejo de 2/3 en la Asamblea Legislativa Plurinacional desde el año 2005 [3], las lógicas de composición del Gabinete obedecen a la necesidad de concreción de políticas de Estado –como el caso de la Agenda Patriótica 2025 para Vivir Bien–, por lo que la búsqueda de colaboradores del Presidente responde a miradas de largo aliento más que exigencias sectoriales y coyunturales en torno a cuotas particulares de poder.
Si hacemos una revisión de los 94 ministros que han acompañado a Evo Morales durante los últimos 9 años, no solo se destaca la permanencia de algunos (caso emblemáticos del Canciller Choquehuanca y del Ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora quienes se mantienen desde el año 2006), sino que muchos de los Ministros son múltiples, como el caso del extinto Presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Carlos Villegas, quien antes de ejercer como Presidente de YPFB, fue Ministro de Desarrollo Sostenible, Hidrocarburos y de Planificación. En otras palabras, los Gabinetes Presidenciales están ideados para funcionar a largo plazo para promover políticas de Estado, como también para mantener, proyectar y diversificar los cuadros políticos al interior de la estructura del Estado, manteniendo y garantizando no solo la eficiencia en la función pública, sino el capital político de la estabilidad.
Los objetivos y desafíos del actual Gabinete Presidencial 2015
Todos los medios de comunicación han reproducido las palabras del mensaje presidencial al país, resaltando la importancia de la implementación de algunos indicadores concretos en torno a la Agenda Patriótica 2025 para Vivir Bien, como la reducción de la extrema pobreza a un dígito hasta el año 2020, un aeropuerto en cada departamento, la integración carretera, como también la diversificación de la economía y del aparato productivo, la industrialización y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, en la Ceremonia Ancestral de Posesión, realizada en Tiwanaku el pasado 21 de enero de 2015, Evo Morales destacaba que su tercer mandato de gobierno debía “consolidar la revolución de la educación, de la cultura, de la salud, de la justica, del trabajo, pero sobre todo del pensamiento”.
Por lo tanto, se puede considerar que las prioridades de la gestión presidencial se concentrarán en la bifurcación de tres grandes áreas: traducir la Agenda 2025 en indicadores concretos realizables y medibles hasta el año 2025, la diversificación económica y productiva (que incluye la industrialización) y la concreción de grandes cumbres o encuentros políticos entre el Gobierno y la sociedad civil para replantear o sanear la salud, justicia, educación, trabajo y cultura en el marco de la descolonización del pensamiento. Todo esto inserto en el contexto de un gran plan de contingencia para afrontar la caída de los precios internacionales del petróleo. Si bien se puede esperar una continuidad de la estabilidad económica, política y social, el entorno económico internacional a corto plaza ha cambiado.
El legado de Carlos Villegas Quiroga
Si bien Carlos Villegas ejercía como Presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, su función y alcance trascendental al interior de la principal empresa estratégica del Estado Plurinacional era la de un súper ministro/Ministerio. Villegas lideró la formulación y ejecución de la visión estratégica de YPFB a través del Plan de Inversiones 2009–2015, Plan de Industrialización 2011–2020, Plan de Exploración 2011–2020, Plan Sectorial de Hidrocarburos de la Agenda Patriótica 2025 y el Plan Estratégico Corporativo 2015–2019, además del Plan Anual Corporativo 2015 [4], por lo que en palabras del Presidente Evo Morales, (Villegas ha sido) “un hombre insustituible y difícil de reemplazar”. Encontrar el relevo de Carlos Villegas, dado el legado de éste y en el clima de la caída de los precios del barril de petróleo, será uno de los principales desafíos de corto plazo para el Gobierno de Evo Morales.
* Politóloga cruceña
1 El entronque público – privado hacía referencia a la propuesta trabajada desde el año 2011 por la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC) de la “articulación público – privado”.
2 Pocos Ministros cruceños y solo un tercio de mujeres. La presencia femenina en el Ejecutivo se mantiene con relación al anterior Gabinete, pero es menor que en 2010. Santa Cruz apenas tiene dos Ministros. Cecilia Dorado. El Deber.
3 Trayectoria Electoral del MAS entre 1997–2014: Elecciones Nacionales de 1997 (MAS e IU): 3,71%, Elecciones Nacionales de 2002: 20,94%, Elecciones Nacionales de 2005: 53,74%, Elecciones Constituyentes de 2006: 50,72%, Referéndum Nacional por las Autonomías (No:) 57,58%, Referéndum Revocatorio de 2008: 67,40%, Referéndum Nacional de ratificación de la Constitución Política del Estado en 2009 61,43%, Elecciones Nacionales de 2009: 64,22%, Elecciones Nacionales de 2014: 61,36%.
4 Villegas deja huella en el sector energético. Energy Press. Año 14. Nro. 732. Del 26 de enero al 1 de febrero de 2015. Santa Cruz, Bolivia.
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