marzo 29, 2024

Acerca de Pierre Bordieu

Una persona en un campo determinado, con su capital determinado, no actúa de manera libre, no, actúa según su habitus.

Pierre Bourdieu, tal vez el sociólogo francés más importante del siglo XX, desarrolla y construye un aparato conceptual de mucha utilidad para leer y comprender el conjunto de interacciones sociales. En este artículo revisaremos conceptos clave como ser campo, capital, habitus, agente y otros.

Campo y capital

Bordieu denomina campo a un espacio relativamente autónomo en el que distintos agentes –instituciones, grupos y personas– ejercen una relación de dominación y otros de subordinación.

Un campo está definido por un tipo de capital común y por la lucha que los agentes establecen por la apropiación de ese capital. Los agentes batallan por modificar o mantener intacto el campo. Esta batalla no es sólo por el dinero –idea clásica de capital– sino por otros tipos de capital como son el cultural, el político, el artístico, etc. Una persona en un campo determinado, con su capital determinado, no actúa de manera libre, no, actúa según su habitus, el habitus es el modo de ver, sentir y actuar de los agentes que, aunque parezca natural, está moldeado por las estructuras sociales.

Así tenemos otras categorías necesarias para entender lo que es un campo, como son el habitus y el capital. Sin embargo debemos advertir que las nociones como la de campohabitus capital pueden ser definidas pero sólo dentro del sistema teórico que ellas constituyen, jamás de forma aislada. Pensar en campo es pensar en relaciones en las que entran en juego el capital, los agentes y el habitus.

Para que exista un campo debe existir: un capital común y una lucha por su apropiación; entonces, en busca de caracterizar lo que es un campo conviene anotar lo siguiente:

a. El campo es un sistema estructurado de fuerzas objetivas que, como un campo magnético, se impone sobre los objetos y agentes que penetran en él. Las posiciones que los agentes ocupan en el campo pueden analizarse con independencia de las características de sus ocupantes;

b. El campo es un espacio de conflictos y competición en el que los contendientes luchan por monopolizar el capital específico que caracteriza el campo. Los agentes –clases, grupos, instituciones- luchan dentro del campo para mantenerlo intacto o cambiarlo;

c. En el campo hay posiciones dominantes y subordinadas. Los dominados de cualquier campo por definición están en condiciones de ejercer fuerza, de resistir de acuerdo a las estrategias que consideren más adecuadas.

d. Los efectos de un campo sólo pueden determinarse a través de la investigación empírica, es decir no hay fórmulas.

e. Los campos son espacios históricos: cambian, se desarman, se articulan entre sí.

El campo es como un juego, hay jugadores, hay apuestas y lógicamente competición. En todo campo existe un sentido del juego, en el cual los jugadores desarrollan estrategias para jugar:

“El estado de esas posiciones determinará que haya jugadas arriesgadas o conservadoras. Las estrategias de cada jugador dependerán del volumen y de la estructura de su capital. Dos agentes pueden tener el mismo volumen de capital pero uno tener capital económico –por ejemplo el dueño de una empresa– y otro capital cultural, por ejemplo un profesor. Los jugadores pueden jugar con las cartas que tienen o intentar cambiar el valor relativo de éstas y desacreditar las que posee su contrincante” (Bourdieu citado por Flachsland, 2003: 52-53).

Así como existen reglas del juego o estructura, hay también estrategias para jugar y agentes que juegan, que al hacerlo desarrollan habitus.

Pero antes de ingresar a definir lo que es el habitus, es necesario definir lo que es un agente.

Agente

Este término es elegido por Bourdieu para evitar hablar de sujetos pero sin caer en un estructuralismo sin sujeto. El agente no es un autómata regulado ni un calculador racional, pero tampoco es el sujeto libre de condicionamientos que despliega sus deseos. El agente actúa en función de su habitus, esto es (siguiendo el ejemplo del juego) como un jugador que se coloca donde cae la pelota.

Habitus

El habitus es el conjunto de modos de ver, sentir y actuar que, aunque parezcan naturales, son sociales, es decir, están moldeados por las estructuras sociales, se aprenden. El habitus aparece como la mediación entre las condiciones objetivas y los comportamientos individuales. Hablar de habitus es colocar lo personal como colectivo.

Como lo señala Bourdieu, en el habitus podemos encontrar:

“La interiorización de la exterioridad y la exteriorización de la interioridad: las estructuras que son constitutivas de un tipo particular de contexto (…) y que pueden ser confiscadas empíricamente bajo la forma de regularidades asociadas a un entorno socialmente estructurado produciendo habitus, sistemas de disposiciones duraderas, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes” (Bourdieu, 2012:201).

Esta manera de referirse al habitus como estructuras estructuradas y como estructuras estructurantes a la vez, es tal vez, la manera más clara de explicarlo, en tanto nos está diciendo que el habitus se aprende al participar de un determinado campo y en consecuencia se trata de una estructura (exterior) estructurada (interior) y que desde ese interior (estructura estructurada) el agente se encarga de reproducir con su práctica el conjunto de relaciones sociales y entonces el habitus funciona como estructura estructurante. Es decir, el habitus es una subjetividad socializada.

Veamos esto con un ejemplo, un jugador de fútbol aprehende las reglas del campo y las interioriza, en ese momento ya no decide sus acciones de forma racional, sino por medio de su habitus, por ejemplo no tiene que preguntarse si puede o no levantar la pelota con las manos, simplemente se comporta con su habitus. Los deportistas llaman a esto sentido del juego, es decir un dominio práctico del juego que se adquiere por experiencia y que funciona más allá de la conciencia y del discurso.

Para que el juego se desarrolle tiene que existir una sintonía entre campo habitus. La sintonía entre el campo y el habitus es lo que permite construir el consenso que legitima el orden social. Así como el jugador acepta las reglas del juego para que éste pueda realizarse, el agente acepta las reglas del campo donde opera para que éste pueda perdurar (Flachsland, 2003).

Pero volvamos a la concepción misma del habitus como praxis. Como señala Bourdieu:

“La práctica es a la vez necesaria y relativamente autónoma en relación a la situación considerada en su inmediatez puntual porque ella es el producto de la relación dialéctica entre una situación y un habitus, entendido como un sistema de disposiciones durables y transportables que, integrando todas las experiencias pasadas, funciona en cada momento como una matriz de percepciones, de apreciaciones y de acciones, y hace posible el cumplimiento de tareas infinitamente diferenciadas, gracias a las transferencias analógicas de esquemas que permitan resolver los problemas de la misma forma y gracias a las correcciones incesantes de los resultados obtenidos dialécticamente producidos por esos resultados” (Bordieu, 2012: 205).

Dicho de otro modo el habitus ayuda al agente frente a la aparición de una situación que antes no la había experimentado, entonces, frente a una pluralidad de posibilidades de comportamiento, el habitus dirige la acción del agente a un número cada vez más limitado de posibilidades, es decir supone un conjunto de disposiciones que permiten prever que el agente se comportará de una determinada manera y no de otra; el habitus no es una disposición determinante sino una disposición abierta a lo posible debido a que ha sido estructurado de una determinada manera.

Campo, capital, agente y habitus, son hoy en día no sólo términos de la investigación sociológica sino categorías que nos permiten trabajar en el marco de una sociología de la acción y la transformación.

Bibliografía

● BOURDIEU, Pierre. 2012. Bosquejo de una teoría de la práctica. Buenos Aires-Argentina: Ed. Prometeo.

● BOURDIEU, Pierre. 2001. ¿Qué significa hablar? Madrid-España: Ed. Akal.

● FLACHSLAND, Cecilia. 2003. Pierre Bourdieu y el Capital Simbólico. Madrid-España: Ed. Campo de Ideas.


* Cientista social.

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