Por Esteban Ticona Alejo * -.
Son muchas las lecciones que nos deja el mundial 2018 que se realiza en Rusia. Desde el orden futbolístico, como el generador de nuevos patrones de juego, por ejemplo el VAR, los cuatro cambios para cada equipo y también las nuevas estrategias y tácticas. Pero también quedan las viejas prácticas, como los egos de los futbolistas, como el tatuarse casi todo el cuerpo o la forma de vestir encorbatados de los directores técnicos, que seguramente seguirán masificándose en los países donde se practica este deporte.
Pero la caída estrepitosa de varias selecciones favoritas es la lección más importante que nos deja para nuestro continente Abya Yala y particularmente para Sud América. Aunque el triunfo de México a Alemania nos hizo entusiasmar que se podía ir a más. Argentina y Brasil que siempre se autoalaban de ser los mejores y favoritos, han caído de manera calamitosa frente a selecciones que no tenían grandes “estrellas” como Messi o Neymar Jr. El caso de Uruguay es digna de mención, sobre todo por la humildad con que encaró y que no pudo llegar más lejos.
El continente europeo mostró gran pragmatismo, mucha velocidad y sobre todo gran efectividad de marcar los goles, que es lo que les faltó a las selecciones de nuestro continente. Creo que Messi sólo mostró algún atisbo de lo se dice ser y como que acabó su ciclo, pues creo que no es jugador de selección sino de equipos de futbol; pero lo de Neymar Jr. es el colmo de “teatrero” y por eso la mofa en el mundo, por fingir muchas infracciones que no son tan ciertas. La banalización de su vida y sumados a sus escándalos no permitirán que sea más que ese fingidor o jugador p’ajp’aku; pero se cree que es todavía una “estrella”.
El juego bonito sudamericano cayó frente al pragmatismo y velocidad de los europeos. ¿Pero quiénes son estos jugadores europeos? Un buen número son hijos de emigrantes africanos y uno que otro latino. En términos sociológicos y culturales ver negros en selecciones europeas “blancas” es indudablemente la visibilización social y cultural; pero a la vez es muy contradictorio, porque a pesar de su gran aporte en este deporte, siguen siendo “los indeseados visibles”. Para el caso de Francia se dice que los negros franceses no son de nacimiento sino por nacionalidad, ¿cuál es la diferencia? En la realidad no es más la nueva forma de racismo encriptado en lo futbolístico.
África y Asia mostraron gran entusiasmo, pero ¿por qué no pudieron avanzar hacia los octavos de final? Los grandes protagonistas de las selecciones europeas son jugadores afros, es decir, con las mismas raíces de los africanos. Entonces ¿Por qué no les fue bien a los africanos, incluso a selecciones como Colombia, Perú y Panamá con varios jugadores de ascendencia negra? Creo que tiene ver con la educación en el futbol, sus formas de disciplina, etc. El joven Kylian Mbappé de Francia, de ascendencia camerunesa y argelina, no sólo es futbolista sino quiere ser filántropo ayudando a causas justas y humanas, ¡qué diferencia con Neymar que sólo piensa en tener más aviones privados! ¿Verdad?
Otra enseñanza que nos deja es que hay selecciones de puro batallar y convicción como Croacia y la apuesta por jugadores jóvenes, como es el caso de Francia. Nuestros referentes como Argentina, Brasil y otros menores han muerto y por lo tanto queda mirar a otros países como Croacia o al mundo africano. ¿Será que nuestros equipos profesionales contraten a jugadores de estos países que ha tenido éxito en el mundial que casi finaliza?
* Es aymara-boliviano. Dr. en Estudios Culturales Latinoamericanos y es Docente en la UMSA.
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