Buenos Aires-. La expresidenta Dilma Rousseff apuntó hoy aquí que antes de asumir el gobierno, Jair Bolsonaro ya empezó a perder tras calificar de catastrófica la retirada de los médicos cubanos que dejarán a unos 30 millones de brasileños sin acceso a atención básica de salud.
Las declaraciones contra los médicos cubanos llevaron a la retirada de más de nueve mil 500 de ellos. El programa Más médicos atendió durante mi gobierno a 63 millones de personas, subrayó la exmandataria tras indicar que esto será una pérdida irreparable.
Esta sistemática violación de derechos va a llevar a una reacción popular. Debemos entender que la democracia está ligada a la cuestión popular y la nacional. No todos considerarán fantástico entregar nuestras reservas de petróleo, destacó.
El golpe desencadenó un proceso que instauró un régimen que puede llamarse de excepción, distinto a las dictaduras que ya conocíamos en América Latina, subrayó la exgobernante al abrir el programa de conferencias del I Foro de Pensamiento Crítico, con sede en el estadio Ferro de la ciudad porteña de Caballito.
Entre aplausos de miles de personas de unos 50 países que participan en la cita, Rousseff fue enfática al subrayar que el encarcelamiento de su compatriota, el expresidente Inacio Lula Da Silva, acabó con el principio de inocencia y con la idea de que todos somos iguales ante la ley.
Aquí, dijo, el desigual fue Lula. No bastaba con condenarlo y apresarlo, debían silenciarlo. Le quitaron todos sus derechos.
Dilma agradeció la invitación al Foro y destacó la situación actual que vive el gigante sudamericano tras apuntar que quienes ganaron las últimas elecciones están de espaldas a ella.
Brasil ha entrado en una ruta muy trágica. Ésa es la palabra, señaló la exmandataria, quien también remarcó que ‘así como permanecen rastros de la esclavitud, también hay rastros del estado de excepción en Brasil’.
Asimismo explicó que la primera etapa fue el impeachment. La segunda fue aprobar un techo de gastos y la reforma laboral, creando la precarización del trabajo y dejando que surjan en Brasil formas análogas a la esclavitud.
‘No quieren sólo destruir al PT (Partido de los Trabajadores) sino todas las conquistas de organización en Brasil, un país continental.
Por otro lado manifestó que el nuevo gobierno, que aún no tomó forma, se caracteriza por un fuerte acercamiento a los Estados Unidos y un claro corte neoliberal.
‘La centro derecha en Brasil tiene un programa a favor de las reformas neoliberales pero es anti autoritaria. Tiene esa contradicción. Así que su reacción es intentar moderar y cooptar, como si fuese posible, al neofascismo’, enfatizó.
Dilma llamó a la resistencia, única forma de enfrentar a los neoliberales. La derecha brasileña no tiene un proyecto. Nosotros tenemos un frente democrático y popular, dijo.
Deja un comentario