Por Andrés Velasco Santi, Comunicador Social-.
El 5 de septiembre de este año se presentó el nuevo portal de noticias: “Brújula Digital”, dirigido por el periodista Raúl Peñaranda. Pese a ser un medio de información nuevo, esta web da continuidad a los mismos errores que cometió Peñaranda en su anterior medio de comunicación (Página 7): inconsistencia, análisis superfluo e incomprensión son los componentes que hacen que la nota “Estudio: El oficialismo está perdiendo la batalla de las redes sociales” sea un producto periodístico desinformativo.
Si bien una brújula es un instrumento donde una aguja imantada gira sobre un eje y señala el norte magnético, que sirve para determinar las direcciones de la superficie terrestre, esta “Brújula Digital” no tiene ni precisión y usa el recurso más mediocre del periodismo: el sensacionalismo, usando un titular alarmista sin sustento.
Una brújula descalibrada
La Brújula, para su análisis de redes sociales “en guerra”, opta por recopilar la interacción de un 5×5 político (5 políticos opositores + 5 políticos oficialistas) con una confusa y estratégica selección. En el caso de los opositores, selecciona a políticos presidenciables de diferentes partidos, mientras que para los oficialistas selecciona a una ex autoridad y funcionarios públicos del Legislativo y del Ejecutivo.
¿Acaso un Ministro es equivalente a un candidato presidencial por sus características y funciones? ¿Lo que tuitea Gabriela Montaño tendrá el mismo tono político que Samuel Doria Medina, bajo el mismo tema? ¿O será que ambos tienen agendas diferentes y temáticas diferentes? Para la brújula es así y este 5×5 es un balance equitativo, según ellos.
Lo más alarmante es que, para esta “brújula”, las redes sociales exclusivamente abarcan a Twitter, que según una encuesta de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), es una red utilizada sólo por el 17% por ciento de la población boliviana, mientras que el 94% usa Facebook. Entonces, ¿por qué Twitter define quién gana o pierde “la batalla de las redes sociales”?
Resulta que tenemos una “brújula descalibrada” porque no es precisa ni equivalente, y bien sabemos los estragos que puede generar una imprecisión de este tipo, a nivel de orientación, de información y de impacto en la opinión pública.
Muestra fuera de rango
Según el muestreo de la nota, se eligieron 30 mensajes de los 10 políticos, desde el 1 de septiembre, sin considerar los tweets del Presidente Evo Morales, que los cuentan del 7 de septiembre en adelante porque los autores de la nota, al parecer, no encontraron esos tweets.
¿Por qué la excepción con el Presidente, pudiendo usar otra fecha para que sea una medición bajo el mismo rango temporal? ¿Por qué hacer un estudio fuera de rango con esa excepción? Además, si se está haciendo un análisis de los comentarios tanto positivos como negativos, habría que atender, por un lado, la agenda que estaba en la coyuntura de esos días, como el abordaje del hecho que hace cada interlocutor, pues eso daría una lectura del discurso más adecuada para ponderar mejor lo positivo y negativo que incide en la red social.
¿Para qué nos sirve un acumulado cuantitativo, sin dar una valoración a lo cualitativo del discurso? Lo que este estudio hace es una acumulación ajetreada y simple que, de manera irresponsable, niega la importancia del mensaje y su contexto. También hay que intentar descifrar qué entienden los de la Brújula por tweet o comentario de crítica y cómo clasifican los comentarios negativos y/o neutrales, puesto que las burlas e insultos —generalizados en una red tan frontal y polarizada como Twitter— no establecen un comentario crítico contundente y fundamentado.
Lo que está haciendo la Brújula Digital es desorientar los hechos y la información, abordando datos forzados y escasos de rigor. El pueblo boliviano se merece un mayor profesionalismo, seriedad y ética por parte de quienes ejercen el periodismo.
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