La Paz (INE).- El director de Estadística e Indicadores Económicos y Sociales del INE, Humberto Arandia C., señaló en conferencia de prensa que el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que fue elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) adolece de fuertes diferencias respecto a la metodología internacionalmente aceptada.
Indicó que hablar de la pobreza y su medición implica el conocimiento de múltiples definiciones; empero, una de las de mayor aceptación señala que la misma es la falta de recursos en el tiempo y la privación o carencia materiales su consecuencia (Gordon, 2006).
En este contexto, la pobreza se puede analizar desde el punto de vista monetario (falta de ingresos) siendo esta la metodología más empleada en la actualidad, y también por el lado de carencias en necesidades o dimensiones (Índice de Pobreza Multidimensional – IPM), indicador basado en corrientes teóricas más recientes.
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El IPM viene siendo desarrollado principalmente en una colaboración entre la Organización de Naciones Unidas (NNUU) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI) siendo esta metodología de carácter muy técnico y rigurosa desde su concepción. Estas dos instituciones son las encargadas de validar y monitorear los IPM de los países a nivel internacional.
El IPM desarrollado internacionalmente por NNUU y OPHI analiza tres dimensiones básicas de pobreza: (1) Educación: Años de escolaridad y asistencia a centros educativos, (2) Salud: Mortalidad infantil y nutrición, y (3) Calidad de vida: Servicios básicos en general y tenencia de activos fijos. Estas dimensiones al momento del cálculo del indicador final pesan lo mismo para evitar apreciaciones distintas y evitan ante todo contar con indicadores basados en percepciones.
El ejercicio realizado por el CEDLA encuentra que el 61% de los bolivianos poseen pobreza multidimensional. Sin embargo, el trabajo de NNUU y OPHI, bajo la metodología internacionalmente aceptada, contempla que el 20,4% de la población boliviana registra pobreza multidimensional moderada (más de 33.33% de privaciones) y tan sólo el 7,1% muestra una pobreza multidimensional severa (más del 50% de privaciones). Asimismo, el cálculo destaca que el 15,7% de la población es vulnerable a caer pobreza multidimensional.
Estas grandes diferencias se explican esencialmente por: (1) el ejercicio realizado, tal cual lo señalaron en su presentación, es sólo una primera aproximación cuyo objetivo es iniciar la discusión en la temática; (2) emplea dimensiones distintas a las generalmente aceptadas incluyendo aquellas como participación política y seguridad ciudadana que no son necesariamente determinantes explícitos de una condición de pobreza, sin menospreciar su importancia; (3) a diferencia de la recomendación internacional, utiliza pesos o ponderadores distintos y discrecionales para las diversas dimensiones e indicadores que las componen, pudiendo penalizar o direccionar el resultado final del indicador; e (4) incluye percepciones que son la práctica menos recomendada al momento de cuantificar cualquier indicador de este tipo, ya que las mismas no son objetivas y se basan en conjeturas propias de los individuos.
El trabajo de pobreza multidimensional en términos del establecimiento de una metodología local coherente con nuestra realidad, está siendo trabajada bajo estándares internacionales por el Instituto Nacional de Estadística (INE) conjuntamente con la Unidad de Análisis de Política Económica y Social (UDAPE), el Proyecto de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la OPHI, se espera que en el mediano plazo se muestren los resultados más relevantes al respecto.
Unidad de Difusión y Comunicación – INE
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