En un mundo que dinamiza los vínculos entre países hacia una multipolaridad, el incipiente protagonismo que adquirieron Rusia y China en Latinoamérica despierta la reacción de la principal potencia occidental.
Para analizar el impacto que Rusia y China empiezan a tejer en la región como contrapunto a la autoridad que ejerce Estados Unidos sobre América Latina, Sputnik entrevistó a dos expertos en asuntos internacionales, quienes participaron del seminario «La Federación Rusa y su relación con la Argentina», organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) en Buenos Aires.
Para EEUU, la presencia de Rusia y China es vista como «una amenaza que tiene aristas fundamentalmente de competencia económica».
«Desde la visión de la Defensa militar estadounidense, en el caso de Rusia también, con componentes de juego geopolítico a manera de tapón frente al exceso de poder norteamericano en la región, por el hecho de apoyar a Cuba, Venezuela y Nicaragua», observó Sebastián Vigliero, miembro del Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos del CARI.
Para Vigliero, la inversión extranjera directa de Rusia en la región es todavía incipiente, focalizada en proyectos de infraestructura ferroviaria y energía (petróleo, gas, nuclear), donde tiene amplia ventaja comparativa, incluso con China.
Por el contrario, debido a los volúmenes monetarios de las ofertas de inversión y la diversidad de los frentes, China en cambio sí es un competidor directo de EEUU en materia comercial.
«China es una topadora: mucho dinero en proyectos de infraestructura, financieros con la presencia de bancos. De todas formas, a nivel financiero China dista de ser un poder hegemónico en términos de su moneda», sostuvo Vigliero.
El seminario contó con la inauguración por parte del embajador de la Federación de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, quien enalteció una historia de un excelente vínculo bilateral y las potencialidades para profundizar el intercambio comercial y cultural entre las naciones.
«Reparación estratégica»
Por su parte, Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales y especialista en geopolítica, opinó que las tensiones entre EEUU y Rusia en Latinoamérica obedecen a movimientos de contrapunto típicos de potencias que todavía se observan con recelo y desconfianza.
«Rusia se ha acercado a lo que para Estados Unidos siempre ha sido un espacio de influencia: Centroamérica, el Caribe y parte de Colombia y Venezuela. Yo considero que son medidas que Moscú lleva adelante en clave de reparación estratégica», dijo.
Hutschenreuter compartió la opinión de Vigliero en la ponderación de la amenaza. «A Estados Unidos le preocupa más China que Rusia, ya que tiene una mayor presencia geocomercial», remarcó el internacionalista.
El volumen del comercio entre China y Latinoamérica supera los 300.000 millones de dólares, mientras que el intercambio comercial entre Rusia y la región es cercano a los 20.000 millones de dólares.
Sin embargo, la experiencia y potencia militar rusa y su presencia como apoyo estratégico a países de América latina, sumado a su impronta cultural en la región debido a los siglos de relaciones, intercambios y flujos migratorios, le permiten a Rusia estrechar vínculos más cercanos de una manera que China está más lejos de esbozar.
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