
LA PAZ (Sputnik) — La decisión del líder cívico ultraderechista Luis Camacho de armar su propia candidatura en vez de aproximarse al neoliberal y expresidente Carlos Mesa aleja las posibilidades de un frente único contra el partido de Evo Morales en las elecciones del próximo año en Bolivia, dijo a Sputnik el analista Gonzalo Balcázar.
«Camacho ha dicho que buscará la presidencia, Mesa ha ratificado su candidatura y el Movimiento al Socialismo [MAS, izquierda] de Morales tendrá nuevo candidato, lo que significa que, con cambio de nombres, se repetirá el escenario de las elecciones anuladas del 20 de octubre», afirmó el estadístico y politólogo Balcázar.
El investigador independiente, asesor de varias organizaciones no gubernamentales, anotó que las candidaturas se van perfilando incluso antes de que se fije la fecha de las próximas elecciones, porque ya está definido que habrá una campaña corta.
Las próximas elecciones se realizarán a más tardar a mediados de abril, con una eventual segunda vuelta en mayo o junio, según el calendario que un nuevo Tribunal Supremo Electoral, en vías de ser designado, debería confirmar este mes.
Mesa denunció un supuesto fraude en la reelección ganada por Morales en los pasados comicios y llamó a las protestas que se iniciaron al día siguiente con la toma e incendio de varias sedes de los tribunales electorales departamentales.
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, tomó luego el liderazgo de las protestas convirtiéndolas en una insurrección de tres semanas, fortalecida por pronunciamientos de las Fuerzas Armadas y la Policía, que precipitaron la caída de Morales tras casi 14 años en el poder.
El líder cívico, de discurso ultraconservador cargado de alusiones a la biblia y a supuestos valores cristianos, renunció al comité cruceño que le había servido como catapulta política y confirmó el 1 de diciembre su decisión de postularse a la presidencia como «candidato de un bloque de unidad y no de un solo partido».
Anunció su candidatura en Twitter tras presentar un acuerdo político con el histórico Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido que en sus dos últimas gestiones de Gobierno (1993-1997 y 2002-2003) había dado un giro al neoliberalismo en las presidencias de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Camacho añadió que firmó además acuerdos con otros partidos, incluida la democracia cristiana, que rompió con el pastor de origen coreano Chi Hyun Chung que la había levantado hasta un sorprendente tercer lugar en los comicios anulados, y un sector del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) que apoya a Mesa.
Salvo el Partido Demócrata Cristiano (derecha), los grupos hasta ahora incorporados al frente de Camacho estarían legalmente desaparecidos si se hubiesen confirmado los resultados de las elecciones de octubre, en los que ninguno logró superar la barrera del 5%.
Mesa, entretanto, confirmó que volverá a ser candidato con su frente Comunidad Ciudadana (CC, centro) que en las elecciones de octubre quedó en segundo lugar, a poco más de diez puntos porcentuales de Morales, según el ahora anulado cómputo oficial.
«Vamos a participar porque somos la gran opción democrática del pueblo boliviano y por respeto a nuestros dos millones de votantes», dijo el fin de semana el candidato vicepresidencial de Mesa, Gustavo Pedraza.
La dirección nacional del FRI, que aporta a la alianza CC su registro legal como partido político, restó importancia a los disidentes que se unieron a Camacho.
Preliminarmente, también ha anunciado su participación en las próximas elecciones el Movimiento Tercer Sistema, de línea indigenista y liderado por el gobernador de La Paz, Félix Patzi, un antiguo disidente del MAS que en octubre tampoco había alcanzado el mínimo legal de votos para subsistir como partido.
El MAS, por su parte, dijo que prevé anunciar hasta mediados de diciembre a sus candidatos a presidente y vicepresidente.
«Ya no está en el Gobierno, pero el MAS sigue siendo para la derecha el gran enemigo a derrotar», resumió Balzácar.
En las elecciones venideras también se renovará completamente la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento), actualmente controlada por el MAS.
Las fuerzas parlamentarias aún no han decidido si las elecciones generales serán simultáneas a las regionales (gobernaciones y alcaldías), que estaban previstas también para marzo.
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