Por SOLEDAD BUENDÍA HERDOÍZA * -.
Estimado lector, un análisis profundo y detallado de la pandemia que vivimos no puede dejar de lado el enfoque de género. Hoy, en cada rincón de la tierra, hay millones de mujeres trabajando muchas más horas, quizás día y noche, cargando sobre sus hombros el bienestar de sus familias. Lo hacen en sus hogares y fuera de ellos, en la atención médica como especialistas y enfermeras, al cuidado de las personas adultas mayores y de los niños y niñas, en casi todos los casos también realizan trabajos no remunerados en el hogar. Familias enteras se encuentran encerradas en espacios que deberían ser seguros, pero que las estadísticas lo demuestran que no lo son. En Ecuador, según la última encuesta sobre relaciones familiares y violencia de género de noviembre del 2019, 65 de cada 100 mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia, de estas la mayoría la han sufrido en el ámbito familiar.
El aislamiento y el necesario “quédate en casa”, impulsado por las autoridades de salud a nivel mundial, multiplica el riesgo de sufrir violencia para muchas mujeres, exacerba la conflictividad, la desigualdad y puede potencia las agresiones, al mismo tiempo que dificulta la posibilidad de denuncia.
La preocupación por las víctimas de violencia de género que tienen que convivir en cuarentena con su agresor y que no pueden buscar ayuda, preocupa a las organizaciones de mujeres.
Los estudios de la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer señalan que, de la experiencia adquirida con los virus Ébola y Zika, así como otras circunstancias que limitaron la movilidad y circulación de personas, la violencia contra las mujeres tiende a aumentar. Frente a una emergencia nacional, nos preguntamos: ¿Qué medidas se están adoptando para proteger y brindar respuestas a las víctimas?
Varios países están adoptando diferentes estrategias y medios de contacto. En España, por ejemplo, se puede llamar al 016, que tiene atención las 24 horas, todos los días de la semana. También se puede contactar por mail a través de la dirección 016-online@mscbs.es.
En México está disponible el teléfono general de atención de emergencias 911, para las mujeres que necesitan ayuda. La Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) y la red de mujeres por el bienestar preocupadas por la vulnerabilidad de las mujeres y sus condiciones particulares se suman a la difusión de canales de denuncia y apoyo frente a la pandemia. En Chile, el Ministerio de la Mujer publicó un “Plan de Contingencia” que busca resguardar a las mujeres que están expuestas durante la cuarentena. En otros países latinoamericanos como Colombia, Perú, Argentina o Uruguay, se fortalecen líneas de atención y la construcción de lazos comunitarios, así como redes de apoyo, contención y solidaridad.
La reflexión es fundamental, la violencia de género mata, por lo tanto no podemos dejar de lado la problemática en medio de esta crisis. Las mujeres y las niñas corren mayores riesgos, están más expuestas a todo tipo de violencia –más aún si están encerradas con su agresor–, a la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, a la pérdida de empleo formal o informal y al acceso auxilio en caso de emergencias. Por ello, en tiempos de coronavirus es indispensable tejer redes solidarias, de apoyo, de ayuda, de acompañamiento, de referencia y contra referencia, en tu barrio, en tu comunidad, con tus amigas y familiares; estas acciones serán fundamentales, te invito a hacerlo, todas y todos podemos salvar vidas.
- Asambleísta por la Provincia de Pichincha de la Asamblea Nacional del Ecuador
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