Por Soledad Buendía Herdoíza-.
El problema está en las calles. Escuchar a la gente es menester para saber dónde es que pega más fuerte en la economía ecuatoriana el problema social de los padecimientos por los que atraviesan quienes no tienen respaldo en tiempos difíciles. A lo largo de toda Latinoamérica vemos sociedades partidas en dos, divididas y cada vez más, rehenes del mal uso de los recursos y la mala administración de los bienes del Estado, en beneficio de los grupos empresariales, erróneamente pensando en que sin empleador no hay empleo.
Error. Sin labrador, sin obrero y sin fuerza laboral, no hay engranaje de empresa, y sin cliente mucho menos.
Para que el alimento llegue a la mesa, tiene que existir alguien que plante la semilla o se ocupe de producir en la cadena de los insumos básicos.
Cuando la gente en la calle se organiza y dice «No», no se fija en gráficos ni proyecciones, ni visiones de las elites académicas. La gente mira su plato vacío y esa es su imagen más contundente de la realidad económica. No tiene trabajo porque lo perdió y no ve la posibilidad de alimentar a su familia si no sale a la calle a buscarlo.
En la calle están los que se exponen, porque no tienen quién los proteja del hambre, ni de la pandemia.
Así están las cosas en nuestra América Latina y las soluciones no crecen en los árboles, pero se amasan en la solidaridad, se hornean en el sacrificio de los que pueden poner algo de sus ganancias, en la denuncia de los que se aprovechan de la necesidad ajena y no en los que sufren la injusticia del desamparo estatal, en protección a sus necesidades básicas insatisfechas.
Cuando esa gente de a pie que muere apilada, por ser la más vulnerable debido a su pobreza, tenga un respiro, entonces podremos entender cuáles y dónde están las prioridades que sustentan a las economías y hacen a una nación próspera, con una educación acorde y un sentido cooperativo igualitario en oportunidades, en el desarrollo de las capacidades de su gente.
¡Nos debe sacudir por dentro el dolor del otro, los niños que sufren de hambre o de frío en la calle o en una vivienda insalubre! ¡No podemos permitir que el Gobierno siga destruyendo desde el odio y el egoísmo! ¡Debemos recuperar la patria desde la base y la esencia del ser humano, es cuestión de principios!
- Asambleísta por la Provincia de Pichincha de la Asamblea Nacional del Ecuador
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