
La Paz-. Nuevas amenazas del gobierno de facto y acusaciones al partido del favorito de las encuestas, Luis Arce, acentuaron hoy la tensión reinante en Bolivia, a tres días de las elecciones generales.
Al mismo tiempo, persiste la alerta en el Movimiento al Socialismo (MAS) por la posibilidad de un fraude, única manera de impedir su victoria en la primera vuelta electoral, según su candidato presidencial, Luis Arce, quien llamó a ‘cuidar el voto del pueblo’, al culminar ayer su campaña en una multitudinaria concentración.
El ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, quien constantemente interviene en el proceso con ataques al MAS y llamados a impedir su retorno al gobierno, amenazó hoy con encarcelar a quienes ‘busquen generar violencia durante los comicios’.
De otro lado, el titular de Justicia, Álvaro Coimbra, afirmó, sin pruebas, que, si pierde o no gana en la primera vuelta, el MAS ‘va a salir a matar gente después del domingo a la medianoche’.
Agregó que los ministerios de Gobierno y Defensa ‘tomarán acciones preventivas en las próximas horas’, para lo cual tienen información de inteligencia y un ‘plan preventivo’.
Murillo acusó anteriormente al MAS de planear una convulsión social tras los comicios, lo que fue denunciado como maniobra preparatoria de acciones represivas, y hasta anunció la adquisición de armamento para enfrentar la supuesta subversión, en una visita a Estados Unidos.
La semana pasada, el ministro intentó descalificar la alerta del MAS sobre un posible fraude, que motivó un pedido de informe sobre la confiabilidad del sistema informático que usará el Tribunal Supremo Electoral para el conteo de votos.
El MAS solicitó también la lista de los 30 observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y adelantó su preocupación sobre la posible inclusión de los mismos veedores que la entidad envió para los comicios de 2019.
Aquella misión emitió informes inexactos y comentarios sobre supuestas irregularidades, los cuales crearon el clima para el golpe de Estado que obligó a renunciar al presidente Evo Morales.
Según Murillo, las preocupaciones del MAS se deben a que ‘sabe que va a perder’, aunque las encuestas coinciden en que el ganador será Luis Arce.
Las beligerantes declaraciones del ministro fueron lanzadas al día siguiente que el nuevo embajador de la Unión Europea, Michael Dóczy, expresó que al bloque le preocupa ‘el tono que viene tomado la campaña electoral por la dureza de retórica y las amenazas de violencia’.
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