Por Soledad Buendía Herdoíza-.
Los cuerpos y las sexualidades están marcados por múltiples clasificaciones de sexo/género, etnia, posición social, entre otros. La lucha histórica del movimiento feminista ha permitido que tratados internacionales incorporen a la sexualidad como derecho, la Plataforma de Acción de Beijing (1995) define como derecho humano de las mujeres a tener control respecto de su cuerpo, incluida su salud sexual y reproductiva, y a decidir libre y responsablemente sin verse sometida a coerción, discriminación o violencia, sobre su sexualidad (Plataforma para la Acción, Párrafo 96, IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre las Mujeres).
Los derechos sexuales necesitan de normativas y políticas públicas con enfoque de Derechos Humanos, lo cual es solo posible en Estados laicos, que garanticen las libertades colectivas de las mujeres y que no intervengan en las decisiones individuales, donde se permita el accionar de hombres y de mujeres con posturas críticas y emancipadoras. El pleno ejercicio de estos derechos es todavía un campo de disputa en muchos países de América Latina.
Argentina es uno de los países donde se libra esta batalla; el pasado 11 de diciembre se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley sobre legalización del aborto. Este pasado 29 de diciembre se votó en la Cámara de Senadores y fue finalmente aprobado como ley. La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina es un avance importante e histórico que saludamos desde la región latinoamericana. La fuerza del movimiento feminista permite que cada derecho, que cada logro, que cada conquista sea parte de una lucha colectiva, de una lucha de sororidad y combativa.
Somos nosotras las violadas, son nuestros cuerpos los marcados por la violencia. Por ello levantamos la voz y decimos: ¡es ley!
Ya es hora de que las mujeres podamos decidir sobre nuestros cuerpos. Que ninguna mujer sea madre por deber, que se constituya en una opción; que ninguna mujer vaya presa por abortar. Que ninguna mujer muera por abortos clandestinos. Argentina da un paso adelante en la ampliación de los derechos de las mujeres, un enorme logro tras el cual la clave ha sido una amplia movilización social.
El aborto legal es justicia social, por lo tanto el aborto ya es ley. Y su influencia cambiará las realidades en toda la Región.
* Asambleísta por la Provincia de Pichincha de la Asamblea Nacional del Ecuador
Que pena, este tema del aborto es escabroso, pero mas que todo es un tema netamente espiritual, somos cuerpo- intelecto y espíritu…un día vamos a estar frente al creador (créanlo o no) y allí nos pedirá cuentas de nuestros actos y allí en realidad van a arrepentirse los que apoyan cosas como estas que solo llevan a la degeneración de la sociedad. Si toda su vida ha estado marcada por el error…de seguro Dios les dará unos últimos segundos de vida para arrepentirse y cambiar su eternidad.