diciembre 1, 2024

Realizadora de “Fue Golpe”: “La idea fue hacer un documental de denuncia al gobierno de facto por implantar terrorismo de Estado”

Por Javier Larraín * -.


María Fernanda Rada se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Uruguay, ejerciendo por años la docencia en el área cinematográfica en países como Paraguay, Uruguay y México. Entre sus trabajos audiovisuales como directora y editora destacan “Marcha a Marcha, una película sobre la Asamblea Constituyente en Bolivia”, “Asualtavoz” y “Uywiri”, videoclip de la cantautora Nina Uma.

A partir de los acontecimientos electorales de 2019 en Bolivia y la escalada derechista que cristalizó en un singular golpe de Estado cívico-empresarial-policial-militar con una aún más tránsfuga “sucesión inconstitucional” y el acceso de los reaccionarios al poder, con un saldo sangriento, María Fernanda Rada, junto a un equipo de profesionales, se dedicaron a recopilar, sistematizar y finalmente llevar a la pantalla grande toda la cadena de hechos, en un claro ejercicio de testimoniar el ahora, razón por la cual la entrevistamos para hablar de su documental “Fue golpe”, que ya cuenta con más de un millón de visitas en la web.

Javier Larraín (JL).- ¿Cuándo, dónde y por qué surge la idea de registrar los sucesos de Bolivia de 2019-2020? ¿Por qué llevarlos al audiovisual?

María Fernanda Rada (MR).- A medida que los conflictos postelectorales de 2019 fueron avanzando, tuve acceso a videos donde la gente denunciaba la violencia de los grupos de choque fascistas en Cochabamba, Potosí y Santa Cruz. En primer lugar, surgió la idea de hacer un material para evidenciar estos abusos y la cercanía de estos grupos con la ideología nazi, dado que pintaron esvásticas en distintos lugares y el secuestro y tortura de la exalcaldesa de Vinto, Patricia Arce, evidenciaba el carácter paramilitar de ultraderecha de estos grupos.

Luego surge el motín policial, la petición de renuncia por parte de las Fuerzas Armadas y la renuncia forzada del presidente Morales; tomando en cuenta esos hechos, la idea fue hacer una película sobre la estrategia de la derecha para ejecutar el golpe de Estado.

Sin embargo, después se suma el exilio de Evo Morales en México, el boicot regional al avión mexicano, la autoproclamación de Áñez, las confesiones de Camacho, la vulneración de derechos internacionales y las masacres de Sacaba y Senkata, por lo que la idea fue hacer un documental de denuncia al gobierno de facto por implantar terrorismo de Estado y vulnerar tratados internacionales.

A medida que la investigación avanzaba surgen diversos estudios cuestionando el rol de la Organización de Estados Americanos (OEA) dentro del golpe de Estado, por lo que nos pareció fundamental que Bolivia tenga acceso a los argumentos del Center for Economic and Policy Research (CEPR), donde varios académicos desde Washington D.C. evidencian la complicidad de la OEA con la derecha boliviana y sus fines golpistas.

Costó mucho elegir un final, porque las vulneraciones a los derechos eran diarias y era una situación dramática que parecía no tener fin, afortunadamente el bloqueo de agosto y las elecciones de 2020 dieron un giro esperanzador interesante a la historia, pues no solo se cuenta el golpe de Estado, sino que se retrata la lucha del pueblo boliviano por recuperar el voto y el Estado de Derecho.

Creo que la película surgió de forma espontánea, como una defensa ante la impotencia que muchos y muchas sentimos al ver el avance del fascismo y su impunidad. Sencillamente quería que todo el mundo pueda ver lo que tantos bolivianos y bolivianas hemos sufrido mientras CNN repetía que vivíamos una “transición democrática”.

JL.- El título de tu trabajo no da espacio a debate: “Fue golpe”. ¿Qué te motiva a ti y a tu equipo para ofrecer únicamente esa lectura del acontecer en una coyuntura como la actual, en que justamente la derecha trata de instalar el discurso de que lo que hubo aquí fue una “renuncia de las autoridades” que implicó un “vacío de poder” que fue llenado vía “sucesión constitucional”? ¿Por qué sí podemos decir que “fue golpe”?

MR.- Durante un año existió la narrativa hegemónica del “fraude” (hasta el día de hoy no comprobado) y esta ha sido manejada por los golpistas para justificar la entrada ilegal de un gobierno fascista, dictatorial y asesino. Una petición de transparencia electoral no puede finalizar con la destitución de un Presidente y un año de gobierno sin legitimidad soberana; por supuesto, la gente tenía derecho a movilizarse por su voto, pero no tenía el derecho de andar armada por las calles, quemar casas, destrozar sindicatos, secuestrar alcaldesas y amenazar familias de las exautoridades, como lo hicieron los grupos paramilitares el 2019.

Por otro lado, ni la Policía ni las Fuerzas Armadas deben tomar un rol político, porque son poderes fácticos del Estado y su complicidad en la destitución presidencial es lo que evidencia que este golpe, además de ser cívico fue policial y militar; esto fractura el país de una forma muy preocupante, porque el día de mañana cualquier hijo de vecino puede comprar policías y militares, “hacerles favores”, y tomar el Estado a la fuerza, como lo hizo Camacho. Lo que ha pasado en el país es muy grave y creo el debate debe girar en torno a hechos y delitos y no a un capricho negacionista de quienes fueron cómplices del golpe de Estado y no quieren asumirlo.

Lo que pasó en el 2019 es un golpe desde donde se lo mire, yo ahora que veo la película terminada le pregunto a la gente ¿qué escena nos está faltando para ver el golpe de Estado? Hemos visto un atentado al helicóptero presidencial, grupos paramilitares con estrategia armada violentando y amenazando a quienes se oponían a su paro, militares “pidiendo” en tono amenazante una renuncia al Presidente, policías con discursos políticos y usando armas para acomodar de forma violenta y a la fuerza un gobierno no electo, hemos visto al mismo Camacho reconociendo que su padre “cerró con policías y militares”. Hemos visto a Waldo Albarracín confesando que hubo una reunión con gente que no tenía legitimidad ni legalidad para definir quién asumía la presidencia; la sucesión la definen parlamentarios en la Asamblea Legislativa, no cinco hombres que dirigían en ese momento la violencia en las calles. Es una vergüenza que sigamos debatiendo si hubo o no golpe de Estado, porque no fue sutil la violencia con que ingresó un gobierno fascista a Bolivia.

Áñez asumió la presidencia con 4% de apoyo electoral, se autoproclamó en un Parlamento vacío (todos vimos que estaba vacío). El gobierno de facto cometió delitos que normalmente cometen los gobiernos antidemocráticos: 36 muertos, mil 500 presos políticos, 800 heridos, denuncias de torturas en la cárcel, más de mil exiliados e incluso el mismo expresidente Morales tuvo que abandonar el país a la fuerza. Realmente el golpe de 2019 tuvo todas las características de un golpe de Estado y además de uno fascista, donde los helicópteros disparaban a la gente y grupos armados quemaban wiphalas, evocando las acciones fascistas de Pinochet bombardeando La Moneda en Chile o Franco quemando las banderas republicanas en España. No es menor el dato de que el presidente mexicano López Obrador afirmó que el gobierno de Áñez estaba vulnerando más convenios internacionales que Pinochet. Existe un discurso negacionista por parte de una derecha que hoy se victimiza, pero esto no significa que el debate del golpe esté abierto, es un hecho que lo ocurrido en Bolivia tiene víctimas y todas las características de un golpe de Estado, y es lo que el documental comprueba a través de evidencias y hechos, tanto nacionales como internacionales.

JL.- ¿Cómo se llevó a cabo el trabajo documental, en relación a la captura de testimonios, consulta de archivos, elaboración de guiones, edición, postproducción?

MR.- Los archivos que envió la gente se fueron guardando de manera sistemática a medida que llegaban las denuncias; este inició poco después de las elecciones.

Los testimonios intentaron contemplar la participación de líderes y dirigentes de movimientos sociales como es el caso de Orlando Gutiérrez, Felipe Quispe, Paola Aguilar; he intentado recuperar varios discursos o entrevistas que escuché por esos días para recobrar la fuerza que transmiten esos dirigentes. Consideramos también la participación de exautoridades como el expresidente Evo Morales, Adriana Salvatierra, Gabriela Montaño, Alfredo Rada. Igual consideramos la participación internacional que aumenta evidencias del golpe, como es el caso de los académicos del CEPR en Washington, que afirman la complicidad de la OEA con la derecha boliviana, y Froylan Gámez, el diplomático mexicano que fue en el avión de rescate a Evo Morales.

La consulta de archivos históricos se fue buscando en base a la escaleta que contenía un punteo con la estructura de los acontecimientos de la película. Sin embargo, la forma narrativa y la estructura final se fueron creando durante el proceso de edición audiovisual. La postproducción consistió en perfeccionar el primer corte, aunque tanto el nombre de la película, el afiche y su línea gráfica estuvo definida desde los inicios del proyecto.

JL.- ¿Qué significado tiene para ti el darle seguimiento a la lucha popular de base de un año del pueblo boliviano, que finalmente recuperó la democracia? ¿Cuál es la potencia y símbolo de cerrar el documental con el triunfo de Lucho-David en las urnas y su investidura simbólica en Tiwanaku?

MR.- El documental finaliza con el triunfo del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las urnas en 2020, porque estos resultados son una prueba más de que lo ocurrido en el 2019 fue un golpe de Estado. Las imágenes de la coa al final de la película están abiertas a la libre interpretación, pero no son imágenes de la investidura simbólica en Tiwanaku, son una repetición de las imágenes al inicio de la película, cuando hablan de Tupaj Katari y el “Volveremos y seremos millones”.

La coa fue una forma poética de cerrar el documental con la profecía cumplida, pero además darle una lógica circular a la narración que finaliza con la imagen que parte con una ofrenda a la Madre Tierra. Esta decisión del cierre cinematográfico del documental es más artística que periodística y responde a una cosmovisión de valoración a las creencias ancestrales y temporales de nuestros pueblos indígenas.

JL.- El documental fue estrenado el día domingo 28 de marzo, ¿cuál ha sido la recepción del público?

MR.- En realidad el documental fue estrenado el día 21 de marzo, en homenaje al Día del Cine Boliviano y rememorando al periodista y cineasta Luis Espinal, asesinado por el fascismo golpista en 1980.

La recepción ha sido impresionante, ni bien se inició la plataforma y se informó sobre el documental ya había medios alternativos con compañeros y compañeras ofreciendo difusión, logramos coordinar con compatriotas para hacer un estreno desde Bolivia, México, Argentina y Europa, considerando los posibles ataques de la derecha en las redes sociales. No solo evitamos que se corte la transmisión, sino que logramos más de 200 mil espectadores en el primer día y, luego de cuatro días, alrededor de un millón. Sin embargo, muchas organizaciones descargaron la película y la subieron desde sus portales, hubo gente que transmitió en barrios con más personas, por lo que nos han sobrepasado la misma capacidad de calcular a cuanto público hemos llegado; sabemos que hemos sobrepasado el millón en redes oficiales y amigas y que somos tendencia en las redes sociales, realmente estoy agradecida y sorprendida porque creo que esta temática ha convocado a muchísima gente.

JL.- ¿Por qué la gente en Bolivia, América Latina y el Caribe debieran ver “Fue golpe”? ¿Cuál es el valor de tu propuesta?

MR.- Porque es una investigación periodística profesional que cuenta a detalle lo ocurrido durante los conflictos postelectorales que decantan en el golpe de Estado, cuenta con la participación de los personajes principales del hecho y también de las evidencias más importantes recabadas a nivel nacional e internacional. Es un ritmo dinámico que permite la fácil comprensión de los acontecimientos, está filmado por la misma gente desde sus celulares, lo que ofrece al espectador una cercanía mayor con los sucesos y a los realizadores de los videos.

Es una película que brinda la posibilidad de analizar las estrategias golpistas de la derecha como también evidenciar las violaciones a los Derechos Humanos por parte del fascismo. El enfoque latinoamericanista que hemos elegido logra interpelar a varios países de la Región, por eso es notoria la presencia mexicana, argentina y paraguaya, pero igual el boicot de la alianza de Lima, por lo que me parece clave que el público latinoamericano vea que de alguna forma está incluido dentro de esa historia.

JL.- Un paréntesis final, para saber tu opinión… al entrar al link del documental una plataforma como YouTube ha puesto un mensaje previo a la proyección: “La Comunidad YouTube ha identificado este contenido como ofensivo o inadecuado para algunos públicos… este video puede herir la sensibilidad del espectador”.

MR.- Sí, este anuncio ha salido porque la derecha ha entrado al link de manera sistemática para denunciarlo, intentando que bajen el documental de YouTube, compañía que optó por no censurar el material pero dejar una advertencia. Nos alegra que YouTube haya antepuesto el derecho a la información y la libertad de expresión por encima de la censura que exige la derecha; sí creo que el documental puede herir la sensibilidad del espectador, pero no es esa la intención, estamos reportando un golpe de Estado, con masacres, sufrimiento, entre otras cosas. Y claramente hablar de eso puede ser doloroso, sin embargo, consideramos que hablar ayuda a sanar o a recordar sin impotencia y dolor.

FICHA TÉCNICA

Título original: Fue golpe

Año: 2020

Duración: 01: 51: 29

País: Bolivia/México

Dirección: María Fernanda Rada

Guion: María Fernanda Rada

Música: Kala Marka, Arawi, María Ríos

Fotografía: Santiago Berón

Testimonios: Bolivia: Evo Morales, Gabriela Montaño, Alfredo Rada, Adriana Salvatierra, Pedro Damián Dorado, Andrónico Rodríguez, Julieta Paredes, Tamara Nuñez del Prado; México: Froylán Gámez, Citlalli Hernández; Estados Unidos: Guillaume Long, Alexander Main.

Productores: Luis Bolívar, Alina Duarte, María Fernanda Rada

Género: Documental histórico

VER documental en: YouTube y Vimeo


  • Profesor de Historia.

*       Cortesía de Correo del Alba (https://correodelalba.org)

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