
Por Miguel Ángel Marañón Urquidi * -.
Al cumplirse seis meses del gobierno de Luis Arce, las críticas y elogios a la gestión no se dejaron esperar, los opositores (tanto autoridades como políticos) dicen que no existen avances en lo económico y aseguran que la mayoría de la gente no tiene trabajo y otras afirmaciones subjetivas.
Muy pocos analistas económicos se refirieron a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que sitúa a Bolivia como el cuarto país de la Región en crecimiento económico, con un 5,5% para 2021, detrás de Perú, Chile y Argentina. Este dato está en función a las políticas económicas adoptadas por el país, tales como los bonos sociales (que generan una mayor demanda), créditos y fideicomisos para sectores productivos y sobre todo para sustituir importaciones (que incentivan la producción interna), sumado a un incremento de la economía de otros países que también empiezan a dinamizar su propia economía y nos afectan de forma positiva, ahí tenemos el aumento de la exportación de carne a China, por ejemplo.
Otra variable a ser considerada es la recaudación tributaria, al 31 de marzo de la presente gestión el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) superó la meta de recaudación del mercado interno en 12,1%, vale decir que tenía proyectado recaudar por IVA Bs731,4 millones y recaudó Bs819,8 millones, cifra que refleja la “confianza” de la población respecto a la dinamización de la economía nacional, en tanto la gente incrementa su demanda y el sector productivo, tanto de bienes y servicios, está respondiendo a ese aumento. Igual, debemos destacar la recaudación de Bs235,3 millones del Impuesto a las Grandes Fortunas, más del doble de lo esperado.
La inversión pública de esta gestión superará los cuatro mil millones de dólares, lo que ya empieza a tener su impacto en la economía nacional con la construcción, que es el sector de la economía que absorbe mano de obra calificada y no calificada y empieza a reactivarse, además que influencia en la tasa de desempleo, la que en enero de 2021 llegó a 9,7%, mientras que para marzo se redujo al 8,1%.
Esta reactivación económica también se confirma en el incremento de las remesas del exterior, que el primer bimestre de 2021 llegó a 220,2 millones de dólares, equivalente a un aumento de 6% con relación al año pasado; todo esto sumado al plan de vacunación hace que la población empiece a recuperar la “normalidad” en las actividades económicas.
Como se puede apreciar, la economía nacional comienza a dinamizarse y si bien esta recuperación es lenta, debido a que la pandemia sigue teniendo sus efectos negativos respecto al retorno de una nueva “normalidad”, la población está retomando la confianza en el accionar económico y en la política económica aplicada por el Gobierno, que incentiva la demanda y la producción interna.
En gestiones anteriores al gobierno de Áñez, el crecimiento económico de Sudamérica fue encabezado por Bolivia, según los datos de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el FMI y el Banco Mundial (BM). No es fácil la tarea de reconstruir una economía que se vio muy afectada por el Covid-19 y sobre todo por la política económica implementada por el gobierno transitorio, sin embargo, se está avanzando por un buen camino.
* Economista.
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