abril 25, 2024

Humedales, ¿territorios en disputa o territorios del Vivir Bien?

Por Cynthia Silva Maturana -.


Los humedales en el mundo agrupan una gran cantidad de paisajes y ecosistemas (lagos, ríos, pantanos, manglares, arrecifes de coral, entre otros), en cuyas funciones ecológicas principales está el actuar como fuente y purificador del agua. Ya sea de forma directa o indirecta, proporcionan prácticamente toda el agua dulce que se consume en el planeta. “Más de mil millones de personas dependen de ellos para su sustento y el 40 por ciento de las especies de la Tierra viven y se reproducen en humedales. Son una fuente esencial de alimento, materia prima, recursos genéticos para medicinas y energía hidroeléctrica. Mitigan las inundaciones y aumentan la resiliencia de las comunidades frente a los desastres. Además, desempeñan un papel importante en el transporte, el turismo y el bienestar cultural y espiritual de las personas” [1].

Según el último informe de la Convención Ramsar [2], convención dedicada a un uso integral y sustentable de los humedales del mundo, el 35% de estos ecosistemas se ha perdido desde 1970, lo que representa una tasa tres veces mayor que la tasa de pérdida de bosques. Estas han sido provocadas por el cambio climático, el crecimiento poblacional, la urbanización, así como los procesos de cambio de uso del suelo e incluso la inundación de humedales con fines de producción agropecuaria intensiva/extensiva.

Humedales, territorios en disputa

Las comunidades humanas, a lo largo de la historia, se han asentado en torno a los humedales, constituyendo complejos territorios, que hoy comparten espacio con una diversidad cultural de actores, de procesos de asentamiento sucesivos, de actores económicos diferentes. Esta complejidad de intereses constituye territorios en constante disputa, un permanente proceso de transformación y de orientación hacia una dirección u hacia otra, según las prioridades y los intereses dominantes y los procesos de resistencia, como menciona Edmundo Gallo, en relación a los territorios en Bocaina, Brasil [3].

En concreto, lo que se disputa es la construcción del espacio, el poder para orientar la visión de desarrollo en ese espacio. Se enfrentan visiones desde el equilibrio y los sistemas sustentables, los intereses de acumulación a través del cambio de uso de la tierra, la agropecuaria intensiva/extensiva, la sobre ganadería. Pero también se disputan las prioridades desde el Estado, que buscan la implementación de obras de infraestructura como hidroeléctricas y otros. Y en este proceso de un territorio en disputa, en que ocurren pérdidas y transformaciones, es que pueden acontecer procesos de despojo de los ecosistemas y de los territorios de las personas, familias y comunidades que habitan estas zonas estratégicas.

Humedales y Vivir Bien

Los humedales, desde la perspectiva de territorios, biológica y culturalmente diversos, son espacios para la construcción del Vivir Bien, en la medida en que los procesos en disputa puedan construir desde la ecología de saberes, donde todos los conocimientos, locales, tradicionales, occidentales, científicos, dialogan y plantean procesos de futuro, “…y es que no hay posibilidad de transformación de las condiciones en el territorio, sino se basa en la ecología de saberes que se exprese en un proceso de gobernanza viva”, nos dice Edmundo Gallo [4].

Asimismo se busca la restauración y fortalecimiento de sistemas bioculturales de producción. Es decir, superar la idea de humedales como sistemas naturales para “proteger”. Se trata de reconocer que son territorios con un uso permanente tradicional e histórico, combinado con usos más modernos, y donde hay sistemas bioculturales más sensibles y vulnerables que otros, como pueden ser los sistemas de vida de pescadores artesanales, sus sistemas de conocimiento y sus economías, como ocurre en los denominados “acuatorios” en el Río Magdalena en Colombia [5].
En Bolivia se ha construido la Estrategia para la Gestión Integral de los Humedales y Sitios Ramsar, en la que se ha hecho el esfuerzo de la caracterización de los principales humedales y sitios Ramsar del país, en el marco de las cuencas a las que pertenecen. Se ha realizado un análisis de las amenazas que enfrentan los humedales y se han planteado líneas de acción de políticas públicas a implementar.

De esta manera, en la declaración e inscripción como Sitios Ramsar, se han desarrollado procesos de construcción de las propuestas y delimitaciones de manera participativa con sujetos y actores institucionales y otros, como fue el caso del humedal Río Yata, en el Beni.

Sin embargo, estas experiencias todavía distan mucho de la comprensión de los humedales como territorios, de la ecología de saberes, de las prácticas y tecnologías sociales, de los procesos de planificación y los acuerdos de gobernanza y de decisiones de desarrollo desde y con los sujetos.

Esta, entre otras, son las dimensiones a llevar a cabo para que los humedales como territorios avancen en el sentido del Vivir Bien, en el sentido de territorios con desarrollo integral y sustentable.
Queda pendiente incluir este debate fundamental, como parte de la construcción de un nuevo abordaje de las políticas de bosques y tierras, en las que los humedales no han sido incorporados ni comprendidos en su total dimensión.


* Bióloga, militante del Proceso de Cambio y exviceministra de Medio Ambiente.


1 Convención Ramsar. Global Wetlands Outlook Global Wetlands Outlook [Perspectiva mundial sobre los humedales / sitio web: www.global-wetland-outlook.ramsar.org
2 Ídem.
3 Edmundo Gallo, en el Seminario Internacional “Agrobiodiversidad: Geografías, sujetos y gobiernos de los comunes en la reconstitución de los sistemas alimentarios para el Vivir Bien”, 22-24 de junio 2020, JAINA, Tarija.
4 Ídem.
5 Juan Carlos Gutiérrez Camargo, “Acuatorios de pescadores artesanales en Colombia y soberanía alimentaria. El caso del río Magdalena”, en el Seminario Internacional “Agrobiodiversidad: Geografías, sujetos y gobiernos de los comunes en la reconstitución de los sistemas alimentarios para el Vivir Bien”, 22-24 de junio 2020, JAINA, Tarija.

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