Por Ariana Campero Nava * -.
El uso de filtros en las fotografías para homogeneizar nuestro color nos hace prestar atención sobre nuestra piel, pero de manera errónea. También se ha confundido el cuidado de la piel con terapias puramente estéticas, u otros en su mundo patriarcal piensan que el cuidado de la piel “es cosa de mujeres”.
Debemos concebir el cuidado de la piel como algo necesario, al fin y al cabo la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, que nos protege y participa en la termorregulación, está encargado de la síntesis de vitamina D, tiene función sensorial e inmunológica, entre otras propiedades.
Nuestra piel está expuesta permanentemente a los rayos ultravioleta (RUV) del sol, a las luces que emiten las lámparas y pantallas, químicos u otros agentes nocivos de índole ocupacional, etcétera. Por eso expondré brevemente los efectos perjudiciales de la exposición crónica a las radiaciones ultravioleta:
- Fotocarcinogénesis: la exposición prolongada a RUV, principalmente los primeros 18 años de vida, fototipo cutáneos cuyas pieles sean blancas sin capacidad de bronceado, sumado a condiciones genéticas innatas, son factores de riesgo elevado para desarrollar mutaciones en el ADN de las células cutáneas causando así diferentes tipos de cáncer de piel.
- Fotoenvejecimiento: el envejecimiento intrínseco es inevitable con el paso de los años, pero si añadimos los efectos nocivos de los RUV podremos observar daños en la piel que van desde arrugas gruesas, piel engrosada, trastornos pigmentarios hasta lesiones pre-malignas y malignas.
Existen, además, numerosas enfermedades cutáneas que se agravan o se inducen con la exposición a RUV o bien, en combinación con ciertos fármacos-sustancias, manifiestan lesiones en piel, como ser las dermatitis fotosensibles, pero este no es el tema abordado hoy.
Por tanto, ¿cómo podemos cuidarnos?
Uso de bloqueador solar con FPS 50, que proteja de UVA y UVB. Debe aplicarse cada tres horas todos los días, incluso dentro del hogar, ya que las pantallas de computadores, celulares o luces LED emiten RUV.
Uso de ropa y accesorios que protejan del sol, como ser gorras, gafas y sombrillas. Esta medida es esencial en niñas, niños y adolescentes.
No broncearse. El bronceado solar o artificial es dañino, una piel bronceada es una piel dañada. ¡Rompamos estereotipos falsos de belleza!
Nuestro cuerpo necesita del sol para producir la Vitamina D –requerida en tiempos de pandemia–, por ello la exposición preferentemente debe ser antes de las 10: 00 a.m.
Hidratar la piel con ingesta de abundante agua y aplicación de cremas corporales, preferentemente libres de perfume. Una piel hidratada es una piel sana.
La Pachamama y nuestra especie depende del Sol para existir, la capa de ozono nos protege de sus efectos nocivos, por eso cuidemos nuestro planeta, consumamos menos, reciclemos más, sigamos las medidas de protección para tener una vejez con piel saludable y, sobre todo, luchemos contra el capitalismo, principal causante del agujero de la capa de ozono.
Sigan mis consejos y ya no necesitarán filtros en sus fotografías.
* Exministra de Salud.
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