Por Carlos Echazú Cortéz-.
Sra Añez:
Más allá de la supuesta solidaridad que dicen tener con usted quienes la empujaron a autoproclamarse aquél ominoso 12 de noviembre de 2019, está el hecho que usted se encuentra detenida mientras que ellos gozan de impunidad y, no sólo están libres, sino que son gobernadores, alcaldes e incluso líderes de la oposición parlamentaria. Más aún, cuando Mesa fue convocado por la fiscalía a declarar en el caso por el que usted está presa, él se negó a dar su testimonio, acogiéndose a un supuesto «derecho» de guardar silencio, lo que implica que se niega a responsabilizarse por la autoproclamación que él la incitó a realizar. No estoy diciendo que él sea el único responsable de aquello. Son varios los responsables y entre ellos está usted misma, pues siendo abogada, sabía que lo que le propusieron estaba fuera de todo ordenamiento jurídico. Sin embargo, lo evidente es que hubo un grupo de líderes políticos y cívicos de la derecha que la indujeron a hacer aquello y, no es justo que usted sola pague por eso.
Muchas de las cosas que ocurrieron en esos días han sido ya develadas, permitiendo apreciar a los bolivianos que lo que usted y sus cómplices hicieron fue realmente un golpe de Estado. Sin embargo quedan algunas cosas por revelar. Una vez que usted se constituyó en La Paz, en vísperas de su autoproclamación, usted fue llevada por las Fuerzas Armadas o la policía a reunirse con Luis Fernando Camacho que se encontraba, con todo su aparato golpista, en un lujoso hotel de la zona sur. Por lo que ocurrió luego, se sabe que en esa reunión, Camacho le impuso a usted el nombramiento como ministros a alguna de su gente, por ejemplo, el señor Jerjes Justiniano en el ministerio de la presidencia o Fernando López en el de defensa. Dos ministerios claves, entre otros, con los que Camacho gobernaría detrás de bastidores. Eso resultaba muy obvio en aquel momento.
Posteriormente su proclamación como candidata para las elecciones la separó de los que hasta ese momento habían sido sus aliados, provocando una crisis de gabinete, en el que los más cercanos a Camacho salieron del gobierno. Usted recordará que esa postulación irritó a sus ex aliados. Mesa llegó a decir que usted, con esa postulación, «validaba la tesis del golpe», lo que implicaba un claro reconocimiento de su parte que fue eso en realidad lo que ocurrió.
Ahora bien, por todos estos datos, se sabe que usted fue empujada a hacer lo que hizo, lo que -repito-no le quita a usted parte de la responsabilidad. Pero existen algunos otros detalles del golpe que usted tiene guardados en su conciencia. Por ejemplo, ¿qué más hablaron usted y el señor Camacho en los momentos previos a su autoproclamación? Obviamente tuvieron que hablar sobre lo que venía a continuación. El tema del gabinete ha quedado ya esclarecido. El hecho de que él le impusiera puestos claves en el gabinete implica que él era el dueño de la situación, pues él había desplegado los grupos paramilitares que asolaron a la población y además había «cerrado» con la policía y el ejército. Además, lo simbólico cuenta mucho, señora, usted lo sabe: no fue él quien la buscó a usted, sino él -cual mafioso- la hizo llevar ante su presencia. Por lo tanto, el principal golpista es el señor Camacho; ahora gobernador de Santa Cruz, mientras usted está presa. Así también tuvieron que haber conversado sobre los procedimientos que debían realizar para darle al golpe una fachada de sucesión constitucional, es decir, el libreto de los próximos pasos a seguir. Ya se sabe que el diseño original de esos «procedimientos» los realizaron en el conciliábulo de la Universidad Católica, sin su presencia, aunque, al decir de algunos, fue consultada para ver si usted estaba dispuesta a asumir el cargo. Era lo que Samuel Doria Medina denominó «el plan b» y que Carlos Mesa en los últimos días, burlándose del sentido común, de toda Bolivia y de usted especialmente, ha denominado «una sucesión impecable», cuando en realidad fue muy grotesco verla a usted autoproclamarse en un recinto parlamentario vacio, mientras la bancada parlamentaria mayoritaria del MAS era impedida de ingresar por la policía, con quienes los Camacho habían «cerrado».
Por todo esto, señora Añez, los detalles que usted guarda no descubren el golpe, eso ya está al descubierto, pero pueden ayudar a que los principales responsables del golpe sean mayormente visibilizados.
También se rumorea que usted recibió plata para aceptar la propuesta de los principales golpistas. Piense, señora Añez, que en las fuentes de esos dineros están los propósitos y verdaderos promotores del golpe. Ellos están libres, muy posiblemente gozando de los favores que recibieron de usted cuando fue gobierno y, usted, presa.
Deja un comentario