
La revelación de la existencia de un encuentro secreto entre el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y la presidenta de facto Jeanine Añez confirma que en 2019 “hubo toda una conspiración nacional e internacional contra el presidente Evo Morales, contra el Proceso de Cambio y contra la continuidad democrática”, afirmó el analista político Hugo Moldiz.
“Más que una triangulación”, hubo una conspiración que incluyó a varios actores que se movilizaron en distintas etapas, y que se unieron en torno a “un plan piloto de instaurar (en Bolivia) una democracia de excepción”, dijo Moldiz.
Esa “democracia de excepción” no es “una dictadura típica militar, sino más bien un gobierno que surge de la participación activa de las Fuerzas Armadas y la Policía, y que luego intenta proscribir a la principal fuerza política del país”; es decir, se trata de un gobierno con “una careta democrática, pero en realidad un régimen profundamente autoritario, profundamente dictatorial, profundamente violador de los derechos humanos”, explicó.
Moldiz, quien consideró que hablar solo de “triangulación” liberaría de culpa a algunos actores del golpe, desglosó algunos de los momentos que se desarrollaron para la materialización del golpe de Estado de 2019:
◼️ Un primer momento es previo al golpe, y ahí hemos tenido un activo bloque internacional preparando las condiciones internacionales para el golpe. A mediados de ese año, Fernando Camacho y Tuto Quiroga se trasladaron al Brasil y a Colombia. En Brasil no se pudieron reunir con Bolsonaro; pero sí se reunieron con una autoridad de la Cancillería y con una parlamentaria bolsonarista para llevar adelante la consulta ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con el criterio de que la reelección no era un derecho humano, y con eso invalidar la postulación de Evo Morales e ir sembrando la tesis del fraude. También se reunieron con el Presidente de Colombia. Habría que preguntarse por qué ahora Camacho y Tuto, que fueron uña y mugre en ese periodo, aparecen ahora tan distantes.
◼️ Un segundo momento ocurre cuando se produce el golpe, y está claro el apoyo que Brasil, Ecuador y Argentina le dieron a los golpistas, antes y después del golpe. Hay muchos actores.
EL FAB 001 HABRÍA ESTADO EN BRASIL ANTES DE LA AUTOPROCLAMACIÓN DE AÑEZ
Según Moldiz, “todo indica que incluso antes de la autoproclamación de Añez, ya el FAB 001 se había traslado a Brasil”. Hay que investigar si el avión fue con la señora Añez o con quiénes, pero “está claro que no fueron a tomar un café con Bolsonaro (…), está clarísimo que fueron a coordinar como parte de esta conspiración internacional que se tradujo en el golpe de Estado de 2019”.
El analista insistió en su tesis de que en 2019 se desplegó en Bolivia un “plan piloto” para “instaurar una democracia de excepción”, y dijo que detrás de la conspiración había “intereses muy concretos”.
No es casualidad ni mucho menos amistad lo que unió a estos sectores, “son intereses”. Es evidente que Estados Unidos, Brasil, Colombia, Argentina, el secretario general de la OEA Luis Almagro, “tenían intereses muy concretos que los juntaron, a pesar incluso de circunstanciales y superficiales diferencias, con el objetivo de terminar con uno de los procesos políticos más importantes de América Latina en los últimos años”.
“No pudieron hacerlo”, remató. En menos de un año el proyecto para proscribir al MAS, proscribir a las organizaciones sociales, “fracasó”, se recuperó la democracia “y el pueblo volvió al Gobierno”, sostuvo. (tomado de PRIMER PLANO BOLIVIA TV).
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