Por Eduardo Paz Rada * -.
La gigantesca campaña mediática, agudizada en las últimas semanas de manera notable, en contra del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y del proceso nacional y popular ganador de múltiples elecciones con más del 50% de votos e impulsor de una democracia participativa de liberación, desarrollo e independencia, se ha concentrado en “mostrar” una división profunda entre las principales figuras políticas del proceso: el presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca y el jefe y líder de MAS y los movimientos sociales, Evo Morales.
La misma se produce en el contexto de cumplirse el decimosexto aniversario del primer gobierno del MAS y el undécimo del Estado Plurinacional, y cuando aumentan las versiones de cambios en el equipo de ministros del presidente Luis Arce, quien, de acuerdo a la Constitución, es el único con atribuciones de formar, cambiar o ratificar a sus colaboradores principales y lo hace tomando en cuenta las reuniones de consulta y evaluación con el MAS y las importantes fuerzas populares como la Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad (PU).
Además, en noviembre último estas organizaciones, a las que se sumaron muchas otras organizaciones populares de base de todos los sectores y de todas las regiones del país, convocadas y encabezadas Evo Morales, realizaron la Marcha por la Patria, que culminó en La Paz con una concentración de más de un millón de personas que manifestaron su total apoyo al gobierno de Arce y Choquehuanca y su rechazo a las acciones desestabilizadoras y golpistas de los grupos conservadores de las oligarquías locales dirigidas por el Comité Cívico Pro Santa Cruz, a los que acompañan algunas plataformas ciudadanas y los partidos opositores Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos.
Durante la marcha y en la concentración estuvieron presentes Luis Arce, David Choquehuanca y Evo Morales, manifestando la unidad del pueblo boliviano para profundizar el proceso de transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales y continuar la lucha anticolonial y antiimperialista.
En este contexto, algunos dirigentes medios, otros parlamentarios del MAS y funcionarios públicos, se han dado a la tarea de hacer eco a los medios empresariales y a la oposición utilizando sus mismos argumentos, manifestando que existen grandes discrepancias, luchas intestinas entre los tres dirigentes más importantes, y la existencia de proyectos políticos discrepantes, cumpliendo el papel de quintacolumnistas.
Inclusive consideran que fueron los errores del gobierno de Morales los que llevaron a la ejecución del golpe de Estado de octubre-noviembre de 2019, desconociendo así las acciones de conspiración y desestabilización articuladas desde Washington y Miami con los comités cívicos de Santa Cruz y Potosí, medios de comunicación de las corporaciones empresariales, jefes policiales, obispos de la Iglesia católica, funcionarios de las embajadas de Brasil, Argentina, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y partidos opositores. Este golpe de Estado impuso un gobierno de facto que ejecutó las masacres de Senkata y Sacaba y persiguió, apresó y reprimió al movimiento popular.
* Sociólogo y docente de la UMSA.
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