abril 20, 2024

Lo sustantivo del MAS-IPSP


Pilar Lizárraga Aranibar * -.


Este año se celebra el 27 aniversario del Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), el instrumento más poderoso de Bolivia, ese que con la acumulación histórica de las luchas y resistencias escribiría la historia política contemporánea de Bolivia.

En este ahora las imágenes son elocuentes, un movimiento político que genera una movilización contundente que refrenda la unidad y convicción sobre lo sustantivo de este instrumento y que contrapone a las narrativas y especulaciones mediáticas que se intentan instalar en esta etapa para construir el escenario de incertidumbre favorable a las aspiraciones e interés del Imperio. Dividir para reinar y reinstalar el sistema de pongueaje político.

El constante ataque mediático que pretende construir la fragilidad de la naturaleza constitutiva del MAS-IPSP olvida que la base para constituir el instrumento se funda en la construcción de un horizonte de liberación, donde los pueblos puedan gobernarse, que es una de las equivalencias que tejen la unidad y son la base de un debate del movimiento popular, en el que se fundamentaba la constitución del instrumento en ese sentimiento de “…que mientras nosotros no seamos poder político, nunca se cumplirían las reivindicaciones…”, lo que constituye un metabolismo político que resiste y produce transformación. Estos debates traen al centro las formas de cómo opera el poder y cómo se constituye la democracia, planteándose una lucha contra el pongueaje político característico de la democracia liberal, planteando la construcción de un gobierno propio para la liberación. Este aspecto pone en el centro la forma política bajo la cual se ha construido el poder, expropiando el derecho político y la soberanía del pueblo para construir una representación que era monopolizada por el sistema de partidos.

El triunfo de 2005 en las urnas aperturó la transformación radical del poder, constituyendo un poder que articula los poderes del campo de lo orgánico, el Estado y el poder que emana de las urnas, y que se funde en la figura de Evo Morales. Este triunfo es resultado de la unificación de las luchas y reivindicaciones que encuentran en el proyecto societal la equivalencia de convergencia hacia otro horizonte. Después del golpe de Estado, con el retorno el MAS-IPSP al gobierno en 2021, estos poderes se separan en el cuerpo político del ejercicio en el Gobierno, lo que no puede ser leído como división de la naturaleza constitutiva, sino como un tiempo en el que el sujeto que encarna el poder del Estado no tiene el poder de lo orgánico político; es un tiempo de gobernar con una complementariedad de poderes de los diversos campos desde donde este se constituye.

Pero en otras escalas territoriales el debate de la unidad trae también elementos fundantes de la naturaleza constitutiva, y estas versan sobre la verdad y la justicia, donde se fundamenta que la unidad no puede ser construida en base al despojo y marginación del propio sujeto; es el tiempo donde la tensión de la escala para habitar el instrumento desafía a pensar la convivencialidad política de la militancia y de la construcción de las representaciones en sintonía con los principios fundantes, que es la de la lucha contra el retorno del pongueaje a partir de la inclusión de actores que tienen como horizonte el copar el instrumento para el usufructo del poder y de reproducción de privilegios particulares. La unidad se preserva como sustancia en base a los fundamentos políticos y a la comprensión de lo orgánico como metabolismo de la reproducción de la política.

Mientras el capital se reproduzca nuestra historia será de resistencia y de construcción de un horizonte comunitario.


*            Investigadora JAINA. Presidenta regional MAS-IPSP – Cercado Tarija.

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