mayo 30, 2023

Karina Pérez habla de la crónica de rock

Por Sergio Salazar Aliaga *-.


Karina Pérez es productora de televisión y comprende el manejo del lenguaje y de la imagen, atributos que le ayudan a su labor de manager de distintos grupos de rock nacional.

Los Eccos

“Mi mamá es la que canta, en la época dorada del 60 fue la vocalista del grupo Sarita y Los Eccos, yo tenía mis cuatro años cuando fue la primera vez que la escuché cantar ‘Néctar de verano’ en el canal RTP; me llevó donde el compadre Palenque, no me recuerdo exactamente a qué programa, pero sé perfectamente que me dijo: ‘Siéntate aquí y no te muevas’. Cuando la empecé a escuchar por primera vez cantar me puse a llorar. Creo que ahí empezó todo, como que algo me marcó.

Siempre estaba en contacto con la música que ella hacía o la de alguno de sus amigos (sus compañeros de tarima). Yo escuchaba música muy comercial, por ejemplo Xuxa. En el colegio empecé a discernir un poco más la música y entré a mi época negra de escuchar pop y de ser súper fan de Mercurio, de ahí fui a pasar a ser súper fan de Panda y en esa transición empecé a oír Plastilina Mosh, Jumbo y el rock mexicano de Resorte; fue un cambio bastante radical el que tuve. Ya después me pasé a la música en inglés, y con eso he empezado a inclinarme con mis gustos musicales a ese lado.

Cursé clases de teclado, que me parecía muy interesante, pero nunca logré profundizar más, solo tengo una base musical ‘0.1’, pero siempre me llamaba la atención eso de la música. Lo que me ha influenciado fue el tema de mi mamá, creo que esa ha sido la base para involucrarme un poco más en la música.”

Entrar en la música

“Comencé a estudiar comunicación audiovisual y mi meta era llegar a hacer programas musicales, entonces cuando estaba por mi segundo año de la Universidad fui a hacer mi pasantía a Red Uno, y de hecho trabajé en Uno Teens, con Claudia Fernández, debió ser en 2005; ahí fue donde tuve más contacto con los grupos musicales de esa época, como Quirquiña, Los Tocayos, RaBeat y Octavia.

Me tocaba ir a los camerinos a hacerles notas, y me pareció interesante cómo las bandas se movían: te buscaban y te enviaban sus discos, te invitaban a sus presentaciones, era totalmente distinta la movida.

Con Omar, de Deszaire, hicimos la canción del programa Que no me pierda, fue una bonita etapa en la que formé lazos con artistas y me quedé haciendo televisión en Red Uno; pude ver ese cambio de tener como invitados principales a nuestros músicos a pasar a tenerlos como relleno, porque me decían: ‘Sobran 25 minutos, llama a cualquier grupo que te diga que sí’. Eso no me gustaba, reclamaba que hay que tener un poco de respeto a las bandas, razón por la que decidí cambiar de programa y por cosas del destino llegué a Tu top, con Rodrigo Zelaya.

Con él quedamos que una vez al mes traeríamos a mis bandas, ya que las demás estaban ocupadas por grupos de cumbia. El día que me tocada siempre trataba de traer una banda como Walkman, Los bolitas, quienes se presentaron por primera vez ahí, tenían como dos semanas de fundación y fueron a tocar en vivo, fue muy lindo, de vocalista estaba ‘Sercha’ Ramírez, fue la primera alineación de Los bolitas.

Estuve siete años en Red Uno, básicamente me aburrí de hacer televisión, porque ya había hecho todo (El mañanero, Que no me pierda, TV Abierta, Tu top, Los Serrano), y me dije: ‘ ¿Qué más podía hacer? ’. El noticiero no era lo mío. Me cambiaron de área, pero no estaba muy cómoda en ese lugar.”

México

“Por casualidades del destino me fui a México de vacaciones y entre mis paseos encontré un cartel de un centro cultural que daban clases de periodismo rock y me llamó la atención y empecé a averiguar y dije: ‘Renuncio a todo y me voy seis meses, Dios dirá’.

Renuncié al canal y me fui a Ciudad de México. Estuve pasando seis meses el curso de periodismo de rock con Paqui Peñaloza, una periodista que tiene su columna en uno de los periódicos más importantes de ese país, uno que está muy enfocado en crónicas de rock y notas a grupos.

Era un taller que se daba una vez por semana, con clases de cuatro horas, donde te enseñan a escribir artículos, las partes de un artículo. Pero lo que me llamaba la atención era cómo deberías tú como periodista enfocarte en tus notas para tu público. La profesora hacía lo que son las crónicas de conciertos de rock, de shows, y me gustó eso.

Obviamente podías hacer reportajes, entrevistas, como que te da un parámetro de cómo lidiar con una estrella de rock, porque a veces es bien difícil sacar una entrevista con artistas grandes. Ella nos contaba sus experiencias de haber hecho notas con Caifanes; me llamó el tema de hacer crónicas y contar un concierto desde el punto de vista de un espectador, narrar cómo es el ambiente, cómo está el lugar y la gente, cómo suena, simplemente decir si fue o no un gran show.

Escribir es un viaje, llegar a la temporalidad, al escenario. La maestra fue a cubrir el Viva Latino de esa época, te hablo de 2018. Entonces leí el artículo que escribió y me metió en su lectura contando que como periodista no la pasó muy bien por temas logísticos del Festival, pero por otro lado señaló el cómo fueron las presentaciones de las bandas, y uno podía percibir cosas que como público no podemos palpar, todo esto en una nota de prensa.

Empecé a escribir. He debido publicar unas dos o tres crónicas de conciertos, porque siento que necesito pulir un poco más, no me animo a hacer mi blog de crónicas, pero me gusta mucho eso. Aprendí que nosotros como periodistas vemos al artista y a veces no sabemos cómo preguntarle o qué preguntarle y cometemos el error de preguntar cosas que no tienen nada que ver. Desde el hecho de hacerles una pequeña nota de prensa, aunque muchos periodistas no la leen, a hacer un boletincito y darle un poco más de importancia a las bandas, es una tarea que me puse.”


  • Cientista político.

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