Por Marcelo Ticona -.
Cuando uno lee las redes sociales puede ver afirmaciones ridículas, tales como que en 2019 Evo Morales estaba huyendo del país con cinco camiones de Brinks (empresa de transporte de valores) y 19 toneladas de oro; o que el actual Gobierno venderá todo el oro físico de Bolivia. Esas versiones son hechas por activistas políticos y resulta alarmante cómo algunos analistas económicos, políticos y hasta asambleístas, que sabiendo que es una fantasía, lo toman como cierto y plantean desde juicios hasta comisiones para verificar físicamente la existencia de oro (no sé si eso implica viajar a Inglaterra para realizar dicha verificación).
Con la aprobación de la Ley del Oro el Banco Central de Bolivia (BCB) podrá realizar actividades de transacción de este recurso, obteniendo reservas adicionales que mejorarán el sistema financiero de divisas e incrementarán las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Las afirmaciones de que esta ley servirá para que el Gobierno venda el oro y así pueda disponer de más efectivo no tiene asidero. Las acciones financieras aprobada en la Ley del Oro están centradas en comprar lo producido y, a partir de la fecha, almacenar y vender cuando el precio del oro se incremente. Las reservas actuales existentes no serán objeto de venta.
Esta hermenéutica respecto a la comercialización del metal precioso por parte del BCB es entendida hasta por los organismos internacionales, prueba de esto es que los bonos soberanos recuperaron valor en los mercados internacionales. De igual forma, la calificación de riesgo del país se redujo. Solo aquí los analistas y políticos ven una catástrofe en esta ley.
No olvidemos que en las últimas semanas los rumores, comentarios de políticos y analistas, publicaciones en las redes sociales y otros, ocasionaron que las expectativas de la población fueran negativas y se vuelquen a comprar dólares, generando una demando inusual. No se puede caer en lo mismo, los ciudadanos debemos tener confianza en las acciones de los administradores, ya que la comercialización de este producto a nivel internacional crea sustanciosas ganancias que son canalizadas por empresas privadas extranjeras. En este sentido, es una buena medida que dará ganancias al Estado nacional para fortalecer las RIN.
Las calificadoras de riesgos y los organismos internacionales han determinado que el punto débil de la economía nacional se encuentra en la “inestabilidad social y política”. Es, en este sentido, explotado por los analistas económicos y políticos de oposición para provocar distorsiones en la economía, como es el caso de la demanda de dólares.
Con la comercialización del oro por parte del BCB se debe poner importancia en los organismos fiscalizadores, como ser la Contraloría General del Estado, el Viceministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción y, sobre todo, la Asamblea Legislativa, que recibirá informes cada cuatro meses.
El actual modelo económico debe tener el respaldo de la ciudadanía, y los rumores y análisis que pretendan generar desconfianza deben ser tomados como lo que son: Simples rumores que tienen por objetivo que todos entren en pánico para que en las próximas elecciones estos políticos tengan como bandera que la economía anda mal y que ellos serán los salvadores. Tan falso como los operadores políticos y opositores de la actualidad.
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