Me encontré con un grupo de jóvenes que son una enciclopedia musical. Saben de canciones, de grupos, de cine, son coleccionistas de discos de vinilo, tienen su programa de radio “La Comunidad del Vinilo”, en el que cada uno de ellos tiene su propia sección. Escucharlos es como percibir una cátedra. Te alimentan, te enseñan, además que trasmiten la mejor onda posible.
Una tarde nos fuimos con mi amigo Juan José Peralta a la casa de Huáscar Cajías Cueto, quien nos mostró su impresionante colección de discos de vinilo y música en general. Estaban ellos. Tuvimos un recibimiento tan ameno que pareciera que nos conocíamos de años. Comencé la entrevista. Juanjo tomó unas fotos en su calidad de fotógrafo profesional. Fue una tarde mágica e inolvidable.
Semanas después fui a la radio Wayna Tambo, en la ciudad de El Alto. Para continuar la entrevista participé en el programa. Parte de todo ese relato se encuentra en este fragmento de papel, tratando de darle un orden a la historia de “La Comunidad del Vinilo Radio”.
La historia
“Me llamo Rafael Chipana. Mi madre me puso ese nombre por el artista español, Rafael (Martos Sánchez). Ella es fanática de la música. Tiempo después me conecto con Nirvana, Alice in Chains, Soundgarden y Stone Temple Pilots, que es mi banda de cabecera de rock, es ahí que comienzo con el grunge y el britpop.
El año 95 formamos un grupo de rock, Los Defacto, y hacíamos rock alternativo y punk, covers de Green Day, de Nirvana, y teníamos algunas composiciones. Participamos en concursos de rock. Sacamos el tercer lugar en la discoteca Queen Music Hall, ubicada en la Plaza Villarroel.
Llega la universidad y dejé la música. Cuando terminé volví a retomar. Cuando fui a un concierto del Marathon Rock, de Ciudad Líquida, de Julie Marín García, entonces volví a armar otro grupo, Los Planton, que hacía tributos a The Doors, Deep Purple, Black Sabbath, Pink Floyd, los solos de David Gilmour, y lo hacíamos muy bien.
Luego vino ‘La Comunidad del Vinilo’, que es una extensión de la música. Uno de mis sueños era hacer radio, y gracias a Pablo Vargas –que es en realidad el fundador y productor de este programa– se impulsa este grupo de amigos y el proyecto.
Un día Pablo Vargas me llama y me pregunta: ‘ ¿A ti te gustan los discos de vinilo? ’. Para mí fue una persona enigmática, especial, intensa y muy conocedora de la música. Podía hablar de todo con él, desde Madonna hasta lo más oscuro. Entonces, en 2017 nos comunicamos, él quería hacer un programa de televisión sobre música, en TV Culturas, del Ministerio de Culturas. Participé en ello. Hay un piloto, pero no prosperó. Él trabajaba ahí. Como fracasó el piloto, me llamó tiempo después. Había conseguido un espacio en la Radio Comunidad, cerca de la Plaza Triangular. Éramos Huáscar Cajías, Ernesto Moscoso, Pablo Vargas y yo (Rafael Chipana).
Pudimos salir al aire. Pablo Vargas fue el impulsor de todo esto. Hasta el día de hoy, sigue el proyecto de ‘La Comunidad del Vinilo Radio’. En el camino se fueron integrando Antonio Salazar, Carlos Tarquino, Ever Coarite, Antonio Cajías (hermano de Huáscar), Daniel García, Delina Callisaya y Patricia Ayllón Argandoña, que ahora no están muy conectadas pero que también forman el equipo de producción. Y así fue creciendo la familia, recién se sumaron Ernesto Guevara Quiroz, Nycolle Zurita y Alejandro Ríos. Llegamos a los cuatro años.
Un día le ayudé, me encargué de hablar con los chicos sobre la música que iban a poner, toda la coordinación. Como él trabajaba en el Ministerio de Culturas y era parte del protocolo de los grupos que se presentaban, entonces le quedaba a veces muy poco tiempo y yo terminé haciéndome cargo de la producción general.
Lastimosamente, cuando él falleció tuve que quedarme para tomar la posta. Me sentía en la obligación personal, moral y de amistad para honrar todo lo que había confiado en mí y poder asumir esa responsabilidad. Hablamos días antes de su muerte, en ese momento me dijo: ‘Hazte cargo’. Gracias a Dios tengo la fortuna de tener toda esta gente tan animada, tan conocedores y entregados para que el programa salga adelante.
La música termina siendo una especie de bálsamo que cura la vida. Hay música de todo y para todo, con mensajes, con sentido de ritmo y todas sus variantes. Muchas veces la gente se queda en el pasado, pero la música avanza. Soy como un expedicionario, he ido de la mano del tiempo, entendiendo la propuesta de los grupos actuales. La música siempre es subversiva.
No es necesario argumentar, es parte del desarrollo, siempre hay formas de desafiar el establishment, hoy cuento con unos mil discos de vinilo, la misma cantidad con los cds, en música digitalizada deben llegar a los cinco mil discos, clasificados por año, para ver la evolución.
En vinilo más raro que tengo es de metal industrial, de un grupo esloveno que se llama Laibach, de 1987, con canciones como ‘Geburt einer Nation’ (Nacimiento de una nación), y un cover de ‘Live Is Life’, cantado en esloveno.”
Rock en tu idioma – Rojo, amarillo y verde
“Soy Antonio Cajías. Desde los 18 años tengo un gusto por los discos de vinilo. Mi entorno me llevó a la música. Mi primera gran influencia son los Beatles, ahí descubro esa curiosidad para coleccionar su música. Primero grababa en casetes sus canciones, cada canción era un descubrimiento, después buscaba sus discos. Empecé a coleccionar cuando entré a la universidad. Mi primer disco es el ‘Fresh Cream’, es el álbum debut de la banda británica Cream. Ese lo compré en tres bolivianos, ahora vale muchísimo, entre 800 a mil bolivianos.
Visitábamos la excalle Tiquina, donde estaban los libreros y vendían discos de vinilo. A finales de los años 80 y comienzos de los 90 la gente se fué deshaciendo de sus vinilos, por ejemplo, Jorge Lonsdale, la familia Asbún, entre otros grandes coleccionistas. Nosotros fuimos rescatando esos discos, hasta la fecha seguimos.
En la radio comencé el año 2019, en la segunda etapa. Ahí empezamos a desenvolvernos como ‘La Comunidad del Vinilo’. A mí me gusta mucho el rock progresivo, pero estoy más apegado al rock argentino, a Manal, Vox Dei, Almendra, Charly García. Ahora estoy coleccionando eso y rock nacional boliviano. Trato de conseguir las primeras ediciones, de época.
Tengo dos segmentos, el primero, que se llama ‘Rock en tu idioma’, difunde música latinoamericana en idioma hispano. El segundo es ‘Rojo, amarillo y verde’, un sector dedicado a difundir rock nacional.”
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