Por Luis Oporto Ordóñez *-.
La bibliografía sobre la campaña guerrillera del Che sigue nutriéndose. El sargento (sp) Bernardino Huanca Buitrago publicó el testimonio de su desempeño castrense en la campaña antiguerrillera, con el título Ultima emboscada del Che contra Rangers bolivianos (Cochabamba, edición propia, Gráfica J. V., 2021), y un sugerente subtítulo: “Donde el mejor guerrillero de la historia, en su último combate, no pudo pegar un solo tiro fue sorprendido por el soldado Julio Paco Huacani apuntador de ametralladora al mando del Sgto. Huanca”.
Afirma que esta obra con valor heurístico fue publicada “a exigencia exagerada de mis hijos e hijas, familiares, mis camaradas, suboficiales del servicio pasivo (sp) de nuestro glorioso Ejército, y mi exsoldados del Batallón Ranger’s II (boinas verdes), en la última etapa de mi existencia (…) hago este trabajo básicamente con el fin de esclarecer la acción del último combate del Che Guevara, frente al tercer pelotón de la compañía B Ranger’s II, que comandé de acuerdo a las instrucciones impartidas por el mismísimo Cap. Gary Prado Salmón, Comandante de la compañía B”.
En el fondo, decidió publicar su obra testimonial motivado por el papel que desempeñaron los sargentos (él mismo) en la épica jornada del 8 de octubre, caracterizando a la historiografía castrense como distorsionadora de los hechos y con evidente discriminación racista. Es un reclamo hecho con vehemencia y marcada indignación: “en su libro el Cap. Prado Salmón, La Guerrilla Inmolada, en las páginas 270 y 271, menciona incoherencias, distorsionando la verdad, se nota claramente la discriminación a un sargento que actuó con éxito en las acciones del día 8 de octubre”.
El sargento Huanca sustentó su investigación entrevistando a sus excamaradas de armas, revisando las obras de militares profesionales que publicaron estudios sobre la guerrilla e incluso cita diarios de campaña de conscriptos. En su protesta, denuncia que “el Instituto de Investigación Histórico Militar ‘Cnl. Julio Díaz Arguedas’, en su libro Jaque Mate, en sus páginas: 257, 258, 259, 260 y 261 no obstante que les facilité el texto escrito sobre mi actuación del 8 de octubre, todo distorsionado a gusto y sabor del oficial que escribió; cambiando nombres de la UU. PP. y GG que actuaron en su momento y niegan escribir en forma sistemática los hechos verídicos en sus obras, en algunos casos a propósito, por discriminación racista”.
En efecto, el libro del sargento Bernardino Huanca Buitrago reivindica el papel esforzado de los conscriptos y sus camaradas sargentos, quienes asumen como suya propia la última acción en la que cayó herido el Che, y al mismo tiempo enjuicia la conducción de la campaña a cargo de los jefes superiores.
Organizó su obra a la manera castrense. Sus capítulos son muy precisos: Prólogo (redactado por él mismo); Introducción; Biografía; Formación de la Guerrilla en Bolivia año 1967, Fase I (parte 1 al 7, con dos anexos: Respuestas a los periódicos: a Juvenal Quispe, a Eduardo Galeano, a Michele Ray y a Antonio Arguedas; Retorno a la Quebrada del Churo, en 2012, pasado 45 años, en un viaje organizado con familiares y amigos, entre ellos menciona a Gustavo Rodríguez); Fase II (Partes 8 y 9).
En el Parte 1 relata con detalles y datos incuestionables la organización y entrenamiento del Batallón Ranger’s II: “para mi sorpresa aparecen algunos gringos (oficiales del Ejército norteamericano) conduciendo vehículos nuevos (jeeps) se dirigen al Comando del Regimiento”. En efecto, el Batallón Antiguerrillero que combate en la selva, Ranger’s II, fue patrocinado por los Estados Unidos para hacer frente a la guerrilla del Che. Bernardino Huanca afirma que estos eran “instructores de los Estados Unidos del Octavo Grupo de la Fuerzas Especiales ‘Paracaidistas’ con base en el fuerte Gulick, Zona del Canal de Panamá”, identificándolos de manera apropiada: My. Ralph (Papi) Shelton, Cap. Trimble William, Cap. Fricke Walendor, Cap. Margarito Cruz y otros 12 sargentos norteamericanos. “Los instructores del Ejército de Estados Unidos se presentaron en fila con sus boinas verdes, eran unos soldados de estatura alta, robustos, algunos de tex blanca y otros mulatos, con sus uniformes de faenas impecables, uniformes planchados y las botas de combate brillando, todo de calidad, todo de marca. Apenas se dejaban entender, ya que su idioma nativo era inglés”. El entrenamiento empezó el mes de mayo: “en todos los ejercicios siempre fuimos acompañados por un instructor americano, que tomaba nota de todo lo sucedido y dar una calificación de cómo se desenvolvieron en dicho ejercicio”. El 16 de septiembre Bernardino Huanca fue distinguido como abanderado del batallón, recibiendo su Brevet de Distinción de Ranger.
El Batallón Rangers II, bajo el comando del My. Miguel Ayoroa Montaño, fue organizado en cuatro compañías: Compañía “A” “Tigres”, Cap. Celso Torrelio Villa (cuatro pelotones, a cargo de subtenientes); Compañía “B” “Pumas”, Cap. Gary Prado Salmón (cuatro pelotones, bajo responsabilidad de subtenientes, excepto el 3er pelotón a cargo del sargento Bernardino Huanca); Compañía “C” “Águilas” y Compañía “D” “Halcones”.
En la Parte 2 describe la marcha de aproximación a la zona de operaciones (Vallegrande). En la Parte 3 describe el último combate del Che Guevara frente al 3er Pelotón Ranger’s boliviano (el suyo). Describe el sorteo que se realizó para fusilar al Che, responsabilidad que recayó “al Sbte. Carlos Pérez Panoso, este militar se desmayó al conocer que le tocó ejecutar al Che Guevara, él tuvo que ordenar a su subalterno Sof. Mario Terán, que se encontraba en un estado inconveniente”. Califica al agente de la CIA Félix Rodríguez Medigutia como un “intruso” y falaz.
En la Parte 4 describe la persecución a los seis guerrilleros fugitivos desde el Abra del Picacho hasta la Isla del Monte, el 12 de octubre de 1967. En la Parte 5 se refiere al repliegue de la Compañía “B” “Pumas”, del Abra del Picacho-Vallegrande a la sede de la VIII División. En la Parte 6 relata el nuevo desplazamiento del 3er Pelotón a la población de Los Negros. En la Parte 7 describe el motín militar del Batallón Ranger’s II Boinas Verdes, con asiento en Guabirá, que fue aplacado por el presidente René Barrientos en persona. La Parte 8 está dedicada a la organización de la Federación Antiguerrillera de los exsoldados del Batallón Ranger’s II, luego de 18 años de los hechos. La Parte 9 menciona a los dictadores más sanguinarios del siglo XX. En sus palabras finales escribe un elogio dedicado al Gral. Luis García Meza, a quien califica como “el único jefe militar que se compadeció con la clase de tropa. Por esa actitud tan encomiable la clase de tropa, nos encontramos muy agradecidos”.
En su obra, Bernardino Huanca abraza un deseo íntimo reivindicatorio como mecanismo para lograr el reconocimiento de la historia, negada por los historiadores oficiales del Ejército, que pretende alcanzar a través de su propia obra, escrita y publicada con sus propios recursos. No obstante, los datos que aporta en su obra superan el deseo legítimo de ingresar a la Historia Militar debido a los temas que aborda en su invaluable testimonio.
- Magister Scientiarum en Historias Andinas y Amazónicas y docente titular de la carrera de Historia de la UMSA.
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