Por La Época -.
Bolivia se ha incorporado al Mercado Común del Sur (Mercosur). Desde el jueves 7 de diciembre el Estado Plurinacional se convierte en el quinto socio pleno del bloque económico comercial más grande de la Región (Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina), aunque tendrá todavía varios años por delante para armonizar las condiciones normativas en las que se producirá su real participación, a fin de no obtener más perjuicios que beneficios.
En la reunión de los presidentes, en las que también estuvieron presentes otros representantes de países miembros asociados (Colombia, Chile y Ecuador), el jefe del Estado Plurinacional, Luis Arce, destacó la resolución de ratificación de la adhesión de Bolivia al bloque presentada por su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula, y subrayó que es la voluntad integracionista de nuestro país la que ha impulsado a seguir avanzando en su incorporación.
Con un mercado de más de 320 millones de personas el Mercosur representa un enorme desafío para Bolivia, pues las diferencias productivas y comerciales con el resto de los miembros plenos es muy grande, lo que obligará a tener cautela en el proceso de materialización efectivo, estimado en cerca de cinco años.
El gobierno de Arce está en la línea de disminuir estas diferencias mediante la puesta en marcha de una estrategia de industrialización para la sustitución de importaciones, de manera tal que, si eso se concreta, las importaciones de varios productos de países vecinos no solo que se reducirán sino que disminuirá la balanza comercial negativa con los socios del Mercosur.
Cuando se producen encuentros como el recientemente registrado en el Brasil es cuando se vuelve a pisar tierra y asumir dos aspectos relacionados: que la estabilidad económica y el crecimiento de la economía desde 2006 y que adquiere mayor valor ahora, en los tiempos de la postpandemia, por las dificultades internas y externas que se enfrentan, solo podrán profundizarse si Bolivia supera la agenda pendiente desde el siglo XX: la industrialización. Y eso solo es posible con estabilidad política.
Al ingresar a su cuarto año de mandato, sin los ingresos del que se disponían hasta 2019 por la exportación de gas, el gobierno de Luis Arce lleva adelante la industrialización por doble vía: por un lado, la de los recursos estratégicos como el mutun, zinc y el litio, para lo cual ha puesto en marcha acuerdos con socios extranjeros. En el caso del litio y con las mayores reservas del planeta, en este 2023 se han firmado convenios con dos empresas chinas y una rusa.
La segunda vía es aprovechar la vocación productiva de recursos naturales menos estratégicos, pero que tienen por objetivo dar respuesta a las necesidades de consumo nacional. Para ello, según datos oficiales, al 2025 se tendrá más de 150 plantas de transformación productiva. Es decir, a diferencia de la primera vía, es más el mercado interno de la segunda.
En ese contexto nacional e internacional es que se trabajará la incorporación efectiva de Bolivia y que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) deberá tener en cuenta.
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