mayo 4, 2024

Desorden de la economía mundial

La tendencia de la economía mundial es a la desaceleración con perspectiva de avanzar hacia la recesión.

En rigor, desde la crisis del 2007/09 se mantiene un crecimiento lento de la producción y circulación de bienes y servicios, lo que agudiza la disputa del excedente económico, cuyo resultado favorece la concentración de la riqueza en pocas manos y la expansión de la brecha de la desigualdad afectando a millones de personas en situación de pobreza y de indigencia.

La información del FMI destaca que el crecimiento de la economía mundial fue del 3,5% en 2022; que será del 3% en 2023 y se proyecta un 2,9% para 2024, evidenciando los problemas de evolución global de la producción [1].

En esas proyecciones, el menor ritmo de crecimiento está en los países capitalistas desarrollados y por caso los Estados Unidos aparecen con 2,6%, 1,5% y 1,4% para el ciclo 2022/24. Para esas fechas, Alemania, la locomotora de la Unión Europa (UE) registra 1,8%, -0,5% y 0,9%, confirmando las tendencias recesivas; el Reino Unido tiene un registro del 4,1%, 0,5% y 0,6%; Japón el 1%, 2% y 1%.

Todos los países capitalistas desarrollados tienen proyecciones por debajo del promedio mundial, con registros del 2,6%, 1,5% y 1,4%. De hecho, son los países “emergentes” los que elevan el promedio de la economía mundial, especialmente China con sus 3%, 5% y 4,2% (alejado de sus históricos valores del 10% y más de hace pocos años) y de India con 7,2%, 6,3%, 2,3%.

La región latinoamericana y caribeña aparece con 4,1%, 2,3% y 2,3% en la sucesión entre 2022 y 2024.

En el informe anual del Banco Mundial (BM) se inicia señalando que “el mundo se enfrenta a una confluencia de crisis sin precedentes –como el cambio climático, la inflación, los conflictos y la inseguridad alimentaria– y los países en desarrollo son los más afectados” [2].

Agrega el informe que “la caída de las perspectivas de crecimiento y la reducción de los recursos fiscales dificultan la tarea de los países de responder a estas crisis e invertir en prioridades de desarrollo a largo plazo, como la salud, la educación, la protección social y la resiliencia”.

Destacamos los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del BM, aun cuando no compartimos las conclusiones que de allí se obtienen y mucho menos las propuestas que emanan de estos y otros organismos internacionales para resolver los problemas actuales, los que se concentran en la destrucción de la naturaleza y la amenaza a la vida y su reproducción derivada del orden capitalista.

Crisis del orden liberalizador y sanciones unilaterales

En efecto, el orden capitalista mundial atraviesa una profunda crisis, que se arrastra desde el 2007/09, con antecedentes en el 2001 estadounidense y que define el fin de la globalización o mundialización liberalizadora construida a la salida de la crisis de los 60/70 del siglo pasado. El proyecto “neoliberal” ensayado con las dictaduras del Cono Sur de América hace medio siglo y afianzado en el capitalismo desarrollado en los 80, alcanzó carácter universal con la debacle del socialismo en la URSS y en el este de Europa.

Desde entonces el orden capitalista recuperó su ofensiva liberalizadora construida desde el origen bajo la consigna del “libre comercio”, el “libre cambio”, la “libre competencia”.

Ese imaginario original, identificado por las primeras escuelas del pensamiento económico (la fisiocracia), fueron registradas con fuerza por los clásicos y ahora retomado por la corriente principal ante la crisis de los 60/70 y su teorización keynesiana.

La revancha liberalizadora, llamada “neoliberal”, ingresó en crisis en este siglo XXI, y con ella la “política económica” liberalizadora, vigente por cuatro décadas desde los 80 del siglo pasado.

El siglo XXI amanece con el despegue de China, que pasa del 1% de la producción mundial al 17% y se coloca en posición de disputa hegemónica respecto de la producción y circulación mundial con los Estados Unidos, expresión del 25% de la economía mundial.

Trump y su “America First” y Gran Bretaña con el Brexit, son expresiones hacia 2016 de que la era de la liberalización debía adecuarse a las nuevas condiciones del capitalismo global para no perder hegemonía en la gestión capitalista.

Ahí se inicia un tiempo de reorientación de la política económica, dominada por las sanciones unilaterales desde los Estados Unidos y sus socios, las que actúan como restricciones al comercio mundial y por ende a dificultar el proceso de las cadenas globales de valor, principal estrategia de inserción en la economía mundial de China.

Todos los análisis mundiales coinciden en la disminución del comercio mundial como tendencia de nuestro tiempo, sin considerar que eso es resultado de los problemas estructurales de desaceleración que se evidencian en este siglo, especialmente desde la gran recesión de 2009, que se agravó en 2020 con la pandemia y la guerra en Europa desde 2022, en un marco de política económica que induce el desorden y desarme de la lógica de mundialización previamente sustentada por el orden capitalista.

La lógica del capital concentrado empuja la liberalización como ampliación universal del espacio de la valorización, limitado ahora por la política de los principales Estados nacionales del capitalismo, quienes promueven sanciones sobre un conjunto de países que amenazan la hegemonía del orden mundial.

No solo es China, sino el bloque que se va constituyendo con Rusia, Irán y otros países sancionados, en una dinámica diversa que incluye tratados y una institucionalidad alternativa, caso de los Brics y otros ámbitos de integración y articulación productiva, comercial, monetaria y financiera.

Consecuencias sobre la sociedad y la naturaleza

Asistimos a un tiempo de agravamiento de la situación mundial, en donde se destaca la militarización de la sociedad mundial, en Ucrania y en Palestina, entre muchos otros lugares que explicitan el aumento del gasto militar por encima de aquellas necesidades que demanda la sociedad para terminar con las miserias de la falta de alimentación, educación o salud para millones de personas empobrecidas.

El gasto militar desplaza cualquier objetivo por resolver la desigualdad, de una riqueza acrecida en tiempos de desaceleración, agravando la condición de pobreza e indigencia de millones.

Un tema que se evidencia en la estadística anual del informe anual sobre la riqueza que provee la Unión de Bancos Suizos [3], o las estadísticas de Oxfam, al señalar que “la riqueza de los milmillonarios se ha incrementado tanto en los últimos 24 meses como lo ha hecho en 23 años”, o la mención a que “la riqueza de los milmillonarios de los sectores de la energía y la alimentación ha crecido 1000 millones de dólares cada dos días” y que mientras surge “un nuevo milmillonario, un millón de personas podrían verse arrastradas a la pobreza” [4].

Las cumbres sobre la crisis climática nada resuelven, como tampoco los objetivos para resolver los problemas de la humanidad, porque no contemplan que en la base del orden económico está el capitalismo, que supone en la coyuntura el “desorden” de la mundialización construida entre los 80 del siglo pasado y la crisis contemporánea.

El capitalismo y su hegemonía dilapida recursos desde su lógica por la ganancia y la acumulación, que incluye la tendencia a la mercantilización del sistema mundial, con militarización, desigualdad, especulación y aliento a la criminalidad del orden contemporáneo, con saqueo de los bienes comunes de la humanidad y por ende destrucción de la vida social y natural.

Un nuevo orden mundial es necesario y no vendrá de manos de la hegemonía del capital, ni de los principales Estados del capitalismo mundial y su estructuración en organismos internacionales.

La respuesta viene de la experiencia de los pueblos por revolucionar la sociedad, por transformar el orden existente en otro sustentado en la cooperación para la producción y circulación, haciendo sustentable el modo de vida para una reproducción del metabolismo social y natural.


1       FMI. Tabla de proyecciones de la economía mundial, en: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2023/10/10/world-economic-outlook-october-2023

2       Banco Mundial. Informe anual 2023, en: file:///C:/Users/jcgam/Downloads/WB%20AR%202023%20Spanish%20PDF%20 (1). pdf

3       UBS. Reporte de la riqueza global 2023, página 22, en: file:///C:/Users/jcgam/Downloads/gwr-2023-en-2%20 (3). pdf

4       OXFAM, “Beneficiarse del sufrimiento”, en: https://oi-files-d8-prod.s3.eu-west-2.amazonaws.com/s3fs-public/2022-05/Oxfam%20Media%20Brief%20-%20SP%20-%20Profiting%20From%20Pain%2C%20Davos%202022%20Part%202.pdf

 

 

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