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Este 22 de enero de 2024 cumplimos los 15 años de la fundación del Estado Plurinacional, una forma de Estado nuevo que representa una negación del anterior.
El Estado Plurinacional como expresión de la diversidad nacional-cultural que habita Bolivia simboliza un salto cualitativo respecto de las formas de Estado precedentes, que en general expresaban los intereses de las clases dominantes de mentalidad extranjerizante.
El Estado Plurinacional apenas tiene 15 años, breve lapso de tiempo respecto a la cantidad de años que tiene el país desde su creación, aunque mucho con relación a una período que es el más profundo de nuestra historia.
Los riesgos para el Estado Plurinacional siempre han sido numerosos. La derecha y el imperialismo no se han resignado a perder el control del poder político y menos aún a manos del bloque indígena y popular, el gran actor colectivo de la Revolución Democrática y Cultural.
Varios han sido los intentos de la derecha por destruir el proyecto histórico con el que “los de abajo” pretenden avanzar hacia un horizonte distinto al dictado por el capital y el colonialismo. Y esos intentos han sido desde el uso de métodos legales e ilegales.
Con todo, a 15 años de constituido el Estado Plurinacional las amenazas no solo proceden hoy desde la derecha clásica o tradicional y de los Estados Unidos, ahora lo hacen de una facción conservadora del Movimiento Al Socialismo (MAS) y del presidente que vio nacer al Estado Plurinacional, en 2009, poco después de aprobada la actual Constitución Política del Estado (CPE). Es el exmandatario del período 2006-2009 el que en esta coyuntura, motivado por un interés personal y electoral, debilita mina y debilita al Estado Plurinacional. Drama o tragedia, es el mismo papel que jugó Víctor Paz Estenssoro cuando en 1985 tomó medidas neoliberales que destruyeron las bases materiales de la Revolución de 1952.
No es que el expresidente indígena haya adoptado políticas de esa naturaleza, pero su práctica claramente adversa a la administración Arce coincide con la derecha.
Es demasiado sugerente que el jefe del MAS no termine de comprender que su arremetida mediática y por redes sociales contra el Gobierno es algo que se alinea con los planes de la derecha de destruir la Revolución boliviana y el Estado Plurinacional. No es que el jefe del MAS esté buscando ese resultado, pero es la consecuencia de lo que está haciendo. Es más, su obsesión de ser candidato presidencial para las elecciones de 2025 lo llevan a coincidir con la derecha e incluso lo están conduciendo a desestabilizar al Gobierno.
En síntesis, el Estado Plurinacional está amenazado por la derecha clásica, pero sobre todo por las ambiciones electorales del jefe del MAS, que, en términos políticos, lo sitúan en la nueva derecha.
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