Por Adolfo Mena Gonzales -.
El ala “radical”, que constantemente cuestiona y define como “desesperado” el accionar de “inhabilitar” a Evo Morales, tuvo de los peores reveses de su campaña cuando el exvicepresidente García Linera andaba lanzando su “propuesta” de conciliación, en la cual directamente señalaba que el factor de unión del Movimiento Al Socialismo (MAS) para la próxima elección es Andrónico Rodríguez para presidente, aspecto que fue descartado y atacado no desde el ala “arcista”, sino por los militantes “evistas”, quienes lo tacharon de paternalista, traidor, q’ara, por impulsar a un “indígena”, “cocalero”, “dirigente”, “autoridad joven” a ser candidato (¡pero por Dios que pecado tan grave!). Esto no denota mi conformidad con dichas afirmaciones, ya que García Linera está cayendo mal en todo lado donde emite su opinión en tanto es oportunista y se acomoda a la situación para no perder su condición de “intelectual”.
El ataque frontal de los “evistas” (si hay que decirlo así, ya que descalificar inmediatamente a otro candidato que técnicamente cumple los requisitos que el mismo Evo) solo denota una cosa: que no quieren otro candidato que no sea Evo Morales, generando un factor de desagrado no únicamente en la militancia de izquierda, que aún no define bien su posición ante la actual situación de internas del MAS, sino que de por sí muestra un acto de autoritarismo y persecución a quien no comulgue con el exPresidente. Esto ha desenmascarado varias cosas reales y lamentables:
- La negación de Andrónico como posible “presidenciable” muestra que hay una facción incluso dentro del ala “evista” que no permitirá que existan nuevos cuadros mientras Evo Morales siga con la hegemonía y autoritarismo en ese espacio mal llamado “radical”.
- Desmoraliza a otros jóvenes indígenas a poder lanzarse como nuevos cuadros políticos. Si al compañero que es referente, que se quedó en el golpe y que pese a que metió la pata firmando con la derecha por instrucciones del mismo Evo es atacado y descalificado, qué oportunidad tiene otro joven “cuadro” político con menos “currículum”, por así decirlo, dentro de esa ala “evista”; en pocas, ninguno.
- Demuestra que es real el culto a la personalidad generado hacia Evo Morales. La consigna dejó de ser “democracia”, dejó de ser “continuidad del Proceso de Cambio” con otros compañeros; en pocas, es Evo o nadie (y no porque no existan, capaz es porque no les permiten ser).
- Denota una dictadura sindical muy fuerte, a grado de amenaza, si tan solo se tiene la idea loca de postular a otra persona que no sea Evo Morales.
Evidentemente García Linera en sus incursiones de crear una izquierda progresista “light” anda dando giras por Latinoamérica, promocionando a Andrónico Rodríguez, prueba de ello era la “supuesta” participación de este en un espacio de la Red Futuro en Colombia, patrocinada por la “izquierda” suave de Boric y otros personajes similares. En sí, y usando una “analogía” de “mi generación”, como es el caso de los Simpson, veo más a García Linera como el payaso Krusty queriendo adueñarse de Bart en el episodio de “Yo no fui”, diciendo que el muchacho es de él y que tiene todos los derechos sobre él.
El error del Proceso de Cambio en sus 14 años iniciales (además de no hacer exploración hidrocarburífera) fue la ausencia de autocrítica, la cual no debe ser ajena a esta nueva generación en cuanto a su rol. Si me preguntan qué cosas no olvidaré de lo que está haciendo Andrónico para “creer” que podría ser alguien “presidenciable”, les diré que hizo resistencia al golpe, esto entre las cosas buenas; si me preguntan lo malo les diré que firmó una agenda con la derecha y que se hizo grabar con un “influencer” señalando que Evo le pedía bloquear todo lo de la Asamblea, aspecto que en la actualidad se cumple y que muestra esa falta de carácter para ser un líder “presidenciable”.
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