Washington-. El camino para evitar una guerra más amplia en Medio Oriente es hoy claro: Estados Unidos debe parar la entrega de armas a Israel y poner fin al genocidio en Gaza, afirmó la activista Medea Benjamin.
La confundadora en 2002 de la organización pacifista CodePink publicó un video en la red social Tik Tok en el que contextualiza la respuesta directa que dio el sábado Irán a Israel en ejercicio de su soberanía tras el bombardeo a su consulado en Damasco, Siria, que dejó 11 muertos, de ellos dos generales, el pasado 1 de abril.
“Israel hizo un ilegal ataque a una sede diplomática en Siria que no es justificado y no es legal y el presidente (Joe) Biden debió condenar eso”, subrayó Benjamin al notar la reacción inmediata del mandatario demócrata cuando Irán lanzó drones y misiles contra territorio israelí en su operación de respuesta.
En cualquier caso las armas para Israel lo único que hacen es inflamar la crisis regional, advirtió la además escritora de «Las guerras de los drones. Matar por control remoto» (2012), entre otros libros.
Benjamin, fundadora en 1988 de Global Exchange, agrupación internacional en defensa de los derechos humanos, enfatizó que es necesario decirle a los congresistas «no más escalada, no más armas para Israel, detener el genocidio ahora».
La cancillería de Irán advirtió que las fuerzas armadas de la República Islámica, ejerciendo su derecho inherente a la legítima defensa, según lo estipulado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, llevó a cabo su respuesta.
En este escenario, la eventual ampliación del conflicto en la volátil región es una de las consecuencias que teme la comunidad internacional tras la ofensiva de Israel en su guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en Gaza.
Biden ha adoptado una postura más dura con el Gobierno de Israel; sin embargo, las armas estadounidenses siguen fluyendo hacia Tel Aviv, las mismas que luego utiliza contra Gaza.
Entre Estados Unidos e Israel existe un acuerdo de ayuda militar de 38 mil millones de dólares de la era de Barack Obama (2009-2017) que se extiende hasta 2026.
Ahora ese paquete de ayuda militar, que garantiza a Israel tres mil 300 millones de dólares al año para comprar armas, junto con otros 500 millones de dólares anuales para la defensa antimisiles, se ha convertido en un punto de controversia para la administración Biden.
El mandatario, pese a sus críticas ahora un poco más subidas de tono hacia Israel, se resiste a poner límites a la ayuda militar estadounidense.
Más de 108 mil víctimas civiles palestinas, entre muertos y heridos, deja esta guerra en Gaza, de acuerdo con fuentes sanitarias del enclave costero.
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