La Paz-. Los bolivianos tienen hoy la certeza de que Estados Unidos impulsa una guerra híbrida que le permita en 2025 llevar al poder un Ejecutivo servil a sus intereses, tras una denuncia presentada por la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó este miércoles su rechazo al informe del Departamento de Estado de la potencia del norte sobre la situación de los derechos humanos en Bolivia, porque es unilateral y “un acto de injerencia e intromisión en la política interna”.
Mediante un comunicado, la diplomacia del país altiplánico denunció que el informe tiene un “uso predominante de fuentes imprecisas, o la ausencia de ellas, compromete la veracidad del contenido y omite considerar una gama más amplia de visiones dentro del espectro social y político del país”.
El reporte unilateral del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos en 2023, refiere “que en Bolivia no hubo cambios importantes en ese periodo”.
Al respecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que el informe “es un intento de afectar la credibilidad del país distorsionando la realidad boliviana y omitiendo mencionar los avances significativos en materia de derechos humanos en favor de la niñez, adolescencia y adultos mayores que ha realizado el Gobierno (…)”.
La acción injerencista tiene lugar a poco más de un año de las elecciones generales de 2025.
Supuestas violaciones de derechos humanos sirvieron de pretexto a la Casa Blanca para justificar represalias de bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, Venezuela y Nicaragua por actuar con autodeterminación en su política interna y exterior.
El informe del Departamento de Estado sale a la luz en momentos en que información filtrada de la embajada de Estados Unidos en La Paz confirma un plan orientado a consolidar la ruptura del Movimiento al Socialismo, de cara a los comicios generales de 2025.
Según el Centro de Estudios Geopolíticos Multidisciplinarios, se trata de un proyecto encaminado a la recolonización de América Latina, que en lo referente al Estado Plurinacional tiene como objetivo apropiarse de recursos naturales como el litio, el hierro, las tierras raras y los acuíferos.
De acuerdo con el portal digital El Radar, esta iniciativa de guerra híbrida tiene la denominación operativa de Simón Bolívar y fue diseñada para contrarrestar los avances en la región de adversarios de Estados Unidos como Rusia y China a través de los Brics (Brasil, Rusia India, China y Sudáfrica).
Según El Radar, una de las operadoras del plan Simón Bolívar en Bolivia es Debra Hevia, encargada de negocios desde septiembre de 2023 de la embajada de Estados Unidos en La Paz, a quien define como una tecnócrata que ya ejecuta programas de formación de liderazgos con políticos a lo largo del país.
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