Políticos opositores a los mandatos del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunieron en Washington para delinear estrategias de cara a las elecciones presidenciales de 2025. Desde el Gobierno de Luis Arce desenmascararon esta movida, que fue en parte avalada y en parte negada por representantes de los partidos tradicionales de Bolivia.
El oficialista MAS aún no definió un candidato para las próximas elecciones presidenciales. Una parte del partido apoya al expresidente Evo Morales (2006-2019) y otra al presidente Arce. Esta diferencia permeó a la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde el oficialismo perdió su mayoría por las diferencias internas.
Analistas consultados por Sputnik coincidieron en que la falta de cohesión en el MAS podría afectar sus posibilidades electorales futuras y mejorarían las perspectivas de la oposición.
La población boliviana no se mostró sorprendida por las noticias del cónclave opositor en el país norteamericano. Desde una óptica histórica, es lo que tradicionalmente pasó: la política local fue digitada por la potencia norteamericana, comentó a Sputnik el analista político Emilio Rodas (padre).
Contó que la reciente reunión en Estados Unidos fue coordinada por avezados políticos como Ronald MacLean, de 75 años, quien fuera alcalde de La Paz y ministro por Acción Democrática Nacionalista (ADN), partido fundado por el general Hugo Banzer, dictador entre 1971 y 1978, luego presidente elegido por voto popular entre 1997 hasta 2001.
También participó el empresario Samuel Doria Medina, sin representación en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Luego de años como líder de la extinta Unidad Nacional, en 2020 se aventuró como candidato a vicepresidente de la expresidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020), actualmente en la cárcel por su participación en el derrocamiento del expresidente Evo Morales (2006-2019).
«Yo sé que Samuel estuvo aquí en Washington y que se ha firmado un pacto secreto entre dos o tres candidatos tradicionales para hacer sus cosas. Bueno, esta cosa no puede ser entre tres o cuatro paredes, no puede ser: ‘Yo te doy, tú me das este Ministerio'», confió Mclean a la red Erbol.
Y evaluó que un encuentro de esas características debería «ser abierto, ventilado, transparente, democrático».
Los nombres participantes
Quienes participaron de la cumbre no la negaron. Estuvieron representantes de Comunidad Ciudadana (CC), partido liderado por el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), quien fuera vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Asumió luego de que Sánchez de Lozada huyera a EEUU, en 2003, como corolario de la llamada Guerra del Gas, que dejó 67 personas asesinadas por las Fuerzas Armadas y la Policía, con epicentro en la ciudad de El Alto.
También estuvo el legislador por Santa Cruz de Creemos Zvonko Matkovic, en representación del gobernador Luis Fernando Camacho, preso en la cárcel de Chonchocoro a la espera del juicio por sus acciones en el golpe de Estado de 2019.
Los conflictos internos en el MAS «brindan una oportunidad incomparable para que la derecha vuelva al poder por vía democrática. Las posibilidades para la derecha son reales», alertó Rodas, quien fuera viceministro de Régimen Interior en los gobiernos de Morales y Arce.
El analista observó: «A la vez que hay una crisis interna en el MAS, la derecha está en una crisis política histórica». Recordó que en las últimas elecciones presidenciales, en 2020, Arce le ganó por 26 puntos porcentuales a Mesa.
El control de los recursos
Para el analista Gabriel Villalba, quienes se reunieron en EEUU «son personajes que representan la vieja Bolivia colonial», dijo a Sputnik.
Y agregó: «Sin lugar a dudas, tenemos actores políticos tradicionales, subordinados a los intereses geopolíticos norteamericanos. Es preponderante para EEUU controlar el triángulo del litio [conformados por Chile, Argentina y Bolivia] y los recursos estratégicos de Sudamérica».
Sostuvo que para el Gobierno de Joe Biden «es fundamental tener un presidente lacayo, servil a sus intereses imperialistas en la región. Tal es el rol que cumple el presidente argentino Javier Milei, o Dina Boluarte en Perú, o Daniel Noboa en Ecuador».
En busca del ‘outsider’
Rodas y Villalba coincidieron que Washington pretende imponer en Bolivia un candidato outsider de la política tradicional, ajeno a los partidos políticos que durante el último siglo gobernaron en la región.
«Para eso fue la llamada de EEUU: para convencerlos de que necesitan un outsider de la política, para lograr acuerdos mínimos de una candidatura unitaria. Pero está muy difícil esa posibilidad», dijo Rodas, por la mencionada crisis interna de la oposición.
Días atrás, varios tiktokers e influencers bolivianos se reunieron en la Embajada de EEUU en La Paz. De esta manera se pretende foguear políticamente a estos jóvenes de cara a futuros proyectos políticos, consideraron los analistas consultados.
Es una nueva tendencia: el próximo 9 de julio se celebrarán en España elecciones para el Parlamento Europeo. Entre las siglas habilitadas figura «Se acabó la fiesta», una agrupación apoyada por varias figuras de las redes sociales españolas.
Según Rodas, «la operación política en redes sociales requiere poca inversión, porque con un solo personaje se puede alcanzar una amplia audiencia. Ya nos han mostrado en Argentina que no se necesita mucha estructura, si se tiene una figura y se la aprovecha. Milei le ha ganado a estructuras casi centenarias, como es el caso del peronismo».
Para Villalba, «pareciera que EEUU trata de proyectar en Bolivia a algún personaje mediático que pueda ser ese outsider esperado, que tenga apoyo de los políticos tradicionales. Pero de momento no puede conseguir una figura de esa talla».
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