Por Germán Gorraiz López *-.
Zbigniew Brzezinski, en su libro «Entre dos edades: El papel de Estados Unidos en la era tecnotrónica» (1971), indica que «ha llegado la era de reequilibrar el poder mundial, poder que debe pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos». Dicha doctrina implicaría el sometimiento de Rusia y China e incluiría la posibilidad de un ataque nuclear preventivo por parte de EEUU utilizando misiles Trident II contra objetivos vitales rusos y chinos.
El conflicto ucraniano
El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y EEUU y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético», publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita «el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza».
En este contexto se incluiría la entrada de Finlandia y Suecia en las estructuras militares de la OTAN y el incremento de fuerzas militares con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia y la réplica por parte rusa con la instalación en Bielorrusia de misiles Iskander-M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-40 siguiendo la dinámica de la Guerra Fría (acción-reacción). Por su parte, Rusia habría instalado en Kaliningrado los misiles Iskander M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-400 y en el supuesto de cerrar la OTAN la salida del enclave soviético de Kaliningrado al Mar Báltico, podría reeditarse la Crisis de los Misiles Kennedy-Jruschev (octubre, 1962) que tendría como epicentro Kaliningrado.
¿Entrada de la OTAN en la guerra de Ucrania?
Al estar EEUU inmerso en la campaña electoral para las Presidenciales de Noviembre, Francia, Polonia y Reino Unido serían el tridente elegido por los globalistas para implosionar el frente ucraniano el próximo verano y provocar la posterior entrada de la OTAN en un conflicto abierto con la Rusia de un Putin reelegido hasta el 2030.
Polonia busca convertirse en un actor local en el avispero de Europa Oriental y extender su influencia hasta la zona ucraniana al reclamar su derecho a incorporar al mapa polaco la región ucraniana de Lviv que ya fue ocupada por Polonia de 1918 a 1939.
Asimismo, en un comunicado del Ministerio ruso de Exteriores, Rusia ha advertido que la «llegada de los cazas F-16 a Ucrania los veremos como portadores de armas nucleares y consideraremos ese paso de EEUU y la OTAN como una deliberada provocación», al tiempo que acusa a Occidente de apoyar abiertamente las acciones de sabotaje de Ucrania en territorio ruso y de suministrar a Kiev misiles de largo alcance británicos y franceses así como los nuevos ATACMS estadounidenses, que pueden alcanzar territorio ruso.
Dentro de la dinámica de acción-reacción propio del nuevo escenario de Guerra Fría 2.0, Putin ha ordenado a las Fuerzas Armadas de su país realizar en breve maniobras con armas nucleares tácticas en la frontera sur con Ucrania. Ello sería una respuesta rusa a las afirmaciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y de otros altos funcionarios británicos de «estar dispuestos a enviar contingentes militares a Ucrania».
Si nadie lo impide, todo indica que nos encaminamos a la próxima entrada de la OTAN en conflicto abierto con la Rusia de Putin, no siendo descartable el uso de armas nucleares «no estratégicas», también conocidas como «armas nucleares tácticas». Según la Nuclear Threat Initiative (NTI) y de las cuales Rusia poseería cerca de 1.800 ojivas y la OTAN tendría desplegadas en Europa 250 ojivas y el inicio de un conflicto nuclear de baja intensidad podría degenerar en una conflagración nuclear a gran escala de resultados nefastos para la Humanidad.
EEUU vs China
La Doctrina Kissinger abogaba por la implementación del G-2 (EEUU y China) como árbitros mundiales. Así, en un artículo publicado por el New York Times, titulado «La ocasión para un nuevo orden mundial», Kissinger considera ya a China una gran potencia (felow superpower), desaconseja el proteccionismo o tratar a China como enemigo (lo que llegaría a convertirla en verdadero enemigo). Asimismo, pide que se eleven a un nuevo nivel las relaciones entre Estados Unidos y China sobre la base del concepto de destino común, (siguiendo el modelo de la relación trasatlántica tras la segunda guerra mundial), con lo que asistiríamos a la entronización de la Ruta Pacífica (América-Asia) como primer eje comercial mundial en detrimento de la Ruta atlántica (América- Europa).
Sin embargo, el objetivo inequívoco del Pentágono sería la confrontación con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fundada en 2001 por los Cinco de Shanghai (China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tajikistán) a los que se agregaron posteriormente Uzbekistán, India, Pakistán e Irán y sería junto con los países del ALBA el núcleo duro de la resistencia a la hegemonía mundial de Estados Unidos y Gran Bretaña.Dicha organización se habría visto fortalecida tras la visita a Moscú del ministro de Defensa chino, Li Shangfu en la que calificó de «estratégicas las relaciones militares ruso- chinas» al tiempo que recalcó » la necesidad de una estrategia de seguridad alternativa a la OTAN» , simbolizada en la OCS.
El AUKUS y el arco de crisis nuclear
China y Estados Unidos mantienen diferencias respecto a la autonomía y estatus de Taiwán y sobre la libertad de navegación en el mar de China Meridional. China es plenamente consciente de que el acuerdo estratégico entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos , conocido como AUKUS, simboliza un cambio en la cartografía geopolítica mundial al desplazar al escenario atlántico por el indo pacífico como epicentro del pulso geopolítico entre EEUU y China.
En este contexto, en declaraciones realizadas en el principal foro de seguridad del continente asiático que se celebra en Singapur, el general chino Jing Jianfeng acusó a Estados Unidos de intentar crear «una versión de la OTAN en Asia para mantener su hegemonía». Así, el objetivo de EEUU sería establecer una arco de crisis nuclear alrededor de China que abarcaría desde la Cachemira india hasta Japón, pasando por Corea del Sur y Filipinas y cerrando el arco con Nueva Zelanda y Australia para disuadir a China de su aventura de dominar el Mar de China.
EEUU ha asignado 1.900 millones & para el reabastecimiento de armamento estadounidense a Taiwán al tiempo que va a desplegar un nuevo sistema de lanzadores terrestres para sus misiles de medio alcance Typhon en la isla de Guam y que serían una clara advertencia a Pekín para frenar sus aspiraciones militares. Asimismo, el Pentágono podría recurrir a un atentado de falsa bandera contra la armada estadounidense desplegada en las islas cercanas a Taiwan, (rememorando la explosión del acorazado Maine en Cuba en 1898) y un posterior ataque nuclear preventivo contra objetivos vitales chinos, utilizando misiles Trident II.
En resumen, nos dirigimos hacia un escenario bélico que será una conflagración mundial de consecuencias imprevisibles para la especie humana y el futuro del planeta al involucrarse en dicho conflicto potencias nucleares.
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