febrero 11, 2025

De Gramsci, intentos de golpe y mezquindades


Por Gabriel Campero Nava * -.


Gramsci, en su filosofía sobre el lenguaje y el sentido común planteaba: “de todo ello se deduce la importancia que tiene el momento cultural, incluso en la actividad práctica, todo acto histórico no puede sino ser realizado por el hombre colectivo, es decir, presupone el conseguir una unidad sociocultural por la cual una multiplicidad de voluntades disgregadas con fines heterogéneos se ensambla para lograr un mismo fin sobre la base de una igual y común concepción del mundo general. (…) La relación pedagógica no puede limitarse a las relaciones específicamente escolares por las cuales las nuevas generaciones entran en contacto con las precedentes y asimilan las experiencias y los valores históricamente necesarios. Así maduran y desarrollan una personalidad única histórica y culturalmente superior esta relación existe en el conjunto de la sociedad y para cada un individuo con otros individuos entre estratos intelectuales y no intelectuales entre gobernantes y gobernados entre élites y partidarios entre dirigentes y dirigidos entre vanguardias y cuerpos del ejército, toda relación de hegemonía es necesariamente una relación pedagógica”.

Posterior al golpe de Estado de 2019 y del intento de golpe del 26 de junio el párrafo precedente nos llama a la reflexión sobre lo que está pasando en las Fuerzas Armadas, y nos da la respuesta en sí a la ausencia de momento cultural en dicha institución y ausencia nula de formación de consciencia social (no hablemos de formación política). En ambos casos (2019 y 2024) los altos mandos dejan de lado la constitucionalidad de su misión, desconociendo la voluntad popular de las masas, limitando las relaciones pedagógicas únicamente al ámbito militar, desconociendo la realidad existente en sectores que aportan el día y que reflejan sus esperanzas de un voto del 55% en el año 2020.

Es así que tratar de explicar lo suscitado con las Fuerzas Armadas y pensar que el cambio del alto mando será una garantía es algo iluso, más aun teniendo presente los privilegios que le otorgó Evo a ese sector pensando que con eso no le harían golpe de Estado.

La transformación de las Fuerzas Armadas comenzará en el momento cultural que lleven adelante con el ciudadano de pie, sin sentirse superior y pensando que la acción pedagógica se reduce a la escolar. Cuando se pueda generar mínimamente consciencia social en sus altos mandos podremos decir a ciencia cierta que no habrá riesgo de golpe, como sucede con Cuba, Venezuela o Nicaragua, donde la construcción del civismo militar no nació dentro de cuatro paredes con patrocinios imperiales, ni a través de garantizarlo con las jubilaciones al 100%, ni llamándolos patriotas cada vez que se refieren a ellos, sino cuando el pueblo, que de verdad siente el civismo por convicción, asuma esa institución, en una emulación respecto a lo que se hizo con el Segip (retirando la gallina de los huevos de oro a la Policía que lo usaba de forma corrupta).

Sobre el intento de golpe, es vergonzosa y nefasta la acción de cualquier ciudadano (mal llamado radical, opositor, etcétera) que minimice el tener a uniformados con armas y tanques en las calles. Esa gente no tiene memoria histórica. Esa gente esperaba muertos para recién llamar golpe, esa gente esperaba dolor y se alimentaba del morbo como en 2019. Es penoso pensar que esa mezquindad por poder de excompañeros haya llegado a querer validar acciones irregulares minimizándolas y en algunos casos juzgando de manera grotesca que hay “golpes buenos” y “golpes malos”, dependiendo a quién se lo hagan, o que hubo “autogolpe”. Esa gente es asquerosa.

Ningún militar debe estar en la calle generando zozobra, jamás. Esa institución debe ver mecanismos de adecuación a los tiempos actuales, vislumbrar la solidaridad y dejar de lado esa doctrina de la amenaza y la violencia, pero capaz es mucho pedir.

Por último, y nuevamente con la respectiva autocrítica, busco e insto a esos “militares patriotas” que fueron tan valientes para defender a Evo en 2019, que fueron formados en una escuela “antiimperialista” financiada con nuestros recursos, que gozan de privilegios otorgados por un exMinistro de la Presidencia, a que muestren los cuadros formados en dicha escuela, que de verdad sean patriotas, que dejen de ser un sector privilegiado y pasen a ser más humanos, respetando los valores democráticos.


*       Diplomático.

 

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