noviembre 14, 2025

«Quieren nuestros recursos naturales porque tienen un problema energético»: la UE pone sus ojos en Bolivia

En sus primeros días de Gobierno, el presidente boliviano Rodrigo Paz mantuvo reuniones con varias delegaciones de todo el mundo interesadas en apoyar financieramente o en aterrizar negocios a Bolivia. La visita del ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann David Wadephul, a nombre de la Unión Europea, despertó esperanzas y suspicacias.

«Bolivia en el mundo y el mundo en Bolivia» fue una de las consignas con las que Rodrigo Paz ganó la Presidencia. Desde su asunción, el pasado 8 de noviembre, mantuvo reuniones con varias delegaciones y organismos internacionales con el objetivo de atraer créditos e inversiones al territorio boliviano.

Uno de los primeros en desembarcar para conversar con el nuevo Gobierno fue Wadephul, quien expresó el interés de su país por el litio, las tierras raras, y se mostró esperanzado en el fortalecimiento de las relaciones del Estado Plurinacional con la Unión Europea (UE).

El ministro alemán llegó a Santa Cruz de la Sierra a las 48 horas de la asunción de Paz. Analistas consultados por Sputnik evaluaron que el apremio de Alemania por negociar con Bolivia obedece a la crisis energética que atraviesa la nación europea, afectada seriamente por las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos y la UE a Rusia.

Según la Cancillería boliviana, la visita de Wadephul tuvo «el propósito de fortalecer las relaciones bilaterales y promover una agenda conjunta orientada a la cooperación económica, la sostenibilidad ambiental y el diálogo sobre recursos estratégicos y energías renovables, en el marco del respeto mutuo y el desarrollo sostenible».

Paz y el ministro alemán se reunieron en la Casa de Gobierno de Santa Cruz. Al finalizar el encuentro, el presidente boliviano declaró que este encuentro «significa una apertura al mercado alemán.

En tanto, el funcionario europeo destacó la riqueza del país sudamericano en «materias primas, especialmente en litio, indispensable para nuestra transición energética, la movilidad eléctrica y muchos otros sectores en Alemania. «En cuanto a las tierras raras, Bolivia también ofrece grandes oportunidades», agregó.

Aunque en 2024, el expresidente Luis Arce (2020-2025) logró la incorporación de Bolivia como socio pleno del Mercado Común del Sur, el bloque de naciones sudamericanas conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, además de Venezuela, que está suspendida.

Paz condicionó la participación de Bolivia en este grupo, así como el de los BRICS, a la llegada de beneficios económicos y comerciales al país. En este aspecto, Wadephul dijo a la prensa que «como miembro del Mercosur, Bolivia podrá adherirse al Acuerdo de Asociación UE-Mercosur, que estamos ultimando. Esto impulsaría aún más las relaciones económicas germano-bolivianas».

Entre esperanzas y dudas

En Bolivia, el diálogo con los europeos despertó expectativas y suspicacias.

El analista Álvaro del Pozo consideró para Sputnik que «desde el primer día, el presidente Paz ha llevado a la práctica su lema de ‘Bolivia para el mundo y el mundo para Bolivia’, lo cual ha quedado demostrado con la visita de cinco presidentes a su posesión, el restablecimiento de relaciones con EEUU y, por supuesto, el encuentro con el ministro alemán».

Según Del Pozo, Alemania «desea proveer tecnología en la producción de energía eléctrica, también está interesada en la explotación del litio».

El mismo día en que se reunió con Wadephul, el presidente Paz también recibió a una delegación de Japón. La economista Roxana Azeñas comentó a Sputnik que estos, como otros países que se acercaron a Bolivia en la última semana, «quieren nuestros recursos naturales, especialmente el litio. Están aquí para generar los contratos».

Y sostuvo que «también están interesados en los bonos de carbono. Cuando en la Asamblea Legislativa dicen que van a cuidar los bosques, la tierra y el agua, quieren decir que nos estamos metiendo de cajón en los bonos de carbono, que también le interesan a Alemania».

La economista explicó que los bonos de carbono «son una forma de supuestamente monetizar la reducción de emisión de carbono. Bolivia, al tener grandes cantidades de bosques, genera oxígeno, a la vez que los mismos árboles absorben carbono y lo transforman. Eso se vende».

¿Dónde reside el negocio de estos bonos? Que si Alemania le comprara estos certificados a Bolivia, tendría permiso para elevar el volumen de las emisiones de sus fábricas.

«Se vende el derecho a generar carbono. Entonces, al final no se reduce realmente la emisión de carbono, más bien se aumenta. Por ello, comprar un bono de carbono es comprar el derecho a emitir carbono. Esa es la hermenéutica del mercado», agregó Azeñas, integrante de la Red Boliviana de Economía Política.

Para la economista, la premura de Alemania por enviar a una alta autoridad a Bolivia responde a la necesidad de energías y materias primas que tiene la nación europea.

«Quieren nuestros recursos naturales. Tienen un problema energético agudo desde la imposición de las sanciones a Rusia y desde lo que han volado Nord Stream (los gasoductos)que transportaban gas de Rusia a Alemania)», mencionó Azeñas.

Por ello esta y otras naciones de la UE tienen sus ojos puestos en el petróleo y el gas de Bolivia, agregó.

El mensaje a Europa

El ministro de Relaciones Exteriores volvió a Alemania el 11 de noviembre. Antes de partir, aseguró que «han sido reuniones muy positivas, muy provechosas». Y adelantó: «Llevaré el mensaje de que Bolivia ha vuelto al escenario internacional», según un posteo de la embajada alemana en sus redes sociales.

Wadephul también pidió a Paz garantizar la «seguridad jurídica» para potenciales inversiones europeas. Para Azeñas, en este pedido se cifra el regreso de Bolivia al CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), una institución del Banco destinada a resolver de manera «neutral» las diferencias entre estados e inversores internacionales.

Bolivia se retiró del CIADI en 2007, porque el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) estimó que la intervención de esta instancia afectaba a la soberanía nacional. Por ello, dispuso que las empresas extranjeras con operaciones en Bolivia responderían ante la justicia del Estado Plurinacional, explicó Azeñas.

«Hemos dicho: ‘A ver, un ratito. Se tienen que aplicar nuestras leyes cuando hay una contravención. No tenemos por qué ir ni a New York ni a Washington. Tenemos nuestras leyes aquí'», dijo la economista.

«Nos salimos del CIADI porque no es soberano, está completamente parcializado. Para eso quieren que volvamos, para que ellos puedan supuestamente asegurar sus inversiones, pero es un seguro de que van a poder esquilmarnos todo lo que quieran sin que nosotros podamos decir nada», concluyó.

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