
La expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a cuestionar este jueves el denominado caso de los cuadernos truchos o «Causa Cuadernos», al que calificó como una “opereta judicial” destinada a desviar la atención de los verdaderos problemas que atraviesa el país, entre ellos la creciente deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la persecución política que —según denunció— se ejecuta con métodos propios de las dictaduras.
A través de su cuenta en la red social X, Fernández sostuvo que la causa judicial fue construida sobre la base de presiones y coacciones contra testigos. “A los llamados arrepentidos habría que llamarlos extorsionados”, afirmó, al tiempo que denunció que algunos de ellos fueron sometidos a torturas psicológicas y aislamiento extremo, como ya han reconocido públicamente.
La exmandataria mostró fragmentos del testimonio del abogado Roberto Herrera, defensor de uno de los imputados en la causa, quien describió las condiciones de reclusión de su cliente, quien estuvo casi un mes en un lugar sin ventanas, bajo un reflector encendido las 24 horas y vigilado constantemente. “No sabía si era de día, si era de noche, o sea, era un castigo… él entra dentro del sistema de testigo protegido y nosotros no lo podíamos ver”, detalló.
Fernández aseguró que el caso representa una forma moderna de lawfare, aunque subrayó que el nivel de hostigamiento judicial y mediático alcanzado en Argentina “nunca vistos en democracia”.
De acuerdo con Cristina Fernández, el aparato judicial heredado del macrismo sigue actuando como instrumento del poder económico, que persigue a la verdadera oposición mientras garantiza impunidad a los responsables de endeudar al país.
En ese sentido, denunció que los mismos sectores que “hipotecaron el futuro de los argentinos” continúan beneficiándose del endeudamiento externo, mientras la población sufre los efectos de la inflación, el deterioro del salario y los aumentos en tarifas de servicios básicos. “La reapertura acelerada de los cuadernos truchos no tiene nada que ver con la Justicia —escribió—; es pura distracción: si no hay pan, que haya circo”.
La exjefa de Estado también cuestionó los recientes datos de inflación difundidos por el INDEC, que muestran un incremento del 2,3 %. “Si se anualiza, como hace Milei, da 27,6 %, más alta que la que dejamos en 2015”, señaló.
Recordó además que durante su gobierno los salarios y jubilaciones “eran los más altos de América Latina” y el país “no debía un solo dólar al FMI ni al Tesoro de Estados Unidos”.
Fernández calificó como “colonialismo financiero” el endeudamiento actual y citó al economista Scott Bessent, quien reconoció que prestarle dinero a la administración de Javier Milei fue “un gran negocio” para Estados Unidos. “Cuando el Estado se convierte en garante de negocios ajenos, y sus funcionarios en facilitadores de rentas externas, eso no es inversión: es delito”, advirtió.
Finalmente, la exmandataria volvió a apuntar contra el fiscal Carlos Stornelli, a quien acusó de ser el “autor intelectual del guion” detrás del caso de los cuadernos.
Asimismo, recordó que el fiscal fue procesado por asociación ilícita y extorsión, aunque resultó absuelto por “la Corte de los Tres”. “Es el Fiscal Carlos Stornelli, el mismo que intentó plantarle cocaína al ex marido de su actual pareja… Parece que el Fiscal no solamente tiene problemas con el Estado de Derecho”, aseveró.



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