
Brasilia-. El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil condenó a la diputada Carla Zambelli, adepta del expresidente Jair Bolsonaro, a 10 años de prisión por invadir los sistemas del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), se confirmó hoy.
Dictada por la primera sala del STF, la sentencia también afecta al pirata cibernético Walter Delgatti, penado a ocho años y tres meses de cárcel.
Los cuatro ministros coincidieron con el voto del ponente, el ministro Alexandre de Moraes, a favor del correctivo.
Cármen Lúcia Antunes, Cristiano Zanin, Flávio Dino y Luiz Fux votaron a favor de los 10 años de prisión. El último parecer de este juicio, que se desarrolló en sesión plenaria virtual, lo emitió el juez Luiz Fux.
El viernes, la corte ya tenía mayoría para condenar a Zambelli y Delgatti.
Las investigaciones concluyeron que Delgatti fue responsable de hackear el sistema interno del CNJ, en noviembre de 2022.
El 4 de enero de 2023, el fisgón informático insertó documentos falsos en el sistema. Entre ellos, una orden de prisión contra el ministro De Moraes, firmada por el propio juez.
Detenido, Delgatti confesó los crímenes: piratería de los sistemas, inserción de una orden inexistente de arresto y violación simulada de la confidencialidad de las cuentas del ministro.
Él compartió la responsabilidad con Zambelli y afirmó que la diputada le pagó 40 mil reales (un poco más de siete mil dólares) por los servicios.
Según el hacker, fue la parlamentaria quien escribió la orden contra De Moraes.
En enero, la Fiscalía General solicitó al STF la condena de ambos por los delitos de piratería informática y falsedad ideológica.
La primera infracción conlleva una pena de hasta cuatro años de prisión. Para la segunda, el Código Penal prevé hasta cinco calendarios tras barrotes.
Para el fiscal general Paulo Gonet, el objetivo era «crear un ambiente de desmoralización de la Justicia brasileña, para obtener ventaja política, proponiendo, desde el principio, la invasión de un dispositivo informático, participando activamente en la producción de un orden judicial ideológicamente falso».
Gonet destacó en la denuncia que el propio Delgatti confesó las invasiones, las cuales también quedaron demostradas mediante análisis periciales.
El Ministerio Público Federal cita un informe de la Policía Federal que corroboró que el hacker «trabajaba para la imputada (Zambelli), y cabe destacar que tenía acceso a información a sitios web y servidores asociados a la parlamentaria».
La acusación asegura que el pago fue oculto, es decir, escondido, en un intento de encubrir la relación, y realizado a través de un tercero: Jean Hernani, un empleado de la oficina de Zambelli, el cual no fue acusado en el caso.
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