
Brasília-. El expresidente Jair Bolsonao anunció hoy que llegó preparado para declarar ante la primera sala del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, donde se escuchará a los ocho acusados por participar en una tentativa golpista en 2022.
Bolsonaro figura como sexto imputado en la lista de la investigación sobre un intento de golpe de Estado para perpetuarse en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022. Se espera que comparezca al final del día.
«Si puedo ponerme cómodo, prepárense. Serán horas», declaró el exmandatario ante periodistas, mientras se esperaba el inicio de la audiencia, que se reanudó con el testimonio del excomandante de la Marina y almirante de la reserva Almir Garnier.
El político ultraderechista afirmó que su intervención se centrará en la defensa del voto impreso, respaldándose en 12 videos cortos con declaraciones de figuras políticas que, en el pasado, también habrían cuestionado la urna electrónica.
Mencionó entre los materiales, discursos del actual ministro del STF Flávio Dino, cuando era diputado, además de pronunciamientos de miembros de su propio Gobierno (2019-2022) y de la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«No me estoy inventando nada», recalcó y aseguró que su lucha por el voto impreso viene de tiempo atrás, citando incluso al expresidente Leonel Brizola y a figuras del gobernante Partido de los Trabajadores, como José Dirceu.
El proceso se desarrolla en el STF con la presencia simultánea de los inculpados. Sólo el general Walter Braga Netto, detenido desde diciembre en una unidad militar de Río de Janeiro, será escuchado por videoconferencia.
Ya fueron interrogados Mauro Cid, exayudante de Bolsonaro, y el diputado Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia.
Cid confirmó la víspera que su exjefe leyó y editó un acta golpista para impedir la toma de posesión de Lula en 2023.
Preció que el exgobernante observó y editó personalmente el borrador de un decreto que proponía anular las justas comiciales de 2022.
De acuerdo con el teniente coronel, Bolsonaro eliminó del documento varias órdenes de detención, dejando solo al ministro Alexandre de Moraes, del STF, como eventual arrestado.
«Él limpió el documento, quitó las prisiones. Solo usted (De Moraes) quedaría preso», declaró el oficial de alto rango ante el magistrado, quien es ponente del caso en el Supremo.
Los ocho procesados enfrentan cargos por intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, asociación criminal armada, daños calificados y deterioro de patrimonio público.
El juicio final se prevé para el segundo semestre, con posibles penas superiores a los 30 años de cárcel.
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