marzo 29, 2024

De las llamadas drogas blandas y sus duras consecuencias

Hace tiempo existe el debate de la despenalización de las drogas, fundamentalmente de la marihuana o cannabis, pero recientes estudios demuestran que si bien se la considera una droga “blanda” puede tener graves consecuencias, sobre todo en la adolescencia y juventud.

Según el articulo de Adelheid Müller- Lissner publicada en el Tagespigel a fines de septiembre de ese año, “para muchos adolescentes, fumar marihuana de vez en cuando es sólo un episodio pasajero. Pero para algunos es el comienzo de una historia larga de drogas o el inicio de problemas mentales”. Se trata de un vasto campo que deben investigar los científicos que se preocupan por los efectos de la planta del cáñamo. En un extremo se trata de cómo los efectos beneficiosos de la sustancia contenida tetrahidrocannabinol (THC) puede combatir el dolor, la pérdida de apetito y ayudar en enfermedades terminales, en el otro, los efectos adversos de la cannabis en la vida de los adolescentes.

Los investigadores estiman que de 200 a 300 millones de personas en todo el mundo fuman, comen o inhalan cannabis regularmente. En Alemania, según las estadísticas, se estima que uno de cada cuatro adultos la ha consumido. En una encuesta representativa realizada el 2005 se informó que un 6,6 por ciento de los 12 a 17 años de edad, habían consumido cannabis en los últimos doce meses. El uno por ciento de los adolescentes varones y el cinco por ciento de los jóvenes que han fumando marihuana por un largo tiempo, se ha convertido en un hábito diario.

En un artículo de la revista “Neurofarmacología” psiquiatras de Nueva York y Montreal ya han analizado más de 120 estudios que examinan los efectos del consumo de THC en el cerebro de los adolescentes. Son estudios que van desde diferentes experimentos con pruebas genéticas y estudios del cerebro con técnicas de imagen, hasta estudios en los que se ve la relación entre el consumo de la marihuana y el desarrollo de enfermedades mentales y la determinación de psicosis, dentro un amplio campo.

El equipo, de la psiquiatra Yasmin Hurt del Hospital Mount Sinai de Nueva York y sus colegas canadienses Didier Jutras – Aswad de la Universidad de Montreal establecen claramente que: “quién a temprana edad está bajo la influencia de cannabis, siempre conlleva un mayor riesgo de adquirir una adicción o sufrir un trastorno mental”. Sin embargo, esto se aplica sobre todo a un subgrupo de consumidores especialmente vulnerables, lo que representa alrededor de un cuarto de los usuarios habituales. El desafío es identificar a estos jóvenes, para protegerlos de cualquier daño.

Los estudios epidemiológicos muestran también que: “casi todos los que toman drogas duras, han tenido experiencias previas con la cannabis”. Por lo tanto, aunque de ninguna manera decir que la sustancia farmacológica THC tiene la “ culpa” de tal desarrollo, los genes, la estructura de la personalidad, el tiempo de desarrollo, y no menos importante el entorno social, juegan un rol significativo.

Los autores del estudio “Neurofarmacología” por medio de una investigación con ratas que recibieron THC en su juventud, comprobaron que eran más susceptibles que los animales adultos cuando se les ofreció la heroína. Además, salieron de ciertas proteínas, características de la dependencia material. Esto apoya la hipótesis de que el consumo de cannabis induce a un estado neurobiológico de alto riego de dependencia en las etapas importantes del desarrollo de adolescentes y jóvenes”. Escriben los autores, que el THC puede ser un canalizador de riesgo.

Hoy los y las jóvenes caen con más frecuencia que en los años 1970 o 1980, cuando la generación de algunos padres tuvieron su experiencia con las drogas. Esto debido a que la concentración de THC en los derivados del cannabis suele ser mucho mayor en la actualidad. Si antes la marihuana tenia de 3 a 7 de THC, actualmente mediante su crecimiento artificial, manipulación genética o química alcanza hasta un 30 de THC.

También Rainer Thomasius del Centro alemán de Investigación de las Adicciones en la Infancia y la Adolescencia del Hospital Universitario Hamburg- Eppendorf indica que jóvenes que fuman regularmente marihuana, puede pasar por alto importantes etapas de su desarrollo.

Cada vez mas frecuentemente se ha convertido en un motivo de preocupación psiquiátrica la asociación entre la cannabis y la aparición de la psicosis. Los autores de este estudio sostienen que fumar marihuana puede aumentar el riesgo de adquirir enfermedades mentales como la psicosis. También los problemas genéticos pueden ser canalizados por el consumo de cannabis.

Estos apuntes aportan al debate ya que al parecer hasta las drogas mas blandas pueden tener consecuencias muy duras, sobre todo en los y las adolescentes que están en pleno proceso de desarrollo.


*    Correo:  apuwara@yahoo.com

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