El fútbol croata escribió hoy en el estadio Fisht de Sochi una de las páginas más gloriosas de su historia al clasificarse para semifinales del Mundial al eliminar a la anfitriona Rusia por penaltis (3-4) después de que el tiempo reglamentario acabara con 1-1 y la prórroga con 2-2.
Como ante Dinamarca en octavos, Ivan Rakitic volvió a cargar con la responsabilidad de convertir el último lanzamiento de la tanda y una vez más lo hizo con solvencia. Un tanto que permite a la selección balcánica igualar su mejor clasificación, el cuarto lugar logrado en Francia-1998, hito que puede superar incluso si el miércoles elimina a Inglaterra en el Luzhniki de Moscú.
Aunque no levantó un muro como ante España, Rusia volvió a replegarse atrás y cedió el control a Croacia, eso sí presionando más arriba y con un talante más ofensivo al proyectarse al ataque on un juego directo cada vez que tuvo el balón en los pies. Stanislav Cherchesov introdujo un cambio respecto al partido ante la Roja dando entrada a Cheryshev en lugar del lesionado Yuri Zhirkov, por lo que volvió a una defensa de cuatro, retrasando su posición Mario Fernandes por la derecha y Fiodor Kudriashov pasando de ser el tercer central a pegarse a la línea por la izquierda.
Zkatko Dalic recuperó el mismo once del debut en el Mundial ante Nigeria (2-0) para dar entrada a Kramaric en lugar de Marcelo Brozovic. Con el mediapunta del Hoffenheim el técnico dio más peso al juego ofensivo de Croacia ya que la función del interista en el doble pivote pasó a desempeñarla Luka Modric, retrasando su posición, junto a Ivan Rakitic.
Es cierto que Kramaric marcó pero también que Modric apenas prodigó sus pases profundos hasta bien avanzado el partido y Croacia careció de velocidad y capacidad de desborde, salvo las subidas de Vrsalkjo y Rebic por la derecha, para poner en aprietos al repliegue ruso.
Golazo, el cuarto, de Cheryshev
A los anfitriones, por contra, les costó muy poco generar peligro con su rudimentario fútbol cada vez que salió de la cueva con balones largos. En uno de ellos, el gigantón Artem Dzyuba lo bajó con su contrastada habilidad, tiró una doble pared con Denis Cheryshev y el jugador del Villarreal se hizo un hueco para soltar un latigazo desde fuera del área al ángulo de un superado Danijel Subasic (31’). Es su cuarto gol en el Mundial.
Croacia, como ante Dinamarca (1-1), tuvo suerte en empatar rápido al aprovechar el primer desajuste de la cobertura rusa al perder Mario Fernandes un duelo y dejar desprotegida su banda. Mario Mandzukic se escapó por la izquierda, superó al central Ilya Kutepov, el veteranísimo Sergei Ignashevich llegó tarde y el centro medido del juventino lo cabeceó a la red Kramaric, solo al resbalar Kudriashov (39’).
En la segunda parte poco cambió. Croacia intensificó su dominio. Ivan Perisic tuvo una gran ocasión al disparar al poste, tras un mal despeje local (59’), antes de ceder su plaza a Brozovic para liberar a Modric y Rakitic. Rusia resistió y, retirando a Cheryshev y Dzyuba, parecía a volver fiarlo ya todo de nuevo a los penaltis con el paso de los minutos salvo alguna llegada por sorpresa. Pero antes había una prórroga intensa y dramática, con un gol por bando, pese a que ambas selecciones llegaron muy justas de fuerzas al ser la segunda seguida que afrontaban.
Dos goles en la prórroga
Un córner botado por Modric lo cabeceó Vida y su remate llegó a la red al despistar el recién entrado Vedran Corluka a la defensa al no tocar la pelota (101’). Pero, en otra acción a balón parado, Mario Fernandes empató también con la testa tras una falta botada por Alan Dzagoev, que acababa de entrar (115’). En la tanda, Subasic, que jugó la prórroga con molestias musculares, paró el primer penalti a Fiodor Smolov (contra Dinamarca detuvo tres), mientras Mario Fernandes lanzó fuera el tercero. Igor Akinfeev, que le paró dos a España, le advinó la intención en el segundo a Mateo Kovacic y llegó a torcar el tercero a Modric, pero acabó claudicando ante un Rakitic que le engañó, acabó con el sueño ruso y sitúa a Croacia a un solo paso de la final del Mundial.
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