El papa Francisco pidió perdón por los escándalos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica y admitió que el dolor de las víctimas «durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado».
Lo hizo mediante una carta abierta «al Pueblo de Dios» que publica este lunes la Santa Sede.
«Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas», afirmó el Pontífice.
También destacó la relevancia de admitir y condenar los hechos y dijo que los católicos laicos deben implicarse en los esfuerzos para eliminar abusos y encubrimientos.
Francisco criticó la cultura clerical por la que los líderes de la Iglesia estaban más preocupados por su reputación que por la seguridad de los menores.
«Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables.»
La carta «al Pueblo de Dios» es un documento que rara vez se emplea. Sale a la luz antes del viaje del Pontífice a Irlanda y después de que se hiciera público un informe con los nombres de más de 300 sacerdotes que abusaron de menores en Pensilvania, Estados Unidos. Las víctimas rondan el millar de personas.
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