Lima-. El expresidente peruano Ollanta Humala y su Partido Nacionalista (PNP) rechazaron hoy el informe de una comisión parlamentaria que acusa al exgobernante de violar derechos humanos cuando era oficial del ejército.
Respondieron así al informe del grupo que investigó el llamado caso Madre Mía, nombre de una base contrainsurgente de la que fue jefe Humala cuando era capitán, y lo acusa de detenciones ilegales, torturas y asesinatos entre 1991 y 1993.
Humala reiteró su posición, en el sentido que nunca cometió esos delitos mientras fue militar e integró una corriente militar que se negaba a acatar órdenes de hacerlo, y alega que el caso ha sido reflotado con fines de persecución política por el partido neoliberal Fuerza Popular (FP), mayoritario en el Congreso de la República.
Señaló que la bancada de FP ‘utiliza fondos públicos para perseguir y desprestigiar a sus adversarios’ y sostiene que ‘serví a mi patria en las tres zonas de emergencia (de actividad insurgente), con honor, igual como Presidente de la Republica’, lo que sus adversarios no podrán manchar.
En otro breve mensaje se refiere al reciente descubrimiento de una red judicial corrupta que recibía sobornos por sentencias y tenía contactos con legisladores de FP y otros políticos, empresarios y periodistas.
Señala que las grabaciones confirman la interferencia política dentro del sistema de administración de justicia por parte de quienes ejercen el poder desde el Congreso, donde la comisión que lo acusa le imputa también sobornar a testigos para salir bien librado de anteriores indagaciones judiciales.
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