abril 20, 2024

Una tribu ancestral colombiana sobrevive en la miseria a pesar de poseer 700.000 dólares

Los nukak fueron expulsados en 2006 de sus tierras amenazados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y aunque se les indemnizó, una ley les impide hacer uso del dinero.

No tuvieron más opción que abandonar la selva y asentarse en la ciudad. Desde 2006, tras ser expulsados de sus tierras, tuvieron que acostumbrarse a nuevos conceptos como el de la propiedad privada o el dinero.

Ahora los nukak makú, considerado el último pueblo de tradición nómada afincado en Colombia y que sobrevive en la miseria, se enfrentan a un nuevo desafío: hacer uso de los 2.300 millones de pesos (700.000 dólares) depositados en una cuenta y que les corresponden como indemnización por el desplazamiento que sufrieron.

Los nukak, cazadores-recolectores que viven entre los ríos Guaviare e Inírida, al sudeste de Colombia, tuvieron que salir de la selva tras el acoso sufrido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que no los quería tener en su zona de guerra y de abastecimiento de coca.

A pesar de contar con el dinero recibido como indemnización otorgado por el Estado colombiano, no pueden utilizarlo porque la ley no se lo permite, según informa El Tiempo.

El diario nacional cita al alcalde de San José, Efraín Rivera, que explica que para poder hacer uso del dinero la comunidad indígena debería tener una organización legalmente constituida. Pero los nukak no tienen una organización, ni siquiera cuentan con un líder que les represente y son muy pocos los que hablan español.

«El Ministerio del Interior debe ayudar en eso, debe ayudarlos a organizarse», insistió el alcalde, quien alertó de que los 250 nukak que viven en el municipio se encuentran en condiciones precarias y especialmente preocupa la situación de los niños que pueden caer en «vicios».

Volver a la selva

Y es que los cambios a los que han tenido que hacer frente ha provocado en la comunidad una atmósfera de tensión y un sentimiento de pérdida de su cultura, difícil de sobrellevar.

El Ejército busca las condiciones de seguridad para que puedan volver a la selva pero, según el alcalde, se requiere unos requisitos mínimos como viviendas, salud, educación y servicios básicos, y para ello se necesitan recursos.

Los existencia de los nukak se supo en 1988, cuando un grupo formado por unos 40 indígenas apareció de manera inesperada en el municipio de Calamar. Según la ONG Survival, aproximadamente el 50% del pueblo murió durante los años que siguieron al contacto y todavía siguen siendo vulnerables a las enfermedades respiratorias agudas, que son para ellos la principal causa de defunciones.

Survival advierte de que los nukak es uno de los 65 pueblos indígenas de Colombia en «riesgo de extinción física y cultural». Además, alerta de que «alienados y sin esperanza, muchos consumen drogas y alcohol. Proliferan la violencia doméstica y el abuso sexual y no son pocos quienes recurren al suicidio».

Después del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Gobierno de Colombia y las FARC, los nukak reclaman ahora poder regresar a sus tierras ancestrales.

«A pesar de haber sido reconocidos como pueblo indígena en riesgo de extinción física y cultural por parte de la legislación colombiana, no se han implementado medidas eficaces que restituyan los derechos fundamentales de los nukak, y siguen sobreviviendo en condiciones de marginalidad, miseria y discriminación con respecto a la sociedad no indígena del país», destaca Survival.

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