abril 18, 2024

Ayuda humanitaria, ¿un ‘noble gesto’ para intervenir en Venezuela?

La ayuda humanitaria de EEUU y Canadá plantea un peligroso escenario para Venezuela, donde las fronteras permanecen custodiadas por el Ejército mientras países vecinos como Colombia y Brasil abogan por «ayudar» desde la oposición. Pero el gesto «se basa en una demostración de poder», dijo a Sputnik el periodista Pedro Brieger.

El analista aseguró que «en Venezuela, la oposición plantea la ayuda humanitaria no sólo por necesidad de la población, sino para poder manejarla como una demostración de poder, y ofrecer a Juan Guaidó características de Gobierno».

Este 4 de febrero, el Grupo de Lima, instó a las Fuerzas Armadas de Venezuela a permitir el ingreso y traspaso de una ayuda humanitaria que será entregada a la oposición venezolana. Por su parte, Nicolás Maduro rechazó las declaraciones del Grupo y reafirmó su postura en defensa de la soberanía.
Con anterioridad, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) de Colombia anunció que se instalará en la ciudad de Cúcuta un puesto de mando unificado para coordinar el proceso logístico para la recepción y el almacenamiento de ayudas humanitarias destinadas a Venezuela, luego de que el diputado opositor Juan Guaidó (autoproclamado presidente interino) expresara la necesidad de contar con «asistencia internacional inmediata».

A juicio de Brieger, detrás de todo esto «hay un juego de poder». «Si realmente el tema fuera la ayuda humanitaria, se debería manejar entre Naciones Unidas y el Gobierno venezolano. Ahí nos damos cuenta que esto es una maniobra política que podría complicarse si [la ayuda] entra por Brasil o Colombia», insistió el experto.

Montevideo, ¿una cita para la paz?

Mientras la presión transcurre en el Caribe, Montevideo se prepara para acoger una reunión este 7 de febrero, entre aquellos países que aboguen por una salida diplomática. Entre los asistentes están la Unión Europea y ocho de sus países miembros: Alemania, España, Francia, Italia, Portugal, Holanda, Reino Unido y Suecia, además de México, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay.
Sobre la cita, Brieger comentó que es difícil predecir lo que sucederá en este encuentro «ya que hoy el contexto de la ofensiva política para derrocar al Gobierno de Maduro se encuentra en minoría en América Latina».

«Un salida diplomática evitaría una guerra civil, ya que los antecedentes más recientes de la formación de Gobiernos paralelos derivaron en guerras como Libia y Siria. Entonces, Gobiernos como México y Uruguay son conscientes de que una mayor polarización e incluso el envío de ayuda humanitaria a Venezuela por EEUU y no por Naciones Unidas, contribuye a la exacerbación de la política interna de Venezuela y regional», comentó el experto.

Además, recalcó que la oposición venezolana no quiere ningún tipo de diálogo con el Gobierno, y para ello se siente apoyada por el Grupo de Lima, EEUU, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Sin embargo, Brieger señaló que el problema de la cumbre de Montevideo es que no se trata de un grupo formal. «El Grupo de Lima puede ejercer una presión muy fuerte dado que está conformado por varios de los países más importantes de la región como Argentina, Brasil, Colombia, entre otros, mientras la cita de Montevideo tampoco responde a un organismo reconocido con capacidad de decidir políticas como Naciones Unidas», explicó.

Sobre la celebración de elecciones presidenciales, el analista comentó que se trata de un pedido «muy complicado». «El Gobierno de maduro señala que hubo elecciones el año pasado y que las ganaron, y la oposición no reconoce la legitimidad de esas elecciones y tampoco al Consejo Nacional Electoral y pide convocar nuevamente a elecciones (…) con reglas de juego que ellos puedan manejar», indicó el experto.

Para Brieger está claro que el Gobierno no aceptará ese tipo de condiciones, además de que la apuesta de la oposición es bastante arriesgada.

«La oposición plantea una trampa porque convoca a elecciones libres con la seguridad de ganar, pero las puede perder, lo que pasa es que subestiman el poder de convocatoria que tiene el chavismo», concluyó.

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