marzo 19, 2025

¿Cómo es el modelo de inserción económica de Chile?


Por Lucía Converti -.


Como es sabido y se ha mencionado en informes anteriores, con el comienzo de la dictadura militar de Augusto Pinochet se instaló en Chile el laboratorio para la aplicación del modelo neoliberal en la región. Este modelo promulgó el libre mercado y la liberalización financiera como forma de inserción de los países en el mundo, y es la forma que hasta el día de hoy sostienen y profundizan los sucesivos gobiernos chilenos.

En este informe se revisará la forma de instalación del modelo de apertura en Chile y las reformas que impusieron los gobiernos democráticos posteriores, también se identificarán los cambios que sufrió la economía chilena en esta transición y se evaluarán las bondades y debilidades de este modelo.

Liberalización comercial y financiera, de Pinochet a Piñera
Aún antes de que se instalara el llamado “Consenso” de Washington, Pinochet puso en práctica varias de las medidas incluidas en el mismo. Las primeras políticas tendientes a liberalizar el comercio de Chile fueron una fuerte reducción de aranceles y controles a la importación de productos, liberalización financiera y de capitales.

Con estas medidas se buscó desarmar la protección impuesta por el modelo de sustitución de importaciones a aquellas empresas que no eran competitivas internacionalmente. Mantener estas empresas produciendo significaba pagar más por un bien que se conseguía más barato en el mercado internacional y que no se alcanzaría a exportar su producción.[1] Esto provocó la reacción de algunos grupos empresariales afectados por la falta de medidas proteccionistas y el masivo ingreso de productos importados.

Con estas políticas se fundaba la estrategia de diversificación de exportaciones y orientación a los productores locales hacia el comercio internacional[2], pero la liberalización esos primeros años se llevó a cabo sin mediar ningún acuerdo con otros Estados que garantizaran una mejora para las exportaciones locales.

Por otro lado, para incentivar la inversión extranjera se formuló el Decreto 600, que garantizaba un tratamiento especial para las mismas. El decreto autorizaba la transferencia de utilidades, el trato igualitario con empresas locales, un marco tributario único y la indemnización en caso de expropiación. Este decreto se derogó recién en 2015, mediante una ley de inversión extranjera que quedó a mitad de camino entre el decreto y una nueva legislación que no fuera tan permisiva.

En estos años, también, Chile abandonó el Pacto Andino, iniciando un nuevo patrón de inserción que marcó el cambio de un modelo de desarrollo hacia adentro a uno hacia afuera, no solo del país, sino de la región[3].

Como se mencionara previamente, durante los años de gobiernos democráticos la apertura no cesó, pero tomó otra forma. Los aranceles siguieron cayendo en el marco de una agenda de convenios bilaterales de comercio e inversión con otros Estados y multilaterales, con organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC). En 1994 se incorporó al Consejo Económico del Asia Pacífico (Apec) y apoyó fuertemente la constitución de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Al mismo tiempo, a nivel regional, el país mantuvo cierta reticencia a incorporarse al Mercosur, ya que el esquema de aranceles que éste ofrecía excedía el que Chile estaba proponiendo, y la lógica y dinámica a las que éste respondía eran completamente distintas. Recién en 1996 se firmó un acuerdo de complementación económica entre Chile y este bloque.

Al día de hoy, en un marco de regionalismo abierto y de acuerdo a la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales[4], Chile se encuentra inserto en la Alianza del Pacífico con un protocolo comercial vigente. Al mismo tiempo, cuenta con 26 acuerdos comerciales con 64 mercados que representan el 86,3% del PIB global. Los acuerdo son de cuatro tipos: acuerdos de alcance parcial (1), acuerdos de complementación económica (6), acuerdos de libre comercio (16) y acuerdos de asociación económica (3), todos tendientes a liberalizar el comercio y aumentar el flujo de capitales entre las naciones firmantes. Entre estos acuerdos, por supuesto, se encuentran los suscriptos con Estados Unidos, China y Japón, que absorben el 50% de las exportaciones chilenas[5].

Bondades y debilidades del modelo

La liberalización de la economía chilena tuvo un impacto significativo en la diversificación de productos para la exportación, que redundó en un crecimiento de las exportaciones totales. Sin embargo, la exportación de cobre en 2017 fue del 50,4% del total de exportaciones, marcando una continuidad en la fuerte dependencia de la exportación de este mineral.

A su vez, como se mencionaba en un informe sobre el sector externo, la mayor parte de las nuevas exportaciones se mantienen dentro de los productos primarios, sin abandonar el problema de la estructura desequilibrada de los países de la región y la dependencia de la evolución de los precios internacionales, que a su vez dependen de la demanda internacional.

Al mismo tiempo, los múltiples acuerdos comerciales permiten el ingreso de importaciones a bajo precio y de última tecnología, lo que puede considerarse una ventaja, en cierto sentido. Pero estos acuerdos, que en su mayoría no redundan en mayores exportaciones, impiden el desarrollo de industrias locales que compitan con éstas y generen empleo a nivel local.

Otra consecuencia de la aplicación del modelo fue la concentración del poder económico de las empresas que lograron colocar sus mercaderías en el mercado internacional. Las mismas alcanzaron un gran poder de lobby político para la permanencia y profundización del modelo vigente[6].

Por otro lado, la inversión extranjera permitió el desarrollo del sector energético (una de las grandes falencias de Chile), de transporte y telecomunicaciones, además del continuo impulso al sector minero. Sin embargo, como se mencionaba anteriormente, el esquema de diversificación de exportaciones no alcanza para cubrir el saldo del balance de pagos y se genera una fuerte dependencia del flujo de inversión extranjera. Al mismo tiempo, la estructura de los acuerdos de inversión entrampan, con cláusulas con la de repatriación de capital y ganancias y la de “trato de nación más favorecida”[7], la capacidad de esta nación para enfrentar una crisis externa.

Asimismo, una característica que se destaca del modelo chileno de apertura, en comparación con aquéllos que siguen el mismo camino a nivel regional, es no apostar a los bajos salarios como medio para alcanzar una ventaja comparativa en precios. Por el contrario Chile es el 2do país con salario más alto de la región.

Por último, y para concluir, es necesario mencionar que la vulnerabilidad externa de este tipo de economías resulta muy importante. El estancamiento reciente en el crecimiento de las exportaciones requiere de mayores niveles de inversión para lograr mayores niveles de competencia internacional en una economía que compite cuerpo a cuerpo con 63 mercados. El crecimiento de la deuda externa con respecto al PIB es un indicador importante para evidenciar las complicaciones derivadas.


[1] Agosín, M. (2001). Reformas comerciales, exportaciones y crecimiento. En Ricardo Ffrench-Davis y Barbara Stallings (Eds.), Reformas, crecimiento y políticas sociales en Chile desde 1973(99 – 132). Santiago: LOM y CEPAL.

[2] Wehner, L. (2011). Chile´s Rush to Free Trade Agreements. Revista de Ciencia Política, 31, (2), 207-226.

[3] DIRECON (2009). Chile: 20 años de negociaciones comerciales. Santiago: Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON) y Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.

[4] https://www.direcon.gob.cl/modulo-de-acuerdos-comerciales/

[5] https://www.celag.org/el-ejemplo-chileno-informe-sector-externo/

[6] https://www.celag.org/chile-bajo-crecimiento-alta-concentracion/

[7] Carlos Riquelme, 2015. El efecto congelante de los compromisos internacionales de Chile en materia de inversión extranjera durante la post-dictadura (1990-2015). Democracia versus neoliberalismo 25 años de neoliberalismo en chile, CLACSO

Sea el primero en opinar

Deja un comentario